Expertos llaman a una mejor vigilancia del VIH en las Américas
Expertos en VIH de América Latina y el Caribe han hecho una serie de recomendaciones para mejorar la respuesta de la región a esta epidemia, a través de mejoras en la vigilancia y el monitoreo, así como en el uso de la información que éstos generan. Las recomendaciones se formularon después de la Consulta Regional para América Latina y el Caribe sobre información epidemiológica de la infección por el VIH que se realizó en la Ciudad de Panamá entre el 7 y 9 de noviembre, con expertos de 26 países y de organismos internacionales activos en la región.
La región de América Latina y el Caribe es una de las regiones del mundo, entre los países de medio y bajos ingresos, con mejores respuestas al VIH, en términos de cobertura de tratamiento antirretroviral y de prevención de la transmisión materno infantil. Sin embargo, en la Región se encuentran enormes desigualdades en el nivel de salud, en el acceso al tratamiento con antirretrovirales, en el diagnóstico oportuno, en la prevención y el control efectivo y eficaz de la transmisión, en la exposición a riesgos y, en general, el acceso a la asistencia sanitaria necesaria. La vigilancia epidemiológica y el monitoreo de la respuesta del sector sanitario son elementos clave para encontrar respuestas a estos desafíos, al producir datos e información, para tomar decisiones de forma responsable y con base en la evidencia, expresó en su discurso de apertura el doctor Federico Hernández-Pimentel, Representante de la OPS/OMS en Panamá.
Algunas de estas recomendaciones son:
- La vigilancia de VIH debe estar basada en casos de infección por el VIH (en lugar de casos de sida) y se debe seguir la evolución de cada caso con el transcurso del tiempo (enfoque longitudinal).
- La definición estándar de un caso debe ser “cualquier diagnóstico nuevo de VIH independientemente de la etapa clínica e inmunológica”.
- Los identificadores de casos únicos deben utilizarse para facilitar seguimiento y la integración longitudinal de la información de diferentes fuentes (servicios de salud, laboratorios, farmacias, estadísticas vitales).
- Deben establecerse medidas específicas para proteger la confidencialidad de los pacientes y la seguridad de los datos en los sistemas que usan registros basados en nombres.
- Los datos deben recopilarse para un conjunto mínimo de variables estandarizadas, incluidos los comportamientos de riesgo y los factores (como comportamiento sexual, consumo de drogas inyectables y exposición a transfusión) y las variables inmunológicas y de tratamiento (como carga viral, recuento de células CD4 e iniciación del tratamiento antirretroviral).
- El financiamiento mundial y las organizaciones de cooperación técnica deben armonizar los indicadores que utilizan con el objetivo de reducir la carga de informar, facilitar la investigación y el análisis, y promover que se comparta la información y las experiencias en la vigilancia, la prevención y la atención del VIH.
- La vigilancia debe incluir una evaluación del acceso y la calidad de la atención a través del proceso continuo de la atención, que va desde el diagnóstico hasta la entrada en la atención y el tratamiento, la retención en recibir atención y tratamiento, y el control de carga viral.
- Se debe prestar especial atención a poblaciones claves como los hombres que tienen relaciones con hombres, los profesionales del sexo y los consumidores de drogas inyectables.
- La vigilancia de los niños expuestos debe fortalecerse mediante un mejor seguimiento de madre y lactantes en coordinación con los servicios de salud maternoinfantiles.
Fuente: OPS. Noviembre 20/2012