Relación entre hipertensión arterial y la demencia
Por: Reig-Puig, L.; Antón-Rodrigo, I.; Sánchez-Ferrín, P. Publicado en Hipertensión. 2011;28:182-95. – vol.28 núm 05.
La prevalencia de hipertensión arterial así como la de las demencias es elevada. Especialmente para las demencias, y asociado con el envejecimiento poblacional, el número de pacientes aumentará en un futuro próximo. Dada la ausencia de tratamientos curativos en la actualidad sería importante conseguir una prevención efectiva.
¿Hipertenso a los 50? Más riesgo cardiovascular en la tercera edad
Unos cuantos kilos de más, las cifras de colesterol elevadas, un pico en la tensión… El cuerpo utiliza sus propias pistas para advertirle de que no se está cuidando todo lo que debiera. Estos signos hablan del presente, del impacto que le están causando determinados hábitos de vida, pero también pueden utilizarse como armas predictivas de lo que puede sucederle si no hace nada para evitarlo.
Una investigación publicada esta semana en la revista Circulation (doi: 10.1161/CIRCULATIONAHA.110.002774) da cuenta de hasta qué punto son clarividentes estas señales. Según sus datos, los individuos que experimentan subidas pronunciadas en sus niveles de tensión en la mediana edad tienen muchas más posibilidades de sufrir un problema de corazón en el futuro que el resto de sus congéneres.
“Nuestro trabajo demuestra que deben aumentarse los esfuerzos para mantener en un nivel adecuado la tensión arterial y evitar, o al menos retrasar al máximo, la incidencia de la hipertensión arterial para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular”, comentan en la revista médica los autores de este trabajo, de la Universidad Northwestern de Chicago (Estados Unidos).
Este equipo repasó el historial de más de 61 500 individuos que habían participado previamente en distintas investigaciones epidemiológicas. Entre otros factores, tuvieron en cuenta los cambios de presión que estos estudios habían reflejado durante una media de 14 años y analizaron si había alguna relación entre estas cifras y sus posibilidades de sufrir un infarto o un ictus en los años posteriores.
Sus datos demostraron que aquellos participantes que habían registrado hipertensión arterial o habían desarrollado la enfermedad en la mediana edad tenían un riesgo mucho mayor que quienes se habían mantenido o habían conseguido hacer descender estas cifras.
De hecho, “casi el 70% de los hombres que presentaba hipertensión arterial en la mediana edad sufrió un problema cardiovascular superados los 80 años”, subrayan los investigadores, quienes también hacen hincapié en que posiblemente exista una relación estrecha entre el tiempo que una persona vive con hipertensión y sus posibilidades de que sus arterias enfermen.
“Por tanto, evitando la hipertensión arterial antes de la mediana edad y retrasando su aparición puede obtenerse un impacto significativo sobre las posibilidades individuales de convertirse en cardiópata”, concluyen.
(Fuente: Boletin Aldía)
Muchos niños atendidos en emergencias tienen presión arterial alta
Esto podría significar que los niños están asustados y angustiados, o podría señalar problemas más graves, afirman investigadores
Más de la mitad de niños admitidos al departamento de emergencias pediátricas del Centro Médico Shands Jacksonville en Florida tienen presión arterial elevada, señala un estudio reciente.
Los investigadores dijeron que no están completamente seguros sobre cómo interpretar los hallazgos. La presión arterial de los niños podría aumentar temporalmente debido a que se sientan asustados o angustiados, señaló la coautora del estudio, la Dra. Phyllis Hendry, profesora asociada del departamento de medicina de emergencias del Colegio de Medicina de la Universidad de Florida en Jacksonville, en un comunicado de prensa de la universidad.
Pero la presión arterial elevada en los niños puede ser una señal de problemas con los riñones u otros problemas de salud. Los médicos deben evaluar las lecturas de presión arterial con cuidado y tal vez llevar a cabo pruebas posteriores para determinar si hay un problema grave, señaló Hendry.
Los padres también deben dar seguimiento con el pediatra para asegurar que la presión arterial del niño vuelva a la normalidad tras regresar a casa.
Los investigadores analizaron los expedientes médicos de casi mil pacientes de 18 años o menos admitidos al Shands, un hospital urbano, durante trece meses en 2007 y 2008. Esperaban que unos cien pacientes tuvieran presión arterial elevada al llegar a emergencias, pero sucedió con más de 500. Más del veinte por ciento de los niños tenían niveles de presión arterial gravemente elevados.
Los investigadores también hallaron que la presión arterial alta era reconocida en el expediente médico en apenas un pequeño porcentaje de los casos.
“En los pacientes adultos de emergencias, nos enfocamos mucho en las presión arterial, y los valores anómalos están claramente definidos”, comentó Hendry en el comunicado de prensa. “En los niños, es fácil descartar un valor alto porque con frecuencia están ansiosos, lloran o sienten dolor. Hay varias cosas que pueden afectar a la presión arterial”.
Señaló que el cinco por ciento de los jóvenes estadounidenses sufren actualmente de hipertensión, frente a uno por ciento en los 70 y los 80, y que los departamentos de emergencias desempeñan un papel más protagónico en la detección de problemas potenciales con la presión arterial.
El estudio aparece en una edición reciente de la revista Pediatric Emergency Care.
(Fuente: University of Florida Health Sciences Center, news release, Dec. 6, 2011)
Pero otros expertos no están de acuerdo, y afirman que la mejor solución es tratar la hipertensión rápidamente con farmacoterapia
Esperar hasta un año para tratar la hipertensión en un diabético probablemente no resulte nocivo, pero esperar muchos años para controlar la presión arterial podría resultar en complicaciones graves, indica una investigación reciente.
En el estudio, que aparece en la edición en línea del 9 de enero de la revista Journal of General Internal Medicine, investigadores de la Universidad de Chicago sugirieron que un retraso de un año podría dar a los pacientes tiempo para realizar ciertos cambios en el estilo de vida que podrían ayudar a corregir el problema, como limitar la ingesta de sal, hacer ejercicio o perder peso.
El estudio también sugiere que los retrasos en la reducción de la presión arterial entre los pacientes diabéticos no son poco comunes. Algunos pacientes podrían no tener acceso a la atención de salud, mientras que otros podrían no cumplir el tratamiento, explicaron.
Pero otros expertos se mostraron cautos, al anotar que un control rápido de la presión arterial con medicamentos puede prevenir problemas cardiovasculares graves.
En el estudio, un equipo liderado por la Dra. Neda Laiteerapong usó un modelo simulado con una población teórica de adultos entre los 50 y los 59 años que habían sido diagnosticados con diabetes tipo 2.
Los investigadores hallaron que toda una vida de presión arterial sin controlar aumentaba las complicaciones de forma significativa, en 1,855 eventos por cada 10,000 pacientes. También reducía su esperanza de vida en casi un año.
En contraste, un retraso de un año en el control de la presión arterial resultó en apenas un aumento menor en el número de complicaciones, y redujo la esperanza de vida en apenas dos días.
Sin embargo, no se aconseja esperar mucho antes del tratamiento. Los autores del estudio hallaron que diez años o más de retrasos en el tratamiento de la hipertensión podrían llevar a problemas graves de salud, lo que incluía un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y de ataque cardiaco.
“Entre los adultos diabéticos de mediana edad, quizás el daño de un retraso de un año en la gestión de la presión arterial sea menor. Los proveedores de atención de salud quizás deseen concentrarse solo en la gestión de la diabetes en el primer año tras el diagnóstico, para ayudar a los pacientes a establecer una autogestión y modificación del estilo de vida adecuadas”, escribieron Laiteerapong y colegas en un comunicado de prensa de la revista.
Los expertos señalaron que los hallazgos añaden al debate sobre cuándo iniciar la terapia, pero cuestionaron las conclusiones de los autores.
El estudio “contribuye a la discusión continua sobre los objetivos de presión arterial y la importancia del control de la presión arterial en las personas con diabetes”, comentó el Dr. Ronald Tamler, director clínico del Centro de la Diabetes Mount Sinai en la ciudad de Nueva York.
“Sin embargo, no debemos olvidar que este reciente estudio es tan solo una simulación computarizada. Estudios han mostrado que la presión arterial sin controlar en pacientes reales de diabetes sigue siendo una fuente de preocupación y podría llevar a complicaciones, como enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular y enfermedad renal”, añadió Tamler, quien también es profesor asistente de medicina en el centro.
Un cardiólogo añadió que la acción rápida para controlar la presión arterial puede salvar vidas, y cuestionó si esperar que ocurran cambios en el estilo de vida es aconsejable.
El Dr. Henry Black, profesor clínico de cardiología del Centro Médico Langone de la NYU en la ciudad de Nueva York, apuntó que muchos estudios han mostrado que “una acción rápida para controlar la presión arterial reduce los eventos, aunque ninguno de estos estudios evaluaban específicamente a pacientes de diabetes muchos de los voluntarios de los estudios sufrían de diabetes mellitus”.
Según Black, la mayoría de ensayos han hallado que los cambios en el estilo de vida son menos eficaces que la farmacoterapia para controlar la presión arterial. Esto significa que “perder el tiempo con los ‘cambios en el estilo de vida’… retrasará la administración de tratamiento eficaz para estos individuos en alto riesgo”, advirtió. “El tiempo que se desperdicia enfocándose en el control de la diabetes mediante cambios en el estilo de vida puede resultar un mal negocio, si la presión arterial se ve descuidada”.
(Fuente: HealthDay)
Un nuevo meta-análisis confirma evitar el uso rutinario de AAS en prevención primaria cardiovascular
Un nuevo meta-análisis confirma evitar el uso rutinario de AAS en prevención primaria cardiovascular
Archives of Internal Medicine acaba de publicar los resultados de un nuevo meta-análisis, donde los investigadores han realizado una revisión sistemática para evaluar la seguridad y eficacia del ácido acetilsalicílico (AAS) sobre los resultados vasculares y no vasculares en la prevención primaria. Para valorar el balance beneficio-riesgo de este tratamiento en los pacientes, han comparado las reducciones de riesgo de enfermedad cardiovascular con el riesgo de aumento de hemorragia.
Se incluyeron en el análisis un total de 9 ensayos clínicos aleatorizados, controlados con placebo que incluían por lo menos 1000 pacientes por ensayo y que detallaban los informes sobre la enfermedad cardiovascular y resultados no vasculares fatales.
Los resultados fueron los siguientes:
• Durante un seguimiento de 6 años (desviación estándar: 2,1) donde participaron más de 100.000 participantes, el tratamiento con AAS reduce el total de eventos cardiovasculares en un 10% (OR: 0,90, IC95%: 0,85-0,96; número necesario a tratar, NNT: 120), motivado principalmente por la reducción de IM no fatal (OR: 0,80, IC95%: 0,67-0,96; número necesario a tratar, NNT:162).
• No hubo una reducción significativa de las enfermedades cardiovasculares fatales (OR: 0,99 IC95%: 0.85-1.15) o mortalidad por cáncer (OR: 0,93, IC95%: 0.84-1.03), y hubo un mayor riesgo de eventos hemorrágicos no trivial (OR: 1.31, IC95%: 1,14-1,50; número necesario para dañar, NND: 73).
Los autores señalan que los beneficios en eventos no fatales se ven compensados por los eventos hemorrágicos clínicamente importantes y concluyen que, “el uso rutinario de AAS para la prevención primaria no está justificada, y las decisiones de tratamiento deben ser consideradas individualmente a cada paciente”.
Debido a que los beneficios del tratamiento con AAS fueron acompañados por un aumento significativo del riesgo de sangrado, se necesitan más estudios para identificar los subgrupos de pacientes que tienen un riesgo-beneficio favorable para el uso de AAS en prevención primaria. En ausencia de tal información, una reevaluación de las directrices actuales parece estar justificada, en particular en países en los que se les receta a un gran número de adultos sanos la AAS, ya que una proporción significativa de ellos pueden desarrollar complicaciones hemorrágicas.
El editorial que acompaña al estudio comenta, entre otras cosas, que la Royal Pharmaceutical Society ha emitido un comunicado de prensa aconsejando a los pacientes que actualmente se están automedicando con dosis bajas de AAS para la prevención primaria que consulten a su farmacéutico antes de dejar la AAS.
(Fuente: AMA)
Revisión. Relación entre hipertensión arterial y la demencia
Por: Reig-Puig, L.; Antón-Rodrigo, I.; Sánchez-Ferrín, P. Hipertensión. 2011;28:182-95. –
vol.28 núm 05-06.
La prevalencia de hipertensión arterial así como la de las demencias es elevada. Especialmente para las demencias, y asociado con el envejecimiento poblacional, el número de pacientes aumentará en un futuro próximo. Dada la ausencia de tratamientos curativos en la actualidad sería importante conseguir una prevención efectiva. Estudios transversales, y muy especialmente poblacionales, han relacionado la presencia de niveles de tensión arterial elevada con la presencia de declive cognitivo y demencia, pero no solo demencia en sus formas vasculares sino también demencia de Alzheimer. Sin embargo, estudios de intervención no han logrado modificar la presencia de deterioro cognitivo en los grupos tratados.
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