Efectividad de un programa de orientación cognitiva con y sin tratamiento sustitutivo con nicotina en la cesación tabáquica en pacientes hospitalizados
El estudio analiza la eficacia de una intervención conductual-cognitiva de alta intensidad frente a una intervención mínima iniciada durante un ingreso hospitalario, y si la combinación con tratamiento sustitutivo con nicotina (TSN) puede aumentar las tasas de abstinencia a los 12 meses de seguimiento.
Se estudiaron 2.560 fumadores activos durante un ingreso hospitalario. De ellos, 717 fumadores rehusaron entrar en el estudio y tras una intervención mínima se les solicitaba poder telefonearlos al año para preguntar si continuaban fumando. El resto, 1.843 fumadores recibieron tratamiento cognitivo de alta intensidad y fueron aleatorizados para recibir o no TSN. El seguimiento tras el alta se realizaba en consultas externas o con sesiones telefónicas.
Se encontró al año de seguimiento, el 7% de los que rehusaron entrar en el estudio se mantenían sin fumar frente al 27% de los que entraron en el estudio (p<0,001). Existían diferencias significativas entre el grupo que realizó solo tratamiento conductual (21% de abstinencia) frente al grupo que además realizó TSN (33% de abstinencia; p=0,002). En este último grupo existían diferencias significativas (p=0,03) entre los que realizaron el seguimiento en consultas (39% de abstinencia) frente a los que hicieron el control telefónico (30%). En el análisis multivariante, los predictores de abstinencia a los 12 meses fueron: haber utilizado TSN (OR 12,2; 95% de CI, 5,2–32; p=0,002) y mayor puntuación en el test de Richmond (OR 10,1; 95% de CI, 3,9–24,2; p=0,01).
Conclusiones: Una intervención de orientación cognitiva iniciada en fumadores ingresados aumenta las tasas de abstinencia a los 12 meses frente a una intervención mínima, y aún aumenta de forma más significativa dichas tasas si se le añade TSN.
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