El condón masculino y sus variantes
El condón también llamado preservativo o profiláctico es una fina funda elástica de látex natural que se utiliza para cubrir el pene durante el coito, a fin de evitar la fecundación, así como, ayuda a reducir el riesgo de contagio por Infecciones Transmitidas Sexualmente (ITS).
Se fabrica regularmente en forma de cilindro con un extremo cerrado y otro abierto que termina en un borde redondeado o ribete. El condón es enrollado y se envasa en un empaque individual que lo protege en contra del medio ambiente, ya que al ser un producto natural se deteriora en condiciones extremas.
Funciona al desenrollarse sobre el pene de tal manera que este quede envuelto, reteniendo el líquido seminal, evitando así que llegue a ponerse en contacto con la vagina, eliminando el riesgo de embarazo. Es un método anticonceptivo mecánico del tipo de barrera, con un alto índice de efectividad que ayuda a prevenir el contagio de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) incluyendo el VIH/SIDA.
El condón tiene una eficacia mayor al 95 % cuando se usa correcta y consistentemente, es decir, en todas nuestras prácticas sexuales. Esto se debe a que el virus de la inmunodeficiencia humana mide 100 nanómetros y los espacios intramoleculares de un condón de látex nunca exceden a 25 nanómetros, aunque la norma oficial acepta hasta 40 nanómetros. Por lo tanto al virus, con una dimensión del doble o el cuádruple, le es imposible atravesar el condón. Mucho más difícil le es atravesarlo a un espermatozoide cuya medida es de 3000 nanómetros.
Existe gran variedad de estilos de condones para satisfacer la demanda y la imaginación de los usuarios.
Hay condones lubricados y no lubricados. Los lubricados se sienten húmedos. Otros tienen, además del lubricante, un detergente suave que mata a los espermatozoides y los virus contenidos en el esperma, o sea, un espermicida, que le confieren mayor protección. El más usado en los condones es el Nonoxinol 9. Sin embargo, se ha reportado alergia a este compuesto químico.
Anatómicos: son aquellos preservativos que se adaptan mejor a la corona del glande del pene, permitiendo más sensibilidad en el hombre.
Colores: muchas personas encuentran más divertido usar un preservativo con colores. Los hay de todos tipos: negros, azules, rojos, amarillos, verdes, bicolores, con dibujos, etc.
De broma: es muy importante tener en cuenta que los preservativos de broma no protegen contra las enfermedades de transmisión sexual ni ante los embarazos no deseados. Normalmente son musicales, con formas de animales, al ejercer presión en su extremo empiezan a sonar.
Espermicidas: preservativos que permiten una protección más segura ante los embarazos no deseados.
Extra finos: condones extremadamente finos, para que casi no notes que los estás usando.
Extra fuertes: condones con una seguridad casi total ante posibles roturas, muy adecuados, por ejemplo, para el sexo anal.
Extra grandes: preservativos más espaciosos que permiten una relación más confortable a las personas que no se encuentran a gusto con el tamaño habitual de los preservativos.
Extra pequeños: preservativos un poco más estrechos y cortos, para aquellos que desean un preservativo que se ajusten totalmente a su pene.
Hipoalergénicos: preservativos para las personas alérgicas al látex o que tienden a desarrollar irritaciones.
Normales: el clásico preservativo.
Sabores: existen preservativos de sabor a fresa, menta, platano, etc., para aquellas personas que quieran disfrutar de sexo oral seguro y divertido.
Texturados: preservativos que presentan protuberancias y/o líneas en la superficie exterior e incluso algunos en la superficie interior. Permiten dar más placer a la mujer y algunos también al hombre.
Fuente: CNP ITS/VIH/sida