junio 2015 Archivos

Clinically relevant subgroups in COPD and asthma.
Turner AM, Tamasi L, Schleich F, Hoxha M, Horvath I, Louis R, Barnes N
Eur Respir Rev. 2015 Jun;24(136):283-298.

Como ha aumentado  el conocimiento de la enfermedad de las vías respiratorias, se ha hecho evidente que ni la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) ni el asma,  son una  enfermedad sencilla, fácil de definir.

En el pasado, las opciones de tratamiento para ambas enfermedades fueron limitadas; por lo tanto, había menos necesidad de definir subgrupos. Como las opciones de tratamiento se han incrementado, también lo ha hecho nuestra necesidad de predecir,  quién va a responder a los nuevos medicamentos.

Hasta la fecha, la identificación de subgrupos ha sido en gran medida reportado  por la caracterización  clínica detallada o las diferencias en patobiología. Estos subgrupos se denominan comúnmente “fenotipos”;  sin embargo, el problema de definir lo que constituye un fenotipo, es si esto debe incluir enfermedades comórbidas y cómo  los cambios a través del tiempo ha llevado a que el término se utilice libremente. En esta revisión, se describen los subgrupos de pacientes  con EPOC y el asma cuyas características clínicas creemos tienen implicaciones pronósticas o terapéuticas , y si estos subgrupos son constantes en el tiempo.

Por último, se discute si los subgrupos que se describen  son comunes a ambos, en  el asma y la EPOC, y se brindan algunos ejemplos,  de cómo el tratamiento podría ser adaptado a pacientes en que el subgrupo está claro, pero la etiqueta de asma o EPOC no .

Bronchial thermoplasty in asthma: current perspectives.
Laxmanan B, Hogarth DK.
J Asthma Allergy. 2015 May 15;8:39-49.
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La Termoplastia bronquial (BT) es una nueva terapia para los pacientes con asma grave. El uso de energía térmica por radiofrecuencia,  tiene como objetivo reducir la masa del músculo liso de las vías respiratorias. Varios ensayos clínicos han demostrado mejoras en la calidad de vida relacionada con el asma y una reducción en el número de exacerbaciones después del tratamiento con BT.  Además, datos recientes han demostrado la seguridad a largo plazo del procedimiento, así como mejoras sostenidas en las tasas de exacerbaciones de asma, reducción en la utilización de servicios de salud, y una mejor calidad de vida. Se necesitan más estudios para dilucidar los mecanismos subyacentes que dan lugar a estas mejoras. Además, una mejor caracterización de los subfenotipos que puedan exhibir el mayor beneficio clínico de asma es un paso crítico en la determinación de la función precisa de BT en el tratamiento del asma grave.