Niños hipertensos: un problema en aumento en Argentina
Niños hipertensos: un problema en aumento en Argentina
Un estudio determinó que el sedentarismo y los problemas alimenticios están aumentando la presión de los niños argentinos.
“Así como pesan o miden a los chicos, el control de la presión tiene que ser una práctica habitual en la consulta, ya que su detección a tiempo puede retrasar la enfermedad o evitar su desarrollo”, indicó el médico Gustavo Blanco.
Entre 2009 y 2011, Blanco dirigió junto a otros cinco profesionales, el Estudio de Riesgo Cardiovascular en Adolescentes (ERICA), una investigación sobre toda la población de entre 10 y 17 años (1056 casos) de la localidad de Batán, ubicada en el Partido de General Pueyrredón, que determinó que alrededor del 15% de este segmento poblacional posee cifras de presión anormales.
“Encontramos que un 10,6 por ciento eran hipertensos y un 4,3 prehipertensos, cuando lo que se estima para esta población a nivel de estudios previos es un 3 o 5 por ciento y en en el peor de los casos un 8″, indicó el médico.
Además, el el estudio un 13,3 por ciento de los adolescentes fueron clasificados como obesos, y un 18,7 con sobrepeso; en tanto que un 52,5 por ciento no realizaban ninguna actividad física fuera de la escuela.
Gustavo Blanco Blanco aseguró que “la población de Batán es representativa de la media nacional por sus índices de escolaridad, provisión de agua y gas, y nivel socioecómico, por ello este estudio nos alertó”.
Otro dato en el que el especialista hizo hincapié es que al 62,2 por ciento de los entrevistados nunca se les había tomado la presión, lo que, indicó “se debe a que a partir de la adolescencia los controles periódicos no son habituales”.
Por su parte, la pediatra Rosa Simsolo, miembro del Servicio de Hipertensión Arterial del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, coincidió que “más allá de que los niños o adolescentes se acerquen al control médico, los pediatras deben incorporar la práctica de tomar la presión a sus controles”.
Simsolo indicó que “el incremento de los casos de hipertensión en niños y adolescentes tiene que ver con la modificación de un estilo de vida que es cada vez más sedentario y que incluye una alimentación poco saludable”.
“El comienzo de la hipertensión de manera temprana se reconoció recién a partir de los años 40, antes ni se tomaba la presión a los chicos, de hecho las primeras tablas de mediciones se elaboraron a fines de los años 70″, describió.
Y añadió que “actualmente la presión arterial en niños y adolescentes se mide en percentilos y se tienen que tener en cuenta valores como la altura, el peso, entre otros”.
“La prevención es fundamental y esto incluye la medición de la presión (tanto en niños como en adultos), el consumo de menos sal y actividad física regular entre otras medidas, que en el caso de los más chicos, implican un fuerte trabajo con las familias”, informó.
La especialista alertó que “en la última encuesta nutricional se determinó que un 7 por ciento de los menores de cinco años son obesos, lo que implica una falla en la alimentación que proveemos los adultos, tanto en la casa como en la escuela”.
“Por ejemplo, los kioscos de las instituciones educativas deberían ofrecer productos saludables, como frutas o yogures”, detalló Simsolo.
Y añadió que “el control de la presión es además una herramienta para la detección de enfermedades potencialmente curables, como podría ser el caso de la coartación de la aorta que es una patología congénita, en los que la hipertensión es una enfermedad secundaria que puede servir como alerta”.
Clasificada como una enfermedad silenciosa, la hipertensión arterial puede causar accidentes cerebrovasculares (ACV), arteriosclerosis, infarto de miocardio y otras afecciones cardiovasculares, insuficiencia renal y deterioro cognitivo prematuro.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que un tercio de la población adulta en el mundo tiene sus valores de presión arterial elevados, y que la hipertensión es la causa directa de la mitad de las muertes por ACV o cardiopatías.
Según estos datos, representaría el 16,3% de los fallecimientos anuales, más que el tabaquismo (9%) y la diabetes (6%).
La Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial estima que en nuestro país las cifras de personas afectadas son similares, y que cerca de la mitad aun no está diagnosticada.
(Fuente: www.losandes.com.ar) [Actualizado: 5 de junio 2013].
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