Brasil dio un paso más en materia de prevención del hábito de fumar

Brasil dio un paso más en materia de prevención del hábito de fumar con la creación del Centro de Estudios sobre Tabaco y Salud (Cetab).  De hecho, se pretende llegar más allá. El Cetab –creado por la estatal Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), como parte de la Escuela Nacional de Salud Pública Sergio Arouca– se dedicará a investigar en los otros tres factores de riesgo de las enfermedades crónicas no transmisibles, además del tabaquismo: el alcohol, el sedentarismo y los malos hábitos alimentarios.
En 2011, Brasil aprobó el Plan de Acciones Estratégicas para el Enfrentamiento de las Enfermedades no Transmisibles, como cáncer, diabetes y dolencias cardiovasculares y respiratorias.
“Vamos a enfocarnos en ellas y a hacer investigaciones sobre los factores de riesgo. El cigarrillo aparece como un gran villano. Su consumo no acarrea ningún beneficio, no existe un consumo razonable de cigarrillos que sea inocuo; solo causa males”, dijo a Tierramérica la coordinadora del recién creado Cetab, Vera da Costa e Silva.
El Ministerio de Salud destinará 6,2 millones de dólares al plan presentado en 2011, que prevé acciones hasta 2022.
Se propone, entre otros fines, reducir dos por ciento anual la mortalidad prematura de personas de hasta 70 años por estas causas, para llegar en 2022 a 196 muertes por cada 100.000 habitantes. En 2011, esa relación era de 255 por cada 100.000.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al tabaquismo la principal causa de muerte evitable en todo el mundo, y estima que un tercio de la población mundial mayor de 15 años fuma (uno de cada tres adultos).
La presencia de más de 4.700 sustancias nocivas en el humo de los derivados del tabaco hace que esta adicción cause unas 50 enfermedades.
Ya en el ámbito de la cooperación internacional, la mira estará puesta en atender a los países de América Latina y en los africanos de habla portuguesa, lo que implicará llevar profesionales brasileños a las oficinas que Fiocruz tiene en el exterior, por ejemplo en Mozambique, y atraer a su vez a especialistas de esos lugares a Brasil.
El Cetab se propone apoyar también a la OMS y a la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
A fines de la década de 1980, casi 40 por ciento de la población brasileña era fumadora. En 25 años, esa proporción cayó al entorno de 15 por ciento. Brasil tiene actualmente más de 192 millones de habitantes.
“Gracias a las medidas de control, conseguimos llegar a esos resultados. La industria del tabaco siempre está muy activa, pese a tener conciencia de que vende una dolencia, y nosotros buscamos que el país controle su salud y no permita que se vendan productos dañinos”, dijo Moraes a Tierramérica.
Según él, se nota una caída marcada de fumadores en la juventud de clase media, mas hay “un avance lento pero continuo” de jóvenes fumadores procedentes de clases más pobres.
“Uno de los puntos más importantes en el control del tabaquismo es aumentar el precio de los cigarrillos. Brasil logró, en 2012, gravarlo de modo sustancial, y sin embargo es uno de los más baratos del mundo. Donde hay pobreza hay tabaquismo”, destacó Moraes.
Moraes señaló que, según la OMS, por cada dólar recaudado por estos impuestos, se gastan 4,5 dólares en la atención sanitaria de enfermedades relacionadas con el tabaco.
Brasil destina 10.000 millones de dólares de sus gastos de salud pública para tratar problemas causados por el cigarrillo, mientras recauda 3.000 millones de dólares en impuestos a la industria tabacalera, agregó.
Brasil es solicitado con frecuencia para brindar cooperación internacional e intercambiar experiencias sobre el cumplimiento del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, que orienta a los países a adoptar determinadas medidas para controlar el hábito de fumar.

* Este artículo fue publicado originalmente el 30 de marzo por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.(FIN/2013)Disponible en: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=102607