Estudio revela que estadounidenses consumen el doble de sal del que requieren.
La mayoría de esa población consume 3.466 miligramos (mg) de sodio por día, más del doble del límite recomendado.
Nueve de cada 10 estadounidenses comen demasiada sal, muchos de ellos hasta el doble de la cantidad recomendada, de acuerdo a un sondeo de investigadores del Gobierno.
El estudio señaló que alrededor del 77 por ciento del sodio en la dieta proviene de los alimentos procesados y los platos de restaurantes.
El sodio se volvió tan omnipresente en nuestra dieta que es difícil para los estadounidenses mantenerse dentro de los límites recomendados, dijo Janelle Peralez Gunn, analista de salud pública de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por su sigla en inglés), que lideraron el estudio.
Los profesionales de la salud pública, junto con los fabricantes de alimentos, minoristas y proveedores del sistema de salud, deben tomar medidas para ayudar a apoyar los esfuerzos de la población para reducir el consumo de sodio, dijo Peralez Gunn.
El estudio indicó que la mayoría de los estadounidenses consume 3.466 miligramos (mg) de sodio por día, más del doble del límite recomendado. Gran parte del exceso de sodio proviene de alimentos como la pizza, las galletas y las carnes, señaló.
Las Guías Nutricionales del 2005 para los estadounidenses aconsejan no comer más de 2.300 mg de sodio por día. La propuesta para los nuevos parámetros del 2010 es bajar ese límite a 1.500 mg.
Comer demasiada sal puede elevar la presión arterial, lo que puede causar falla renal y accidente cerebrovascular (ACV). El Instituto de Medicina declaró en febrero que la hipertensión es una enfermedad ignorada que cuesta al sistema de salud estadounidense 73.000 millones de dólares por año.
De acuerdo al sondeo de los CDC, los alimentos basados en granos representan la mayor proporción de sal en la dieta estadounidense, contribuyendo al 36,9 por ciento del consumo total promedio de 3.466 mg.
Luego le siguen los alimentos que contienen carne, pollo y pescado, que representan el 27,9 por ciento.
En abril, el Instituto de Medicina pidió a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por su sigla en inglés) que regule la cantidad de sal agregada a los alimentos para ayudar a la población a reducir el consumo de sal.
La agencia aún no decidió si obligará a las compañías de alimentos a disminuir la sal, pero muchas han incorporado el mensaje y comenzaron a hacerlo voluntariamente.
(Fuentes: Reuters)
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