El tratamiento de la apnea del sueño con CPAP puede disminuir la aparición de hipertensión arterial
El tratamiento de la apnea del sueño con CPAP puede disminuir la aparición de hipertensión arterial
Las guías clínicas de la hipertensión arterial consideran la apnea del sueño como la segunda causa de la enfermedad, y el tratamiento con CPAP (siglas en inglés de: “presión positiva continua en la vía aérea”) está recomendado especialmente en aquellos pacientes en los que resulta complicado un buen control de la presión arterial a pesar del tratamiento instaurado.
La apnea del sueño es una enfermedad crónica muy común que afecta entre el 3 y el 7% de la población general. Esta causada por el colapso de la vía aérea superior durante el sueño provocando ronquidos, una disminución del oxígeno en la sangre, dejar de respirar durante periodos cortos de tiempo (apnea) y somnolencia diurna, ya que el paciente no descansa bien durante la noche (no tiene sueños reparadores). Todo ello provoca un deterioro de la calidad de vida.
La CPAP es el tratamiento idóneo para los pacientes con apnea del sueño y con síntomas diurnos, evitando los trastornos producidos por los periodos de apnea y mejorando de forma substancial la calidad de vida de los pacientes. La CPAP es una máquina que, junto con una mascarilla, el paciente se la coloca por la noche para dormir. La CPAP realiza una presión continua en la vía aérea para evitar que esta se cierre. Sin embargo, este tratamiento en todos los pacientes y en los que no están somnolientos durante el día está en debate. Aún así, debido a la gran incidencia de complicaciones cardiovasculares en los pacientes con apnea del sueño, algunos profesionales tratan con CPAP a todos los pacientes con trastornos del sueño
independientemente si padecen o no somnolencia durante el día.
Dos estudios publicados en me mayo 2012 en la prestigiosa revista JAMA, nos proporciona información adicional acerca de la relación entre apnea del sueño, hipertensión arterial y el rol del tratamiento con CPAP.
En el primer estudio, liderado por el Dr. J.M. Marin, se siguió la evolución durante 12 años de 1.889 pacientes con apnea del sueño pero sin hipertensión arterial. Además, cada año se realizó un control de la presión arterial. Los investigadores concluyeron que no tratar la apnea del sueño esta asociado con un aumento del riesgo de padecer hipertensión arterial, y que, por tanto, poner CPAP a largo plazo se asocia a una disminución de la presión arterial.
Este aspecto es de suma importancia ya que actualmente la apnea del sueño sigue siendo infladiagnosticada, pero no tratada. La identificación precoz de la apnea del sueño y su tratamiento, además de mejorar la calidad de vida del paciente, reduce el riesgo de padecer hipertensión.
El segundo estudio, liderado por el Dr. Barbe, estudió 725 pacientes con apnea del sueño, pero sin síntomas nocturnos. Durante 4 años, a un grupo se les instauro CPAP como tratamiento, y al otro no. Los autores plantean que en pacientes con apnea del sueño, pero sin sintomatología diurna, la prescripción de CPAP no reduce el riesgo de padecer hipertensión arterial.
Estos dos estudios concluyen que la CPAP no reduce el riesgo de hipertensión arterial, pero parece que existe una relación causal con la hipertensión. El tratamiento no sólo puede reducir la presión arterial (de forma modesta), también podría prevenir la hipertensión en grupos de pacientes con alto riesgo, aunque esto aún debe confirmarse en futuros estudios.
(Fuente:http://www.forumclinic.org – publicado 21 de noviembre 2012) [publicado: 21 de noviembre 2012]
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