Embarazadas con VIH, ¿qué camino tomar?
Entre las vías de transmisión del virus del VIH se encuentra la del contagio de madre a hijo, detectable mediante los análisis que se realizan a todas las mujeres embarazadas de la Isla, decidan o no tener su bebé.
Según la doctora María Isela Lantero, jefa del Departamento de Infecciones de Transmisión Sexual y VIH/sida del Ministerio de Salud Pública, desde 1986 hasta el pasado año se han hecho 4,9 millones de estas pruebas como parte de la atención prenatal integral, lo que constituye el principal mecanismo para la detección precoz de la infección, relativamente poco costoso y muy efectivo.
En 2011, precisó Lantero, de un total de 1 787 personas identificadas como portadoras del virus en el país, solo 362 son mujeres, lo que representa una cifra muy baja en comparación con la de los hombres.
No obstante, y aunque en Cuba el sida dista mucho de convertirse en un problema de salud femenina, como en otros países, se evidencia una tendencia al incremento, lo que nos demuestra que, aun cuando los niveles de información acerca de las ITS y el VIH entre las mujeres cubanas son relativamente altos, muchas no perciben como real la posibilidad de adquirir la infección. En consecuencia, no todas asumen de forma sistemática la protección en sus relaciones sexuales como medida efectiva para evitar el VIH, enfatizó la especialista.
El año pasado, según confirmó Lantero, fueron atendidas por el sistema de salud 143 embarazadas con VIH, de las cuales 41 conocieron que eran portadoras del virus al realizarse la prueba como parte de la atención prenatal. Las restantes 102 ya conocían que tenían VIH y se embarazaron. De los 93 partos ocurridos en ese año, 92 resultaron niños sanos.
Es posible que una mujer portadora de este virus pueda tener un niño sano si se conjugan de manera armónica la detección precoz, el seguimiento clínico por el médico de familia y demás especialistas de la Atención Primaria de Salud, el tratamiento combinado con antirretrovirales, el parto por cesárea, el tratamiento del bebé al nacer y el uso de sustitutos para la leche materna.
Si bien el sistema de salud le garantiza a la mujer, desde que se conoce su condición de portadora del virus, la atención, el seguimiento y las medidas para prevenir la transmisión, no pocas portadoras se embarazan cuando su situación inmunológica y virológica no es la mejor. Cuando la planificación del embarazo no ha sido la mejor, debemos reconocer que han fallado las acciones preventivas y no se emplearon todas las potencialidades del sistema de salud para trabajar con estas mujeres y lograr que lleguen al embarazo en condiciones de menor riesgo.
Fuente: Periódico Juventud Rebelde. Suplemento Sexo Sentido. Marzo 30, 2012.