Crónica de un comienzo anunciado

verano_2014paginaLlega un grupo de personas, preparan una carpa. Otro grupo baja de un carro, sacan unas cajas. Los colores se manifiestan. El amarillo, el azul y el verde prevalecen. La ola de promotores voluntarios se mezcla entre las personas para distribuir materiales educativos, dialogar, compartir, educar.

Caminan de un lado para otro. Son rápidos, intrépidos, dispuestos. Ofrecen un afiche, un plegable, un libro, explican, conversan, se ríen.
Unos aclaran sus dudas, a otros le surgen nuevas interrogantes. Los padres piden orientaciones para aconsejar a sus hijos.
Los hijos demandan más información. Los promotores y especialistas exponen las respuestas más efectivas.
La diversidad de colores comienzan a disolverse entre la multitud. El pequeño grupo comienza a crecer. Son ahora cientos de personas entrando en la Ciudad deportiva para el concierto de inicio del verano.
La música de Leoni Torres fue el pretexto. La educación de la sexualidad era nuestro objetivo.
Los cientos se convierten en miles. Niños, niñas, jóvenes, adultos, entran sin cesar. Lo primero que salta a la vista son los promotores, las carpas, los colores, los materiales educativos de todas las líneas. El preámbulo del concierto augura una noche de diversión con conocimientos.
Unos leen, otros ojean los plegables, observan los afiches, piden otros materiales, le faltan algunos, los quieren todos. Se sientan en dúos o grupos. Comparten sobre lo que ven. ¡Que interesante, instructivo, necesario! Expresan muchos de los partícipes.
Observan curiosos. Se sienten complacidos con las respuestas a sus dudas. Vuelven a preguntar. Los promotores contestan, aclaran, muestran.

Unos tienen temor. La sexualidad es un tema complicado. Hablar de sexo o de Infecciones de Transmisión Sexual es complicado. Lo piensan, rodean las carpas, se acercan cautelosos. Examinan, divagan, justifican, evaden. Se aproximan, sospechan, indagan, vuelven a cuestionar. Otros son más atrevidos. Piden más preservativos. Los padres para sus hijos, los hijos para los amigos. Una promotora enseña a un joven a usar el condón mientras otros miran, se divierten, aprenden.

Transcurren los minutos, las horas, el tiempo vuela. Continúa la afluencia de público. Incontables son los materiales entregados. Los rostros muestran satisfacción. Público y especialistas se manifiestan complacidos. Unos obtienen instrucción, otros comparten lo aprendido, se sienten realizados. El trabajo no ha sido en vano, una vez más ha valido la pena. El llamado a la protección impera. Un solo grito con múltiples voces. El mensaje de salud se impone. El objetivo es que todos le ganen el juego a las Infecciones de Transmisión Sexual y al VIH. El objetivo, es que todos aprendan a cuidar su salud.

Por: Orlando Abad
Fuente: CNP