Por: Maykel Pérez Machín y Francisco J. Morón Rodríguez. Revista Latinoamericana de Hipertensión. Vol. 6 – Nº 2, 2011.
El presente artículo ofrece una revisión de los principales fármacos diuréticos utilizados en la terapéutica de manera convencional e incluye, además, algunos metabolitos provenientes de productos naturales que se han responsabilizado con esta acción farmacológica, definiéndose en todos los
casos los posibles mecanismos de acción implicados con el proceso de diuresis.
Magnesio contra la hipertensión
La ingesta de magnesio, la hipertensión y el riesgo de accidente cerebrovascular se caracterizan por una asociación inversa, modesta pero significativa. Es importante identificar las fuentes dietéticas para incluirlas en la ingesta diaria.
La ingesta dietética de un complemento de magnesio se asocia con reducciones pequeñas, pero significativas, de la tensión arterial, según un reciente metanálisis llevado a cabo por expertos del Reino Unido. En otro estudio, han determinado el vínculo inverso entre un mayor consumo de magnesio y el riesgo de derrame cerebral. Identificar las fuentes dietéticas más abundantes en magnesio es clave para llegar a las ingestas diarias recomendadas y, a partir de ahí, escoger los alimentos idóneos en este nutriente para las distintas comidas del día.
Hasta la fecha, no había pruebas concluyentes sobre el efecto de los suplementos de magnesio en la presión arterial. Sin embargo, la reciente investigación llevada a cabo por expertos de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Hertfordshire, en el Reino Unido, determinó a través de un metanálisis de 22 ensayos clínicos que el mineral puede reducir la presión arterial sistólica hasta 4 mmHg y la diastólica, en 3 mmHg.
Magnesio e hipertensión: evidencias de esta relación
Los mejores resultados se registraron con ingestas de magnesio superiores a 370 mg/día, una cantidad que supera un poco la ingesta diaria recomendada para este mineral, que ronda los 350 mg por día para varones y 300 mg por día para mujeres. La dieta tiene un impacto sobre el riesgo de una persona de sufrir un derrame cerebral y, en particular, se conoce la conexión entre la ingesta de sodio y la hipertensión, un factor de riesgo vascular.
En estudios observacionales, la ingesta aumentada de magnesio, potasio y calcio se ha relacionado de forma inversa con la hipertensión arterial.
Por otro lado, un metanálisis realizado por la División de Epidemiología Nutricional del Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia), tras revisar siete estudios prospectivos con 6.477 casos de accidente cerebrovascular y 241.378 participantes, concluyó una asociación inversa, modesta pero estadísticamente significativa, entre la ingesta de magnesio y el riesgo de accidente cerebrovascular. Los especialistas determinaron que un incremento de la ingesta de 100 mg/día por encima de las recomendaciones se asoció con una reducción del 8% en el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico.
Fuentes de magnesio: dónde, cómo y cuándo
Las mejores fuentes dietéticas de magnesio incluyen vegetales de hojas verdes, cereales integrales y frutos secos. Las encuestas nutricionales muestran que una gran parte de la población adulta no cumple con la dosis diaria recomendada de magnesio. La presencia de alimentos ricos en este elemento mineral debería tenerse en cuenta en todas las comidas del día:
En desayunos, almuerzos y meriendas: un puñado de frutos secos al natural, mezclados entre ellos, añadidos al muesli o a los cereales, mezclados con el yogur; una cuchara sopera de germen de trigo como complemento; una cuchara sopera de salvado de trigo mezclado con el yogur, en particular si se tiene estreñimiento, ya que el salvado es pura fibra; pan de pipas, pan de sésamo, pan de frutos secos o pan integral en lugar de pan blanco. Los frutos secos más ricos en magnesio son (en miligramos por 100 g): las pipas (387 mg), las semillas de sésamo (350 mg), las almendras y piñones (270 mg) y las avellanas (236 mg).
En comidas y cenas: ensaladas de hojas verdes (lechuga, escarola, espinaca), sopas julianas, cremas o platos de verduras con acelgas y espinacas; legumbres (2-4 días por semana); arroz integral varios días por semana, como plato principal o como ingrediente o guarnición de otros platos, incluso como cereal en el desayuno. Las legumbres más ricas en magnesio son la soja (250 mg) y las alubias blancas y rojas (135 mg).
(Fuente: Impulsobaires)
Controlar la hipertensión arterial puede ayudar a evitar la insuficiencia cardiaca
Síntomas como cansancio para caminar, edemas, palpitaciones y dolor constante en el pecho pueden advertir la presencia de una insuficiencia cardíaca.
Recientemente se realizó en el WorldTrade Center de Valencia el VII Congreso de Insuficiencia Cardíaca de Venezuela, que reunió a los más destacados especialistas nacionales e internacionales en las áreas de la medicina interna y cardiología.
En el marco del congreso, se presentó la ponencia “Hipertensión Arterial como factor de riesgo para el desarrollo de la insuficiencia cardíaca”, en la que el cardiólogo Jesús Marval abordó la prevención y chequeo regular como la principal herramienta para evitar el deterioro de la salud cardiovascular, insuficiencia cardiaca y muerte.
La insuficiencia cardiaca es una condición crónica, inhabilitante y potencialmente mortal para los pacientes que la sufren y se traduce como la incapacidad del corazón de bombear sangre en los volúmenes adecuados para satisfacer la demanda del metabolismo.
Una de las condiciones básicas para evitar la insuficiencia cardíaca, es el control oportuno de la hipertensión arterial. De acuerdo con lo señalado por Marval, el diagnóstico de la HTA (Hipertensión Arterial) debe venir acompañado de una evaluación exhaustiva que permita calcular la edad cardiovascular del paciente.
Para determinar dicha edad cardiovascular, se evalúan variables como la edad, niveles de colesterol HDL, enfermedades crónicas como la diabetes, si la persona es fumadora o no y el valor de la presión arterial sistólica.
La determinación de la edad cardiovascular del paciente es fundamental para evitar el avance de la hipertensión arterial como factor de riesgo en la insuficiencia cardiaca.
Chequeo constante
Si bien la HTA en la mayoría de los casos es una enfermedad silente que no produce síntomas evidentes, la persona debe acostumbrarse a realizarse un chequeo regular, con toma de presión arterial periódica. Si se obtienen valores superiores a 140/90, el paciente debe acudir con su médico de confianza y realizar los exámenes adecuados que lleven a su diagnóstico y modificar su estilo de vida con cambios sustanciales en alimentación, actividad física e incorporación de terapia farmacológica.
Marval resalta que a cualquier edad e, incluso, sin haber sido diagnosticados como hipertensos, debemos estar atentos a síntomas como cansancio para caminar, edemas, palpitaciones y dolor constante en el pecho. Ellos nos llevarán a descartar una posible insuficiencia cardiaca.
El doctor suministró datos de un estudio realizado hace dos años en Venezuela, que arrojó que cerca del 36% de la población del país es hipertensa. De esa porcentaje, aproximadamente 70% no ha sido diagnosticado como hipertenso y sólo la mitad del 30% diagnosticado, está controlado”.
Mantener una alimentación balanceada, realizar ejercicios con regularidad y procurar chequeos médicos frecuentes (principalmente control de la presión arterial), reducirá el riesgo de sufrir hipertensión arterial o, en su defecto, controlarla para evitar el desarrollo de insuficiencia cardiaca.
Especial atención requiere la población de alto riesgo de sufrir esta enfermedad, entre los que se encuentran hijos de pacientes hipertensos, personas con obesidad y enfermedades metabólicas diagnosticadas y mujeres que durante el embarazo hayan sufrido crisis hipertensivas. Los individuos que pertenezcan a uno de estos grupos, deben prestar atención constante a sus valores de presión arterial.
(Fuente: El Nacional)
El antecedente de hipertensión arterial está presente en nueve de cada diez cardiopatías isquémicas.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España y en el mundo, a pesar de que las cifras se han estabilizado en los últimos años
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en España y en el mundo, a pesar de que las cifras se han estabilizado en los últimos años gracias a la mejora en el diagnóstico y en el control de la hipertensión arterial, que está estrechamente relacionada con las primeras. De hecho, la hipertensión causa más de un tercio de las muertes cardiovasculares y se estima que solo con un adecuado control de la hipertensión se lograría reducir en un 40% la incidencia del ictus.
El antecedente de hipertensión arterial está también presente en nueve de cada diez cardiopatías isquémicas y en nueve de cada diez casos de insuficiencia cardiaca, y se estima que en los próximos años la cifra de hipertensos aumentará como consecuencia del ritmo de vida actual en los países desarrollados.
De esta relación entre hipertensión y riesgo cardiovascular nace el interés común de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) y Boehringer Ingelheim por impulsar la investigación y el desarrollo científico para un mejor conocimiento de la hipertensión y su implicación en la enfermedad vascular.
Este año, el proyecto ganador del premio es el estudio “Hipertensión hipereninémica como causa excepcional en gestante”, de la sociedad autonómica gallega, que trata una complicación hipertensiva durante el embarazo. El proyecto realiza un diagnóstico diferencial teniendo en cuenta las causas preexistentes y las del propio embarazo, como la gestosis.
El segundo premio recae en el proyecto “Arterioesclerosis sistémica precoz y enfermedad autoinflamatoria” de la sociedad de la Comunidad Valenciana y el tercero es compartido por la sociedad asturiana y riojana, por los estudios “Hipertensión enmascarada” y “¿Un caso más de HTA?”, respectivamente.
Los premios tienen por objetivo presentar la actuación que sobre los pacientes con riesgo cardiovascular tienen los profesionales que trabajan en su detección, evaluación y control. Según el Dr. José Abellán, coordinador nacional del premio, “estos premios reflejan el elevado nivel técnico que se presta a estos pacientes en todos los ámbitos tanto primario como hospitalario. Además, crean un clima de estudio y debate donde confluyen los puntos de vista de las distintas especialidades implicadas en la atención del riesgo cardiovascular, caracterizada por ser multidisciplinar”.
En este contexto, el Dr. Abellán recuerda la importancia de la concienciación del ciudadano del valor de tomar decisiones responsables en la gestión de su salud y contribuir a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios; no en vano, nuevas evidencias científicas ponen de relieve que un diagnóstico y control precoz de la enfermedad es tanto o más importante que conseguir grandes reducciones de presión arterial.
Fuente: Noticias Médicas)
Investigan si la soja puede ayudar a reducir la presión arterial
Los antioxidantes presentes en este cultivo y en el te verde podrían tener un efecto beneficioso, sugiere un estudio.
Se cree que las isoflavonas ayudan a ensanchar los vasos sanguíneos.
Las isoflavonas, un compuesto que se halla en alimentos como la leche de soya, el té verde y el maní, podrían ayudar a reducir la presión arterial en los adultos jóvenes, sugiere una investigación
reciente.
Los investigadores también hallaron que las isoflavonas podrían ser particularmente beneficiosas para los adultos estadounidenses negros, de los cuales se calcula que casi el 42 por ciento
tienen presión arterial alta, también conocida como hipertensión.
Una experta que no tuvo que ver con el estudio dijo que hay motivos para creer que las isoflavonas podrían ayudar al corazón.
Las isoflavonas “dilatan los vasos sanguíneos al aumentar la liberación de óxido nítrico”, explicó la doctora Suzanne Steinbaum, directora de mujeres y enfermedad cardiaca del Hospital Lenox
Hill en la ciudad de Nueva York. Dijo que el nuevo estudio “ilumina una convincente recomendación dietaria que puede ayudar a controlar la hipertensión en los pacientes más jóvenes”.
En el nuevo estudio, los investigadores examinaron datos de más de 5,000 participantes de un importante estudio financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU.
El análisis reveló que los que consumían las mayores cantidades de isoflavonas por día (más de 2.5 miligramos [mg]) tenían una presión arterial sistólica (la cifra superior en una lectura de la
presión arterial) promedio 5.5 mm Hg más baja que los que consumían menos de 0.33 mg de isoflavonas al día.
Para comprender lo que eso significa en la dieta diaria, un vaso de 8 onzas de leche de soya tiene alrededor de 22 mg de isoflavonas y 100 gramos de soya tostada tiene hasta 130 mg de
isoflavonas, explicaron los investigadores.
El estudio fue presentado en la reunión anual del Colegio Americano de Cardiología: “Lo que es único en este estudio es que los resultados son muy aplicables a la población general. Nuestros
resultados sugieren contundentemente un beneficio para la presión arterial con cantidades moderadas de ingesta dietaria de isoflavonas en los adultos jóvenes negros y blancos”, aseguró en un
comunicado de prensa del ACC la investigadora líder Safiya Richardson, estudiante de término de medicina del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia, en la ciudad de
Nueva York.
“Nuestro estudio es el primero en mostrar un beneficio en afroamericanos, que tienen una alta incidencia a la hipertensión, con un inicio más temprano y un daño más grave en órganos
importantes”, añadió.
Los hallazgos “podrían significar que consumir proteína de soya, por ejemplo, en combinación con una dieta rica en frutas y verduras, lácteos y granos integrales podría llevar a una reducción en
la presión arterial sistólica de hasta 10 mm Hg en los prehipertensos , aumentando grandemente sus probabilidades de no llegar a tener hipertensión”, planteó Richardson.
“Cualquier modificación de dieta o estilo de vida que las personas puedan hacer fácilmente y que no requiera de un medicamento diario es emocionante, sobre todo al tomar en cuenta las cifras
recientes que calculan que apenas alrededor de un tercio de los hipertensos estadounidenses tienen su presión arterial bajo control”, añadió.
Se cree que las isoflavonas mejoran la producción de enzimas del organismo que crean óxido nítrico, que ayuda a ensanchar los vasos sanguíneos, reduciendo así la presión arterial.
(Fuente: It.Digital)
Las uvas y la soja, armas eficaces para la prevenir la hipertensión
Los trabajos fueron presentados en la 61ª conferencia anual de la American College of Cardiology reunida en Chicago (Illinois, norte) este fin de semana.
Con respecto a las uvas, es el primer estudio controlado científicamente que confirma el efecto del consumo cotidiano de esta fruta para rebajar la presión arterial en las personas
pre-hipertensas.
El estudio ha llevado a 46 hombres y mujeres a medir el consumo de uvas tres veces al día, comparándolo con el consumo de galletas y otras colaciones que no contenían nada de frutas o
legumbres.
Para la soja, los investigadores han analizado las muestras de un estudio iniciado en 1985 para analizar el riesgo de enfermedades coronarias en los jóvenes adultos estadounidenses.
Esta investigación financiada por el Instituto Nacional de Salud (NIH, por su siglas en inglés) contó con 5.115 estadounidenses blancos y negros de entre 18 a 30 años que los examinó en
diferentes intervalos.
El estudio presentado este domingo se concentró sobre los efectos de las isoflavonas, que la soja contiene en gran cantidad, para rebajar la presión arterial.
Las isoflavonas son sustancias próximas a los estrógenos humanos, la hormona femenina y contribuye a la producción de óxido nítrico, conocido por dilatar los vasos sanguíneos y reducir la
presión arterial.
Las personas con pre-hipertensión tienen una presión arterial sistólica situada entre 120 y 139 mm/Hg y diastólica entre 80 a 89 mm/Hg.
Cerca de uno de cada tres estadounidenses adultos se ajusta a esta definición, según los Centros federales de control y de prevención de enfermedades (CDC) .
“Nuestro estudio muestra que si usted eligió comer uvas o galletas de chocolate, le irá mejor elegir las uvas, por lo menos le servirá para rebajar la presión arterial” , afirmó el Dr. Harold Bays
director del Centro de investigación de Louiseville (Kentucky) sobre artereoesclerosis y metabolismo, principal autor del estudio.
Los resultados muestran en efecto que las personas que consumieron uvas registraron una baja neta de su presión sistólica a la cuarta, octava y duodécima semana (de -4.8 por ciento a -7.2
por ciento o de menos 6 a menos 10,2 mm/Mg).
El Dr. Bays no ha identificado como las uvas actúan sobre la presión arterial, pero recordó que estas frutas son muy ricas en potasio y antioxidantes como los polifenoles.
“Las uvas son ricas en potasio, conocido por hacer bajar la presión arterial”, dijo este médico cuya investigación fue financiada por una organización que alienta el consumo de esta fruta y que
está subvencionada por los productores californianos.
Subrayó que es necesario hacer ensayos clínicos más extendidos para confirmar sus resultados.
En el grupo de estudio sobre las isoflavonas, los que consumieron más esta sustancia diariamente (más de 2,5 miligramos) tuvieron una presión arterial sistológica claramente más baja (-5,5
mm/Mg en promedio) que los individuos que absorbieron menos de 0,33mg.
Fue suficiente con tomar un vaso de leche de soja que contiene 22 mg de isoflavonas, precisó Safiya Richardson, la principal autora, quien termina su doctorado de medicina en la Universidad de
Columbia (Nueva York) .
Este estudio también demostró que los afroamericanos, grupo étnico con una fuerte tendencia a la hipertensión, eran beneficiados por los efectos de las isoflavonas, dijo Richardson.
De acuerdo a esta investigadora, este estudio facilitaría los ensayos clínicos para probar científicamente la acción de las isoflavonas sobre la presión arterial.
(Fuente: Prensa Libre)
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