Detección de Chlamydia trachomatis en muestras de exudado endocervical mediante una prueba de diagnóstico rápido y dos técnicas de reacción en cadena de la polimerasa
La infección por Chlamydia trachomatis se considera la más común de las infecciones de transmisión sexual (ITS) de origen bacteriano. La frecuencia de la infección varía entre 2 y 25 %, en dependencia de la población investigada y las técnicas de detección utilizadas. En la mujer, esta infección ocasiona uretritis e infección cervical. No obstante, entre 70 y 90 % de los casos tiene un curso asintomático,2 por lo que el diagnóstico tardío favorece el desarrollo de la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) y desencadena complicaciones como el embarazo ectópico, el dolor pélvico crónico y la infertilidad. De ahí, la importancia de un diagnóstico preciso y rápido para evitar la transmisión de la infección y la aparición de posibles secuelas.
Las técnicas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT, del inglés Nucleic Acid Amplification Tests) logran este propósito y constituyen el patrón de referencia para el diagnóstico de C. trachomatis a partir de muestras uretrales, del cérvix y la orina, en virtud de su elevada sensibilidad y especificidad; entre ellas cobra mayor importancia la reacción en cadena de la polimerasa (RCP). Sin embargo, el elevado costo de estas técnicas dificultan su implementación para un uso masivo en los países con escasos recursos, y conduce al empleo de técnicas de detección de antígenos, que a pesar de su baja sensibilidad en comparación con las pruebas moleculares, agilizan el diagnóstico, en particular las pruebas de diagnóstico rápido, diseñadas para utilizar en las consultas médicas como un apoyo al diagnóstico clínico, pues brindan un resultado en alrededor de 20 a 30 min, a través de la interpretación cualitativa del mismo.
Fuente: Rev Cub de Obstet y Ginecol Vol. 40 No.1 ene-mar. 2014