Enfermedades diarreicas agudas
y da lugar a debilidad y a ulteriores enfermedades. En los niños pequeños, la diarrea puede agravarse rápidamente y, si no se trata, conducir a la muerte.
La diarrea puede tener muchas causas. Puede ser un síntoma de enfermedad o un efecto secundario de la administración de medicamentos; es producida frecuentemente por el consumo de alimentos contaminados como consecuencia de una escasa higiene alimentaria. El consumo de determinados alimentos suele agravar la diarrea.
Se suele creer equivocadamente que cuando se padece de diarrea es necesario dejar de comer y de beber, y que se han de tomar medicamentos. Sin embargo, reducir la ingesta alimentaria puede agravar más el problema. Discuta el empleo de medicamentos contra la diarrea con un agente de salud o médico. No utilice medicamentos que se han recetado para otras personas.
El organismo elimina las sustancias tóxicas presentes en el intestino mediante la diarrea. Aun cuando la mayoría de las diarreas cesan al cabo de un par de días, la mejor cura es beber mucho líquido, o una solución de rehidratación oral (véanse los cuadros de las págs. 37 y 38), no interrumpir el consumo de alimentos y tratar las causas subyacentes, si son conocidas, hasta que cese la diarrea.
La mayoría de las diarreas pueden tratarse en el hogar, siguiendo las sencillas indicaciones que aparecen más adelante. Conviene recabar el consejo de un agente de salud si el trastorno dura más de tres días, si se produce fiebre, si aparece sangre en las heces, o si se produce gran debilidad. Es mejor prevenir que curar. Pueden evitarse muchos casos de diarrea siguiendo las reglas de higiene elementales.
No deje de comer cuando tenga diarrea; beba abundantemente
Recomendaciones generales. Beba diariamente más de ocho vasos de líquido, especialmente agua. También conviene beber otros tipos de líquidos para reponer las sales que se han perdido y suministrar energía. A continuación se dan algunas indicaciones relativas a alimentos que se digieren fácilmente y a bebidas que pueden contribuir a la rehidratación del organismo y a proporcionar sales, energía y vitaminas.