Crítica literaria: clásicos de la enfermería
La profesión de enfermería reúne en su cuerpo de enfermeras(os), sin temor a equívocos, una legión ya de carácter histórico, de personas muchas de las cuales se incorporaron a esta noble misión por encargo humano, más que social.
Sin olvidar que en nuestras dos grandes guerras de independencia del siglo XIX, fueran sus más grandes representantes su mayoría, justamente las esposas de los principales jefes mambises, de ahí que sus sucesoras mantuvieran en sus genes el carácter y madures que le permitieran asumir grades retos desde el inicio mismo de la república de Cuba, en 1902.
A pesar de los pesares que imponía la presencia yanqui. Fue gracias a estos que se presentaron en nuestro país las primeras escuelas de formación de enfermeras modernas por ese entonces con una preponderancia de féminas, siempre ocupadas de misiones y tareas de mayor rigor, determinación, perseverancia y entrega que resultaron fundamentos espirituales en la práctica diaria del cuidado sanitario, tanto en clínicas de alto prestigio así como en hospitales públicos.
Con el advenimiento de la revolución triunfante de 1959, se transformó la realidad que hasta entonces ocupaba las diferencias clasistas y sociales. Para emprender nuevos planes metas y porque no, misiones, en cada una de estas siempre estuvo presente el personal de enfermería, liderazgo, modestia y sencillez, sin pretensiones altruistas, y consagrados(as) la enfermera(o) cubano(a) mereció un lugar destacado en la sociedad moderna.
El artículo Personal de enfermería acreedor de la medalla “Florence Nightingale” presentado por el MSc. Rafael René Suárez Fuentes, se convierte en un valioso recordatorio de estas valiosísimas mujeres que por sus sobradas cualidades y meritos ostentan, para orgullo de los que militamos en este prestigioso gremio, la medalla “Florence Nightingale”.
Gracias por su legado.
Elaborado por: MSc. Alberto Anias Martínez, editor principal.
Fecha: jul 28th, 2015. En: Propuesta del editor.
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