Beber y conducir te abre puertas

Constantemente deseamos que se nos abran diferentes puertas. Unos pasan cursos y se superan para alcanzar su objetivo, otros incluso acuden a la religión y piden a un ser superior que les ayude. No faltan quienes se abren camino a la fuerza, sin escrúpulos. Existen tres puertas que la bebida puede abrirle a un conductor:

1-Las puertas de la cárcel: la Ley 62 del código penal sanciona a los conductores afectados para conducir a sanción de privación de libertad por un período de hasta 10 años en caso de ocasionar la muerte a otra persona.
2-Las puertas de un hospital: porque un accidente puede provocar, en el conductor y en otros, lesiones y secuelas que pueden llegar a ser irreversibles.
3-Las puertas del cementerio: existe un alto índice de muerte provocada por conducir luego de haber ingerido bebidas alcohólicas, y las víctimas, una vez más, pueden ser personas inocentes.

Decide no abrir estas puertas, no mezcles el volante y el alcohol.

Por: Dr. Angel Escobedo Almendral
Profesor de “ABC conducción”