La población cubana experimenta un progreso notable en el desarrollo de su salud sexual y reproductiva. Ejemplo de esto es la evolución de los indicadores de mortalidad infantil hacia parámetros estadísticos comparables con países del primer mundo. Sin embargo, existe contradicción entre la política encaminada a minimizar los riesgos asociados al disfrute de una sexualidad placentera y el compromiso con el autocuidado de la salud. Las deficiencias, no están asociadas a la naturaleza del sistema de salud, más bien dependen de la necesidad de educar a mujeres y hombres en la responsabilidad por el cuidado de su salud. Ver más…