Diagnóstico precoz: Cáncer de cérvix
Hay dos elementos de extraordinaria importancia al implementar un Programa de Detección de Cáncer de Cérvix: la edad a la que se debe iniciar la pesquisa y la frecuencia con que se debe realizar la prueba (citología vaginal). La frecuencia de la prueba anual, cada dos años o cada tres años, prácticamente no tiene diferencia en términos de posibilidad de reducción de mortalidad. En Cuba se realiza cada tres años.
Con respecto al inicio del pesquisaje hay algunas consideraciones que deben realizarse. La mayor frecuencia, en términos de tasa de incidencia por 100 000 mujeres del cáncer invasor, se produce después de los 40 años. El cáncer in situ no siempre alcanza el estatus de carcinoma infiltrante. Las recomendaciones de la OMS en la detección del cáncer de cérvix es que se apliquen las modalidades según los recursos disponibles:
- Una prueba en la vida de la mujer entre los 25 y 40 años, cuando se cubra el 80 %.
- Una prueba cada 10 años, una prueba cada 5 años y así sucesivamente.
Principales características del diagnóstico precoz del cáncer cérvico uterino:
1. Educación sanitaria para sensibilizar a la población
2. Imponer normas terminantes para las mujeres mayores de 25 años.
3. Identificar a las mujeres de 25 a 64 años de edad.
4. Enseñar al personal de atención primaria a examinar el cuello uterino e identificar sus alteraciones.
5. Combinar la detección de una anomalía con el envío del caso a efectos de diagnóstico, tratamiento y seguimiento.