La historia de un mapa, un anestesista y un reverendo que revolucionaron la epidemiología
Tándem médico-reverendo
El clímax se produjo el viernes, 5 de septiembre, una semana después del estallido de la epidemia. Tras una discusión con la Junta Parroquial, Snow logró que de mala gana retiraran la palanca de la fuente, en medio de las protestas de los vecinos. En los días siguientes, los contagios cayeron en picado y finalmente cesaron, dejando un saldo total de 616 muertes.
A Snow le seguía faltando la pieza principal del mosaico, la prueba irrefutable de la vía acuática de la infección. Y esta se la daría Whitehead.
Después de estudiar su mapa, el pastor había variado de postura. Su conocimiento del barrio le condujo a la madre que echó al pozo negro el líquido de los pañales infectados. Con esta pista consiguió que se excavara el sumidero. De este modo se descubrieron las filtraciones a la fuente de Broadstreet, quedando desacreditada la teoría miasmática.
Gracias al mapa, los siguientes brotes de cólera en Londres fueron controlados y se reorientó la red de alcantarillado para que desembocara lejos de la ciudad
Snow pasó a la historia como el santo patrón de la epidemiología y su mapa es recordado como un ejemplo modélico del análisis visual de datos. Gracias al “gran experimento” cumplido en tándem con el pastor, los siguientes brotes de cólera en Londres fueron rápidamente controlados y se reorientó la red de alcantarillado para que desembocara lejos de la ciudad.
La parte irresuelta del misterio, la identidad del agente infeccioso, se aclararía algunos años más tarde cuando Pasteur aquilató la teoría de los gérmenes, y Pacini y Koch identificaron al vibrio cholerae.
En el método está el meollo
Es de celebrar que el libro se enfoque en el aspecto metodológico, algo que muchos divulgadores descuidan por centrarse en los retos iniciales y su resolución. Johnson articula la salud pública, la epidemiología, la microbiología, el urbanismo y la historia de la ciencia, recordando que la buena divulgación pone en juego la mayor cantidad de saberes posibles.
Con los recursos del thriller médico describe la confluencia en el mapa de las estadísticas de William Farr y la observación en el terreno de Snow y Whithead. Y todo trufado de explicaciones sobre cómo mata el cólera, la gestión victoriana de la basura y las cirugías antes de la llegada de la anestesia.
Leída esta obra del año 2006 en el marco de la crisis actual, hay una lección digna de mención: las ciudades, si bien facilitan la propagación de gérmenes, poseen una densidad de recursos médicos e intelectuales que contribuye a su estudio y contención.
Un dato que alimenta la esperanza en que, en nuestras urbes y en estos momentos, nuevos Snows y nuevos Whitehead estén combinando el saber médico y el conocimiento local en experimentos que conduzcan a la superación de la pandemia y a la neutralización del coronavirus.