NeuroEPO: Una molécula para “recordar”
Desde que en 1906 el psiquiatra y neurólogo alemán Alois Alzheimer describiese por primera vez los síntomas de la enfermedad que luego llevaría su nombre, encontrar dianas terapéuticas que alivien este padecimiento ha sido una carrera ininterrumpida para la ciencia.
Más de un siglo después de aquel descubrimiento, las demencias, y en particular el Alzheimer se convertirían en un desafío no solo para los sistemas de salud, sino para la sociedad y la economía global.
Las demencias afectan a más de 50 millones de personas en todo el mundo y ese número aumenta cada tres segundos. Más de 10 millones de personas solo en la región de las Américas padecen esta enfermedad, considerada como una epidemia en el siglo XXI.
Cuba no está ajena a este desafío. Con un 21% de su población con 60 años o más, la nación caribeña es el país más envejecido de la región y se estima que para el 2050 sea uno de los países con mayor índice de envejecimiento demográfico en el planeta.
De acuerdo con estadísticas sanitarias oficiales, cerca de 170 000 personas padecen demencia en Cuba, lo que significa el 10% de los mayores de 65 años y el 1.3% de la población general. La prevalencia de síndrome demencial en nuestro país se estima en 10.2 por cada 100 personas de 65 años y más, constituyendo la enfermedad de Alzheimer su causa más frecuente.
Ante esta realidad, resulta alentador que a los numerosos esfuerzos de la comunidad científica internacional en busca de tratamientos más efectivos, se sumen los profesionales de la ciencia cubana, en tanto esta es también una de las líneas estratégicas del Plan Nacional para las Demencias, aprobado por Ministerio de Salud Pública en nuestro país.
La reciente solicitud al Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), para la autorización de registro de una molécula del Centro de Inmunología Molecular (CIM): la NeuroEPO, en este caso para una enfermedad neurodegenerativa como el Alzheimer, es una noticia esperanzadora.
Cubadebate conversó con la Doctora en Ciencias Teresita Rodríguez, gerente del proyecto de la NeuroEPO, del CIM.
“Con el aumento de la expectativa de vida de la población mundial se han incrementado algunas de las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y Parkinson. Esto ha motivado que la comunidad científica desde el pasado siglo, se haya dedicado a la búsqueda de medicamentos que puedan frenar el avance de las mismas, sin poder lograr beneficios significativos con las drogas que actualmente se encuentran registradas”, apuntó la especialista.
Una de las moléculas mayormente estudiadas—señaló— ha sido la Eritropoyetina humana recombinante, la cual lleva más de 30 años empleándose en el tratamiento de la anemia producida por la insuficiencia renal crónica.
“Sin embargo, a pesar de los estudios realizados en animales, en los cuales se logra demostrar la neuroprotección por sus propiedades antiinflamatoria, antioxidante, inhibidor de la muerte celular programada, promotora de la formación de nuevos vasos sanguíneos etc., no se ha podido emplear en la clínica en tratamientos prologados, como los que se requieren en estas enfermedades. Ello debido a su propiedad hematopoyética (inducir la producción de glóbulos rojos), ya que puede traer como consecuencia efectos adversos que ponen en riesgo la vida del paciente”, explicó Rodríguez.
Según la especialista, trabajos científicos han demostrado que existe una eritropoyetina con bajo contenido de ácido siálico, la cual es producida normalmente por algunas células del cerebro y que pueden estar en déficit cuando se padecen estas enfermedades.
Vea el texto completo en: Cubadebate – 30 septiembre 2021
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