Hipertensión arterial refractaria puede tratarse con denervación renal exitosamente (Para ver la noticia de su fuente original debe tener internet)
La hipertensión arterial, es un enemigo silencioso, ya que generalmente es asintomática. En Venezuela la prevalencia de esta enfermedad es de 34%, y apenas 8,5% de quienes la padecen está controlado; uno de los peores índices en América Latina junto a Ecuador y Chile.
Se calcula que uno de cada tres venezolanos adultos es hipertenso y que del total de afectados cerca de 3% sufre de hipertensión refractaria, aquella que no se controla ni siquiera con medicamento, informó el médico cardiólogo Juan Simón Muñoz.
La hipertensión refractaria se define como la ausencia de control de la presión arterial a pesar de un tratamiento adecuado, con al menos tres fármacos antihipertensivos en dosis plenas (uno de ellos diurético), en pacientes con un buen cumplimiento de la medicación antihipertensiva, explicó el cardiólogo. El pronóstico de estos hipertensos (lesión de órganos diana y aparición de eventos cardiovasculares y renales) estará en función de las cifras de presión arterial que se consigan con el tratamiento antihipertensivo a lo largo del seguimiento, y del grado de control de otros factores de riesgo que con frecuencia se asocian a la afección, agregó.
Hay factores de riesgo que predisponen a una persona a sufrir de HTA. Están los modificables como el tabaquismo, la diabetes mellitus, dislipidemia (aumento de lípidos en la sangre), sedentarismo, estrés y obesidad, así como los no modificables como la edad, (por ejemplo, hombres mayores de 45 años y mujeres de 55), historia familiar de hipertensión y enfermedad cardiovascular, recapituló.
El urólogo René Sotelo especificó que cuando no se controla adecuadamente la hipertensión arterial, se aumenta significativamente los riesgos de accidente cerebrovascular, infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardiaca y enfermedad renal crónica, condiciones que pueden llevar a tener severas secuelas de incapacidad y la muerte. Y si la hipertensión arterial es refractaria, el riesgo se multiplica.
Denervación renal contra la HTA
Para tratar la hipertensión arterial refractaria, anteriormente se hacía por medio de cirugía abierta, surgida en los años 50, al determinarse que los riñones juegan un papel importante en la regulación de la presión, por encargarse de controlar la cantidad de agua y sal en la sangre, afectando directamente a la cantidad de líquido dentro del sistema circulatorio. Pero este sistema de regulación en las personas hipertensas no funciona con normalidad, por lo que en la cirugía se hacía una gran herida y se retiraban todo los nervios del área del tórax y del abdomen que inervaban la zona renal y suprarrenal, recapituló Sotelo, pero indicó que aunque dio resultados positivos, en ocasiones se registraba importante morbilidad asociada, ya que por el exceso del bloqueo se reducía de manera excesiva la presión arterial y el paciente presentaba mareos e hipotensión.
-En vista de estas complicaciones, surgió la “denervación endovascular”, que consiste en viajar por dentro de la arteria renal y con radiofrecuencia quemar las pequeñas ramas que están exclusivamente dentro de la arteria renal. Este procedimiento se hace generalmente en los servicios de cardiología intervencionista, pasando un catéter por la arteria ilíaca que llega hasta la arteria renal, adicionó.
Ahora, lo novedoso es realizar la denervación asistida con robot, entrando por laparoscopia, se diseca la arteria y la vena renal de cada lado y se fulguran todas las ramas nerviosas de la arteria, de la vena y alrededor de la vena, con lo cual se asegura una denervación real del riñón, además de su precisión, según detalló el especialista.
Tiene indicación formal en los casos donde no se puede hacer la denervación endovascular sobre todo en pacientes que tienen arterias muy delgadas, con múltiples arterias, pacientes con insuficiencia renal, siendo en estos casos ideal para el abordaje robótico.
Esta técnica fue descrita en la Universidad del Sur de California de los Estados Unidos por el Dr. Inderbir Gill, quien vino recientemente como profesor invitado para el Congreso de la Fundación Cauro y participó en la programación de estas cirugías en el país, con el objetivo de difundir esta novedosa técnica en Venezuela, informaron los voceros.
Mediante el bloqueo de los nervios que emanan de los riñones, la denervación renal disminuye el nivel de activación de todo el sistema nervioso simpático y de sus efectos sobre el corazón y los vasos sanguíneos. Con esto se logra, en el mejor de los casos que los pacientes no tengan que volver a tomar medicación o que cuando mucho se les limite a una sola droga.
(Fuente: El Carabobeño Venezuela) [Actualizado: 26 de febrero de 2013]
La Universitat de Valencia inicia una técnica pionera para corregir la hipertensión resistente a fármacos [Debe tener Internet para ver la noticia de su fuente original]
Científicos de la Facultat de Medicina i Odontologia de la Universitat de València, en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA y a través de los Servicios de Radiodiagnóstico, Cardiología y Medicina Interna del Hospital Clínico Universitario de Valencia, desarrollan una técnica pionera para tratar la hipertensión arterial refractaria, es decir, resistente a la medicación.
La técnica conocida como denervación renal se ha iniciado como ensayo clínico –fase previa a la aplicación generalizada- y su objetivo es disminuir el número de fármacos necesarios para controlar la presión arterial. La iniciativa se enmarca dentro de un proyecto multidisciplinar coordinado por los investigadores José Redón, catedrático de Medicina y director científico del Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, Julio Palmero y el catedrático Juan Sanchis.
“La peculiaridad de estos pacientes hipertensos es que no responden a la terapia habitual con medicación, ya que incluso tomando hasta siete fármacos, siguen siéndolo. La técnica se aplica gracias a la colaboración de los Servicios de Cardiología, Medicina Interna y Radiodiagnóstico”, explica el jefe del servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Clínico Universitario de Valencia, Julio Palmero.
A pesar de los avances en el tratamiento farmacológico, en un porcentaje significativo de pacientes no se consigue un control adecuado de las cifras de presión arterial, situación denominada hipertensión resistente. Por otra parte, “una proporción de pacientes hipertensos no sigue adecuadamente el tratamiento, especialmente cuando se requieren múltiples medicamentos, con lo que aumenta el riesgo de complicaciones cardiacas”, argumenta el catedrático de la Facultat de Medicina i Odontologia y jefe de sección de Cardiología del Hospital Clínico, Juan Sanchis.
Catéter con dispositivo de radiofrecuencia
El uso de esta técnica se basa en observaciones que indican que el aumento de la actividad nerviosa renal puede ejercer un papel importante en la hipertensión arterial y en el desarrollo de hipertensión resistente. Por ello, este ensayo clínico consiste en suprimir la actividad de los nervios renales mediante la introducción de un catéter en las arterias renales que eliminen selectivamente su inervación a través de pequeñas ablaciones.
Estudios preliminares han demostrado la seguridad de la técnica y resultados prometedores en el control de la hipertensión arterial, aunque su efectividad se debe confirmar con nuevos estudios. Por consiguiente, “la aplicación de esta nueva técnica debe realizarse dentro de proyectos de investigación que sigan criterios estrictos”, apuntan los doctores.
En este sentido, el proyecto se ha centrado en pacientes que ya han presentado complicaciones cardiacas. Si la técnica fuera eficaz repercutiría, por una parte, en una mejoría en el pronóstico de los pacientes con hipertensión arterial resistente y, por otra, en una reducción de costes para el sistema sanitario al disminuir el número de fármacos necesario para los tratamientos.
(Fuente: http://www.elperiodic.com) [actualizada: 16 enero 2013]
Radiofrecuencia para la hipertensión refractaria a fármacos
Se calcula que en España existen unos 650.000 pacientes que sufren hipertensión arterial refractaria. Se trata de un tipo de hipertensión en la que, a pesar de la administración de 3 ó más fármacos en dosis adecuadas, las cifras de tensión arterial permanecen elevadas por encima de 160/90 mm de Hg. El porcentaje de pacientes refractarios (que no responden) al tratamiento médico oscila según comunidades, pero la media se sitúa alrededor del 10% del total de los hipertensos.
Para este tipo de casos que no responden al tratamiento farmacológico, un equipo de especialistas de la Clínica Universidad de Navarra ha realizado con éxito un nuevo tratamiento, cuya eficacia y seguridad ha sido avalada durante más de tres años por diversos estudios clínicos internacionales. El procedimiento consiste en la aplicación de radiofrecuencia en el perímetro interno de las dos arterias renales. «Los impactos de radiofrecuencia consiguen lesionar y, por tanto, interrumpir la conducción nerviosa a través de los nervios localizados alrededor de las arterias renales (denervación renal), causante de la perpetuación de la hipertensión arterial elevada que no responde al tratamiento convencional mediante fármacos», describe José Calabuig, de la Clínica Universidad de Navarra.
El procedimiento de denervación renal no requiere anestesia general -sólo sedación-, ni cirugía abierta, ya que se realiza por cateterismo mediante punción en la arteria femoral. El ingreso hospitalario es de entre 24 y 48 horas tras la intervención.
En la actualidad, dos meses después del primer procedimiento realizado en la Clínica, la paciente presenta una tensión normal, sin crisis hipertensivas (que con anterioridad le obligaron incluso a precisar varios ingresos hospitalarios), ni otros síntomas derivados de esa hipertensión. Además, «refiere encontrarse mejor», según explican. «Con posterioridad al tratamiento de denervación con radiofrecuencia, continuamos controlando la tensión de la paciente con la intención de poder reducirle al máximo la medicación; incluso, hay casos de pacientes a los que se les ha aplicado este procedimiento y que pasan de tener prescritos 5 ó 6 fármacos a reducirlos a uno o dos».
La intervención comienza con la introducción, a través de una punción en la arteria femoral, de un catéter dotado de un cabezal de reducido tamaño constituido por cuatro electrodos. El catéter se mantiene conectado a una consola exterior, emisora de ondas de radiofrecuencia, con las que se provocan las lesiones (ablaciones) por calor en el perímetro interno de ambas arterias renales. El procedimiento tiene una duración aproximada de 30 minutos.
Relación riñón e hipertensión
El mecanismo por el que mediante esta terapia de denervación renal se consigue controlar la hipertensión refractaria se fundamenta en que el riñón recibe desde el cerebro, a través de la médula espinal, la inervación (impulso nervioso) del sistema nervioso vegetativo autonómico, también llamado «simpático».
Según este aspecto, cabe diferenciar dos tipos de pacientes hipertensos. Aquellos en los que sí existe una causa que provoca la tensión arterial elevada, hipertensión que se denomina secundaria, y aquellos en los que no existe un factor que la origine, casos en los que la hipertensión se califica como esencial. Este segundo tipo es el más frecuente y el que afecta a la mayoría de los pacientes hipertensos.
La hipertensión esencial suele caracterizarse por la retención de sodio (sal), por un aumento de la retención de líquidos y por un estrechamiento de las arterias de pequeño calibre. Para solventar estos síntomas, a los pacientes se les prescriben fármacos diuréticos con el objeto de eliminar la sal y de reducir el volumen de líquido. Asimismo, se les administran vasodilatadores para evitar el estrechamiento de las pequeñas arterias (arteriolas), además de otros fármacos que actúan inhibiendo el denominado sistema renina-angiotensina, responsable de la tensión arterial elevada.
Pero a pesar de esta cantidad y tipología de medicaciones, hay un porcentaje (aproximadamente un 10%) de pacientes hipertensos que no responden a los fármacos. «Hay que tener en cuenta -indica Calabuig- que las órdenes que recibe el riñón para retener sodio y líquidos, así como para reducir el flujo de sangre al órgano renal, le llegan desde el cerebro a través del sistema nervioso simpático y de sus prolongaciones nerviosas, localizadas alrededor de la arteria renal». De ahí que la denervación (lesión de los nervios) de dichos vasos resulte «un método altamente efectivo en el control de la hipertensión arterial refractaria», afirma.
Riesgos de la hipertensión
Según subraya el especialista, «una hipertensión mal controlada y prolongada en el tiempo puede provocar efectos perniciosos agudos y crónicos. Entre los primeros figuran la hemorragia cerebral, la disección de la aorta, las arritmias paroxísticas (no permanentes) y, como consecuencia de estas, las embolias, entre otros».
En la descripción de los efectos crónicos, el facultativo se detiene en los cardiovasculares, entre los que destaca «la hipertrofia (engrosamiento) del ventrículo izquierdo que puede ocasionar, además de arritmias por fibrilación auricular permanente, con los años, insuficiencia cardiaca debida al fallo de este ventrículo».
Otro riesgo importante es la afectación que provoca la hipertensión en el sistema arterial. «Si todo el sistema cardiovascular está sometido a una presión importante, la consecuencia puede traducirse en una disfunción de la pared arterial. Esta alteración permitiría que en dichas paredes se asiente la arteriosclerosis, entre ellas las más graves, la coronaria y la cerebral, origen de anginas de pecho, infartos de miocardio y de muerte súbita, así como de infartos cerebrales y/o embolias cerebrales, respectivamente ».
Además, la arteriosclerosis puede provocar, sumada a otros factores de riesgo (diabetes, tabaco, colesterol alto), una vasculopatía periférica (acumulación de placa de ateroma: grasa, colesterol, etc.., en los vasos que riegan las extremidades, con la consiguiente obstrucción progresiva de las arterias). Este tipo de vasculopatía da lugar a problemas de claudicación intermitente a la hora de caminar, ya que origina una disminución del flujo sanguíneo arterial en las piernas, causa de un dolor muscular intenso en las pantorrillas.
(Fuente: ABC.es)
Prevención y tratamiento de la hipertensión arterial refractaria
En los últimos tiempos, uno de los aspectos que más preocupan a los especialistas en hipertensión arterial (HTA) es el abordaje de la HTA refractaria o resistente, que se define como aquella que no desciende a niveles de presión aceptables (por debajo de 140/90 mmHg) a pesar del tratamiento con dosis plenas de tres o más fármacos hipotensores pertenecientes a diferentes familias o grupos de antihipertensivos. Este ha sido el tema de la sesión plenaria “¿Es posible prevenir la HTA refractaria?”, celebrada en la 17ª Reunión de la Sociedad Española de Hipertensión – Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), llevado a cabo en Madrid.
“La hipertensión arterial refractaria se podría prevenir si se dan varias condiciones: la primera, que el diagnostico sea temprano; la segunda, que se instaure el tratamiento adecuado tanto para la hipertensión como para los demás factores de riesgo; y la tercera, que el paciente tome adecuadamente la medicación y siga los hábitos y la dieta que el médico le prescriba”, explica la Dra. Nieves Martell, jefe de sección de la Unidad de Hipertensión Arterial del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y presidenta de la SEH-LELHA.
Mejorar la hipertensión arterial en el paciente refractario pasa inevitablemente por mejorar la adherencia terapéutica. “Se trata de la barrera más importante que nos encontramos en hipertensión, ya que la falta de cumplimiento lleva a la falta de control y, por tanto, a un aumento del riesgo cardiovascular”, afirma el Dr. Josep Redón, jefe de servicio de Medicina Interna y coordinador de la Unidad de Hipertensión del Hospital Clínico Universitario de Valencia y actual presidente de la Sociedad Europea de Hipertensión (ESH).
El paciente refractario suele estar tratado con dos, tres y, en ocasiones, cuatro o más fármacos. Los estudios han demostrado que, a medida que aumenta el número de pastillas, el cumplimiento decrece. Ante esta situación toman especial importancia las combinaciones a dosis fijas de fármacos, que simplifican el tratamiento y favorecen el cumplimiento. “A medida que aumenta el número de fármacos, hay más posibilidades de que el paciente olvide alguno de ellos, lo que conlleva una cobertura inadecuada y que la presión arterial no esté bien controlada. Por tanto, si el paciente puede tomar 2 o 3 pastillas en una sola, las posibilidades de fallo se minimizan de forma importante”, resume la Dra. Martell. De la misma opinión es el Dr. Redón, que señala: “El uso de combinaciones simplifica el tratamiento y mejora el cumplimiento. La toma de un único comprimido diario facilita que el paciente cumpla con su medicación”.
“La aproximación integral al manejo de la hipertensión es la única vía que tenemos para reducir la posibilidad de que el paciente sufra un accidente cardiovascular. Por tanto, todas las iniciativas que ayuden a conseguir estos propósitos son loables y ayudan tanto al paciente como al médico a conseguir los objetivos”, concluye la Dra. Martell.
Ejemplos de combinaciones a dosis fijas para tratamiento de la hipertensión arterial refractaria: olmesartán y amlodipino, olmesartán, amlodipino e hidroclorotiazida y olmesartán e hidroclorotiazida, que permiten a los médicos adecuarse a las necesidades de tratamiento de cada tipo de paciente con hipertensión.
En España existen más de 10 millones de personas que padecen hipertensión arterial, lo que supone que el 35% de la población adulta padece esta enfermedad, cifra que se eleva a más del 60 % en los mayores de 60 años. Estos datos han convertido la hipertensión arterial en uno de los principales problemas de salud pública, pues si bien se trata de una enfermedad silente, es uno de los mayores factores de riesgo cardiovascular. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) comparte esta visión y sitúa la hipertensión arterial como la primera causa de mortalidad a nivel mundial, debido a que es la causa del 49 % de los casos de enfermedad coronaria y del 62 % de los ictus y demás accidentes cerebrovasculares.
(Fuente: Jano.es/Boletín Al día)
Comentarios recientes