ONUSIDA conmemora el Día Internacional de la Juventud 2016 exaltando la enérgica e indispensable labor que realiza la nueva generación de líderes de América Latina y el Caribe para lograr un futuro libre de sida para el 2030.
Las y los jóvenes de América Latina y el Caribe han logrado posicionarse como actores claves de la respuesta al VIH a nivel global, regional y en los países llevando la voz de la juventud a los espacios de toma de decisión y visibilizando sus necesidades en materia de prevención, tratamiento, cuidado y apoyo relacionados al VIH para que esta población no sea dejada atrás.
Se estima que en 2015, 210,000 jóvenes entre 15-24 años vivían con VIH en América Latina y el Caribe y muchos de ellos no conocen su estado serológico. Ocurrieron 35,000 nuevas infecciones en jóvenes de 15-24 años en ALC lo que corresponde a un tercio del total de nuevas infecciones en la región. Si bien se han logrado grandes avances en la inclusión y la participación de las y los jóvenes en la respuesta al VIH, sigue habiendo una brecha importante en el acceso de las y los adolescentes y jóvenes a servicios básicos de prevención, diagnóstico y atención del VIH.
En el Análisis sobre Legislaciones y Políticas que afectan el Acceso a Adolescentes y Jóvenes a Servicios de SSR y VIH en América Latina publicado en 2015 por ONUSIDA, UNICEF y UNFPA, muestra que en 9 de 17 países de América Latina se requiere aún el consentimiento de los padres o tutores para acceder a la prueba del VIH o los resultados de la misma.
En el Caribe, unos pocos países han desarrollado políticas para permitir que los y las adolescentes tengan acceso a las pruebas del VIH sin consentimiento de los padres, ya sea que se permita a cualquier edad (por ejemplo, en Guyana) o a partir de los 14 años (como en Trinidad y Tobago), pero el resto de los países sigue manteniendo restricciones para el acceso a la prueba en base a la edad.
ONUSIDA exhorta a las y lo jóvenes para que sigan actuando como agentes de cambio y líderes claves de la respuesta al VIH. ONUSIDA reitera su compromiso para seguir movilizando esfuerzos para apoyar el fortalecimiento de capacidades organizativas y de liderazgo de las y los jóvenes en la respuesta al VIH; y a seguir abogando por la inclusión y la visibilización de los determinantes sociales y la remoción de barreras que obstaculizan el acceso a los servicios de salud y VIH para los jóvenes.
Fuente: ONUSIDA
ONUSIDA acoge con satisfacción el anuncio hecho por los Estados Unidos de crear un Fondo de inversión para poblaciones clave de 100 millones de dólares para ampliar el acceso a los servicios para el VIH. Este fondo, creado por el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del Sida (PEPFAR), contribuirá a reducir la disparidad entre las personas que tienen acceso y aquellas que quedan atrás.
ONUSIDA acoge con satisfacción el interés del fondo por la reducción del estigma y la discriminación, empoderando a los líderes de la comunidad en el diseño y la prestación de los servicios y aumentando la calidad de los datos sobre las poblaciones clave. Las poblaciones clave – profesionales del sexo, hombres homosexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, personas que se inyectan la droga, personas transgénero y reclusos- tienen derecho a la salud y los derechos humanos y deben tener un acceso total a los servicios de prevención, tratamiento, protección social y jurídicos en materia del VIH.
Fuente: ONUSIDA
La Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre SIDA se celebrará en Nueva York, Estados Unidos, entre los días 8 y 10 de junio de 2016. Esta reunión se centrará en acelerar la respuesta al VIH durante los próximos cinco años, para fijar el rumbo que debe permitir que el planeta acabe con la epidemia del SIDA para el año 2030, y ello como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Este encuentro está convocado por el Presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Mogens Lykketoft, cofacilitado por Jürg Lauber, Representante Permanente de Suiza ante Naciones Unidas, y por Patricia Mwaba Kasese-Bota, Representante Permanente de Zambia ante esa misma organización.
Nos encontramos ante un momento decisivo en la respuesta al SIDA, señaló el Sr. Lykketoft. Todos los Estados miembro deben trabajar juntos en una sólida declaración política que creará las condiciones necesarias para actuaciones rápidas que pongan fin a la epidemia del SIDA para el año 2030.
Ese enfoque que sigue ONUSIDA tiene objetivos temporalmente delimitados, entre los que se incluye reducir el número de nuevas infecciones por VIH de dos millones en 2014 a menos de 500.000 en 2020, reducir el número de personas que mueren por causas relacionadas con el SIDA de 1,2 millones en 2014 a menos de medio millón en 2020, y eliminar la discriminación relacionada con el VIH.
En los próximos cinco años tenemos ante nosotros una frágil ventana de oportunidades para cambiar de marcha y encauzar firmemente la respuesta global al VIH sobre esos objetivos fast-track y acabar con la epidemia del SIDA, señaló el Director Ejecutivo de ONUSIDA Michel Sidibé. Esta reunión internacional será esencial para aprovechar el impulso que hemos creado y garantizar el compromiso global para acabar con esta epidemia para siempre.
El mundo necesita incrementar de forma urgente la inversión en lucha contra el VIH ya o se arriesga a dar marcha atrás en los grandes éxitos conseguidos en esa lucha en los primeros 15 años del milenio. En 2015, se invirtieron,
Según las estimaciones, 21.700 millones de dólares en respuesta al SIDA en países con niveles de renta bajos o medios. Esas inversiones han de crecer año tras año a partir de 2015 hasta alcanzar un incremento del 40% en 2020, y ello para poder hacer realidad los fast-track targets. Adoptar el enfoque basado en esos objetivos sobre poblaciones y ámbitos geográficos, y reasignar recursos ahí donde son más necesarios garantizará que los afectados por el VIH se beneficien de actuaciones de prevención del VIH y de servicios terapéuticos vitalmente fundamentales. Garantizar esos objetivos fast-track a tiempo permitiría que las necesidades de recursos totales empiecen a caer, en esa estimación, para el año 2021. Sin esa inversión inicial el mundo se arriesga a prolongar la epidemia del SIDA de forma indefinida.
Invertir en la defensa de la comunidad y en los servicios para poner fin a la epidemia de sida
Fuente: ONUSIDA
El mundo se ha comprometido a poner fin a la epidemia de sida en 2030. ¿Cómo llegar este objetivo? es la pregunta central frente a la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas de Alto Nivel que se celebrará del 8 al 10 de junio de 2016. Los extraordinarios logros de los últimos 15 años han inspirado la confianza global que este objetivo se puede lograr.
Tan sólo en los últimos dos años el número de personas que viven con VIH en terapia antirretroviral ha aumentado en aproximadamente un tercio, alcanzando 17,0 millonesde personas. Desde que se estableció el primer objetivo del tratamiento mundial en 2003, las muertes anuales relacionadas con el sida han disminuido en un 43%. En la región más afectada, África oriental y meridional, el número de personas que reciben tratamiento se ha duplicado desde 2010, llegando a casi 10,3 millones de personas. Sin embargo, persisten enormes retos por delante.
Fuente: ONUSIDA
Hacia finales del 2015, el mundo fue testigo de un progreso importante para el logro del Objetivo de Desarrollo del Milenio #6, sobre el combate al VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria. Sin embargo, aún hay muchas áreas con grandes tareas pendientes. Aunque las muertes relacionadas con el SIDA han disminuido entre adultos, entre adolescentes (de 10 a 19 años) se siguen incrementando; además, casi la mitad de las nuevas infecciones por VIH se dan entre jóvenes (de 15 a 24 años).
Este año tenemos una nueva oportunidad para renovar los compromisos con la respuesta global al VIH, en la era de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS). La Reunión de Alto Nivel de la ONU que se llevará a cabo del 8 al 10 de Junio en Nueva York, será un momento clave para revisar el progreso que se ha tenido para poder alcanzar la Meta 3.3 de los ODS sobre terminar con la epidemia del SIDA en el año 2030, así como para resaltar los vínculos con otros ODS para una respuesta coordinada y multi-sectorial.
Es imperativo reconocer y renovar los compromisos con la respuesta al VIH en el discurso público, con el fin de tener marcos de referencia y recursos necesarios para las personas jóvenes en todo el mundo y en toda su diversidad, para alcanzar el nivel más alto posible de calidad de vida, libre de VIH y SIDA. La respuesta al VIH debe estar orientada a atender la desigualdad, ya que esta alimenta a la epidemia del VIH y amenaza con hacer retroceder los logros que se tienen hasta el momento.
Las personas adolescentes y jóvenes de todo el mundo han levantado sus voces en diversas ocasiones a nivel nacional, regional y global para pedir que la respuesta a la epidemia del VIH sea más integral. Nuevamente exigimos que los líderes mundiales se comprometan con los siguientes puntos que nosotros, como jóvenes, mujeres, poblaciones clave y jóvenes viviendo con VIH consideramos cruciales para seguir avanzando:
Fuente: ONUSIDA