La vida de una mujer normal

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transexualidadPinar del Río es sede de la ¨XI Jornada Nacional de Lucha Contra la Homofobia y la Transfobia¨. A propósito, el periódico Guerrillero comparte este testimonio enfocado en el respeto a la diversidad. El primero de febrero de este año, Hany González García, de 37 años de edad, se convirtió en la persona número 48 en el país y primera pinareña que se sometió a una operación de cambio de sexo. Con ello cumplió uno de los grandes sueños de su vida.

Estuve nueve años atendiéndome, pero en realidad llevo muchos más esperando por esto, desde los 15 o 16 años. Recuerdo que en mi escuela me hacían pasar penas. Me decían que hablara gordo y yo hablaba finito, pero no eran cosas fingidas, sino mi forma de ser. A mi mamá le aconsejaban que me llevara a los psicólogos o psiquiatras, que veían algo en mí que no era normal.

Cuando me hice mayor de edad me dije que no me iba a importar lo que hablaran de mí. Los demás tenían sus vidas y no me metía en ellas. Debía decidir para dejar ese círculo vicioso de que quería y no podía. Así empecé a los 17 años a vestirme de mujer y desde esa edad busco mis cosas y tengo lo mío.

Hoy soy ama de casa. Cuando terminé el noveno grado determiné no seguir porque tuve muchas complicaciones en la vida, tabúes que no me dejaban avanzar.

Luego hice el duodécimo grado en la Facultad por la noche y comencé a trabajar en el Centro de Rehabilitación al frente del policlínico Turcios Lima, donde, gracias a Dios, me aceptaron como era, vestida de mujer. Inicié limpiando pisos y después pasé un curso de masaje facial, por lo que estuve de técnica. Durante los dos o tres años allí nunca presenté problemas. En el mural estaba hasta mi nombre, con el que me identifico: Hany González García.

A los 10 años de mi relación de pareja, me contagié con VIH. Ni él ni la vida me dejaron escoger. Sin embargo, para la operación eso no fue un problema, siempre y cuando tuviera mis CD4 y mi carga viral bien, junto a los otros análisis de rutina y siempre he tenido un organismo fuerte.

Sé que tengo VIH en el momento que tocamos el tema, de lo contrario no me acuerdo, pues hago mi vida normal, ni me acomplejo de esta enfermedad. Tengo adherencia al tratamiento, me tomo todos mis medicamentos en sus horarios, soy disciplinada, sin vicios, si necesito hacerme un análisis o una carga viral los hago y voy a todas las consultas con el clínico. [Por: Anelys Alberto Peña]

Vea la información completa.

Fuente: Periódico Guerrillero. Pinar del Rio, Cuba. 16/5/2018

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