El tabaco, ya sea por su consumo o por la exposición al humo, mata anualmente a casi un millón de personas en la Región de las Américas, es un factor de riesgo prevenible para los cuatro principales grupos de enfermedades no transmisibles, siendo su control un elemento clave para disminuir la mortalidad prematura a causa de esas enfermedades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en la Región la mortalidad atribuible al tabaco es de 16% (17% en los hombres y 15% en las mujeres), cuatro puntos porcentuales más que a nivel mundial (16%). Ver más…
Como vector de las enfermedades tabaco-dependientes, la industria tabacalera es el único obstáculo mayor para el control del tabaco. Así como las estrategias para el control de la malaria deben estar dirigidas a los mosquitos, la comprensión de las motivaciones y el comportamiento de las empresas tabacaleras es un componente esencial para tener éxito en el control del tabaco. Afortunadamente para la comunidad de salud pública, la industria tabacalera es predecible. Ver más…
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