Unicef

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Diciembre 1, Nueva York (Reuters Health). Una generación de bebés podrían nacer libres de sida si la comunidad internacional reforzara los esfuerzos para proporcionar acceso universal a la prevención, el tratamiento y la protección social del VIH, dijo el martes Naciones Unidas. Un informe del fondo de la ONU para la infancia, UNICEF, halló que millones de mujeres y niños, particularmente en países pobres, no accedían a los servicios contra el VIH por su sexo, estatus social o económico, localización o educación. A pesar de que los niños se han beneficiado del progreso sustancial logrado en la lucha contra el sida, dijo, se requiere hacer más para asegurar que todas las mujeres y niños tengan acceso a medicinas y servicios sanitarios diseñados para evitar la transmisión entre madre e hijo. Según los últimos datos de la ONU, nacieron 370.000 niños con VIH en el 2009, la gran mayoría en Africa, la región que tiene de lejos la mayor carga por el sida. Los bebés son particularmente vulnerables a los efectos del VIH y sin tratamiento aproximadamente la mitad de los bebés infectados morirán antes de cumplir dos años. UNICEF dijo que aunque la disponibilidad de servicios de diagnóstico en la primera infancia se habían incrementado considerablemente en muchos países, la cobertura mundial seguía siendo baja, con apenas un 6 por ciento en el 2009. En un comunicado diferente antes del día mundial contra el sida el 1 de diciembre, el director de ONUSIDA, Michel Sidibe, dijo: Nada me da más esperanza que saber que es posible conseguir una generación libre de sida en nuestra generación.
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Londres, noviembre 9/2010 (AFP). Se trata de un paquete codificado por colores que contiene fármacos contra el VIH/sida y dibujos con el que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) espera ayudar finalmente a terminar con la transmisión del virus letal de las mamás a sus bebés. El tratamiento para madres e hijos denominado: Innovación para una generación libre de VIH será distribuido a 30 000 embarazadas en Kenia, Camerún, Lesoto y Zambia desde este mes. El sistema contiene todas las medicinas e instrucciones necesarias para proteger a una madre infectada y a su recién nacido, aún si la mujer nunca visita una clínica nuevamente hasta después de tener a su hijo, e incluso si no sabe leer. “No necesitamos ningún avance científico o nueva tecnología para combatir este problema”, dijo Jimmy Kolker, jefe del VIH y sida de Unicef. “Lo que necesitamos es una forma de dar poder a las mujeres para tomar el control de su propio cuidado”, añadió.

La evidencia en los países desarrollados, donde prácticamente no hay transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida de madres a bebés, muestra que ya existen todos los fármacos y el conocimiento médico para controlar el llamado “contagio vertical” a nivel mundial. La mayor barrera que impide eliminar la transmisión del VIH de madre a hijo en los países más pobres, una meta que Naciones Unidas ha dicho que quiere alcanzar para 2015, es la logística de llevar los medicamentos correctos a las personas adecuadas y en el momento preciso. “En el mundo desarrollado hay actualmente muy pocos bebés que nacen siendo VIH positivo, pero en África aún nacen más de 1000 (niños infectados) por día”, dijo Kolker a Reuters durante una entrevista. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que unos 430 000 niños se infectaron con el VIH en 2008, la amplia mayoría por transmisión vertical, o de madre a hijo. Con todo, este tipo de contagio de la enfermedad es casi totalmente prevenible en los lugares donde se cuenta con los servicios adecuados. Los niños que nacen con el VIH enfrentarán la enfermedad de por vida y, si tienen suerte, estarán medicados toda su vida. En África, al menos la mitad de ellos no vivirá más allá de su segundo cumpleaños sin intervención médica. A unos 70 dólares por caja, el paquete de asistencia para la madre y el bebé cuesta menos de la mitad de lo que costaría administrar un tratamiento farmacológico de un año a un bebé VIH positivo, según Unicef. “Es rentable desde todo punto de vista”, dijo Kolker. “Es algo que puede hacerse a nivel de una aldea y puede ser seguido por un trabajador de la sanidad comunitario o un grupo de madres. No requiere de una enfermera o de un médico para su cumplimiento”, agregó. El paquete se divide en tres secciones
distinguidas por colores: la azul, de fármacos que deben tomarse durante el embarazo; la amarilla, de medicinas necesarias durante el trabajo de parto y el nacimiento; y la rosa, de medicamentos necesarios para la madre y el bebé luego del parto. La codificación por colores junto con una serie de dibujos simples están diseñados para ayudar a las mujeres con bajo nivel educacional a saber cuándo y en qué dosis tomar la medicación. Este proyecto piloto de Unicef de 8 millones de dólares, que se iniciará en cuatro países, está planeado en tres fases, La Habana, Cuba Fecha: 06/11/10 que incluirán cada una la entrega de alrededor de 30 000 paquetes de asistencia con los que se busca llegar a casi 100 000 mujeres para mediados de 2011. Si muestra ser exitoso, Kolker dijo que Unicef planea incrementar el plan en esos países y ampliarlo para incluir más naciones.