Intervenciones educativas y preventivas en adolescentes y jóvenes

países en desarrollo. Todos los tipos de intervención escolar deben ser objeto de nuevas evaluaciones rigurosas, y es preciso realizar también evaluaciones más precisas de las intervenciones mediadas por compañeros y no basadas en los programas de estudios antes de poder pasar a recomendarlas ampliamente.

Los servicios de salud

enfermeras vih ITS CubadebateLos servicios de salud complementan las intervenciones realizadas en otros sectores, pero es frecuente que los jóvenes no los utilicen. Los servicios más importantes de cara a la prevención del VIH entre los jóvenes son los que fortalecen su capacidad para evitar la infección, entre ellos la información y la consejería; los que reducen los riesgos, en particular proporcionando preservativos e intervenciones en materia de reducción del daño; y los que ofrecen diagnóstico y tratamiento para las infecciones de transmisión sexual y el VIH.

Estudios sobre las intervenciones encaminadas a fomentar el uso de los servicios de salud por los jóvenes recomiendan que se apliquen de forma generalizada, con un seguimiento meticuloso de la calidad y la cobertura, las intervenciones que incluyan formación para los proveedores de servicio, mejoras de los consultorios y realización de actividades en la comunidad, y que aquellas que entrañen además la implicación de otros sectores se apliquen también ampliamente pero con cautela, siempre que incorporen un componente importante de evaluación.

Los medios de comunicación

Los jóvenes están muy familiarizados con los medios de comunicación, de donde obtienen información y ejemplos sobre el modo de comportarse, de ahí que dichos medios tengan un potencial enorme para hacerles llegar mensajes sobre el VIH y el sida. Se ha observado que los programas basados en medios de comunicación pueden influir en los resultados relacionados con el VIH entre los jóvenes, pero no en todas las variables ni en todas las campañas. Las campañas que incluyen el uso de la televisión son las que requieren el mayor umbral de evidencia, pero son también aquellas cuyos efectos gozan del máximo apoyo evidencial. Todo ello parece indicar que los programas amplios basados en los medios de difusión constituyen un valioso instrumento en este terreno.

Según un trabajo de OMS, las intervenciones preventivas y educativas se pueden clasificar en cuatro categorías, en función de si las pruebas son lo bastante sólidas para formular recomendaciones.

¡Ya!

Pasemos a la acción e intervengamos ya, supervisando la cobertura y calidad de la intervención. Estrategias que se recomiendan dentro de esta categoría:

  • Escuelas: intervenciones basadas en currículum de estudios con características eficaces, dirigidas por adultos.
  • Servicios de salud: intervenciones que incluyen formación para los proveedores de servicios, cambios en las instalaciones, y promoción de los servicios entre los jóvenes y los líderes de las comunidades.
  • Medios de comunicación: intervenciones que envían mensajes a través de la radio y/o la televisión, además de otros medios de difusión.

¿Listos?

Apliquemos extensamente la intervención pero evaluémosla cuidadosamente. Estrategias que se recomiendan dentro de esta categoría:

  • Comunidades geográficamente delimitadas: intervenciones centradas explícitamente en los jóvenes a través de estructuras y organizaciones existentes.
  • Jóvenes más expuestos al riesgo del VIH: programas basados en centros de salud que también tienen un componente de extensión comunitaria, y proporcionan información y servicios.

¿Preparados?

Es preciso investigar y desarrollar más la intervención, si bien muestra potencial de ser efectiva.

No intervenir

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