Durante el último día de la Reunión de Alto Nivel sobre el Sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas, los líderes religiosos se reunieron con personas que viven con el VIH, con representantes de las poblaciones clave con mayor riesgo de infección y con otros participantes en la respuesta contra el sida para hablar sobre formas de acabar con el estigma y para crear fuertes colaboraciones para acciones futuras a nivel de país.
En la reunión del desayuno con oración participaron una gran variedad de tradiciones religiosas. El imán Abdul-Malik Ali, de Nueva Jersey, rezó para que todos aceptaran los retos que supone el VIH y la necesidad de superar el estigma. El reverendo T. K. Nakagaki, pastor de la Iglesia Budista en América, recordó a los participantes la importancia de respetar la vida, de recordar las vidas que se han perdido como consecuencia del sida, y de nuestra interdependencia. El rabí J. Rolando Matalón, originario de Buenos Aires, ofreció una oración por las personas que viven con el VIH y que sufren la estigmatización y la discriminación.
La obispo Yvette Flunder, de los Estados Unidos, habló sobre cómo “nuestra sanación debe estar liberada del juicio y unida a la justicia”. Esta afirmación se convirtió en el tema recurrente del desayuno. A partir de sus palabras, Pablo Torres Aguilera, un joven mexicano de 25 años comprometido con la respuesta al sida, hizo un fuerte llamamiento a la acción: Es hora de construir un puente entre las poblaciones clave afectadas y los líderes religiosos del mundo para asegurarnos de que nadie se queda atrás en los próximos pasos que vamos a dar, dijo.
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El portal provincial de VIH/sida de Pinar del Río tiene en línea al boletín Luchando por la Vida.
Estamos en el 2020… dentro de 9 años.
Recordamos el éxito de las campañas a gran escala de las pruebas de VIH realizadas en la década de 2010. Después de que Sudáfrica mostrara el camino, muchos otros países lo siguieron. El estigma social ha desaparecido y es normal que todo el mundo conozca su estado respecto al VIH.
Ser seronegativo nunca ha sido tan fácil. Las estrategias de comunicación, incluidas las redes sociales, han reforzado las normas de prevención del VIH, consiguiendo que en el 95% de las primeras relaciones prematrimoniales se utilice el preservativo. Sean seronegativos o seropositivos, los jóvenes tienen a su disposición diversas opciones para evitar la trasmisión sexual del virus. La cuarta generación de preservativos femeninos ha sido todo un éxito: en 2019 la venta de preservativos femeninos superó por primera vez a la de preservativos masculinos.
La historia de la circuncisión masculina también ha sido todo un éxito. Entre 2010 y 2020, todos los hombres adultos y adolescentes que lo desearon fueron circuncidados en los países de alta prevalencia, mientras que los bebés varones son circuncidados al nacer.
Un avance importante ha sido el uso de la terapia antirretrovírica para reducir la carga del virus a la que el sistema inmunitario se tiene que enfrentar. El mundo ha descubierto los grandes beneficios del tratamiento como prevención.
Los microbicidas también han tenido un éxito impresionante. Ahora tenemos varios métodos de administración. El más popular es el anillo que combina la anticoncepción y los microbicidas, que la mujer puede llevar internamente durante hasta tres meses. La liberación paulatina de ingredientes activos evita tanto embarazos no deseados como el VIH.
La tecnología ha avanzado más rápido de lo que se esperaba. El recuento de CD4 apenas se utiliza para decidir cuando se inicia el tratamiento y, gracias a la resistencia probada y a la baja toxicidad de la nueva terapia, seguir el tratamiento es pan comido.
Las investigaciones sobre las vacunas recibieron un gran estímulo en 2009, cuando un ensayo realizado en Tailandia descubrió un modesto efecto de protección al 30%. Desde entonces se han realizado varios ensayos. En cada uno de ellos la vacuna ha adaptado a la cepa del virus que es más común localmente.
Uno de los mayores éxitos de los últimos diez años es que todos los países del mundo han completado un análisis de los modelos de trasmisión de su propia epidemia del VIH (para saber donde se produjeron las últimas 1000 infecciones). Gracias a los ajustes que los programas nacionales realizaron al inicio de la década para abordar las diferencias entre las epidemias locales y la respuesta, los países de todo el mundo han visto los frutos de la combinación efectiva de programas de prevención del VIH más adaptados.
Gracias a los esfuerzos de coordinación sin precedentes y al intercambio de conocimientos entre los países, la respuesta mundial al sida se ha erigido como un modelo para hacer frente a otros retos a los que enfrenta la humanidad.
Fuente: Revista UNAIDS OUTLOOK REPORT 2010