Por: Mark R Nelson, Stephen Quinn, Tania M Winzenberg, Faline Howes, Louise Shiel y Christopher M Reid. BMJ Open 2012;2:e001689 doi.
To determine the level of agreement between a ‘conventional’ Ankle-Brachial Index (ABI) measurement (using Doppler and mercury sphygmomanometer taken by a research nurse) and a ‘pragmatic’ ABI measure (using an oscillometric device taken by a practice nurse) in primary care. To ascertain the utility of a pragmatic ABI measure for the diagnosis of peripheral arterial disease (PAD) in primary care. Oscillometric ABI measures by primary care nurses on a population with a 22% prevalence of PAD lacked sufficient agreement with conventional measures to be recommended for routine diagnosis of PAD. This pragmatic method may however be used as a screening tool high-risk and overt CVD patients in primary care as it can reliably exclude the condition. [Actualizado: 21 de junio 2013]
Las guías de tratamiento actuales no consideran que la enfermedad arterial periférica (EAP) sea una contraindicación del tratamiento con β bloqueantes.
El Dr. Diehm y colegas de la Clínica de Karlsbad-Langensteinbach y la Universidad Técnica, Alemania, evaluaron la eficacia y seguridad del nebivolol en pacientes hipertensos con EAP.
El estudio, multicéntrico, prospectivo, doble ciego, con control activo y de grupos paralelos, comparó nebivolol 5 mg/día versus hidroclorotiazida (HCTZ) 25 mg en hipertensos con EAP grado II de Fontaine (claudicación intermitente). El criterio principal de valoración fue la distancia de claudicación inicial (DCI) durante ejercicio en el caminador después de 24 semanas de tratamiento en la población, por protocolo, con un enfoque de no-inferioridad.
Un total de 177 pacientes (66,3±9,2 años promedio; 76,7% hombres) fueron aleatorizados para el estudio, que completaron 127; el análisis por intención de tratamiento (IDI) fue hecho en 163 pacientes y el análisis por protocolo en 127.
La presión arterial descendió significativamente con ambos fármacos. Luego de 24 semanas, el aumento de la DCI con nebivolol en la población IDI fue 28,3% (15,6-41,0) y con HCTZ 26,5% (14,4-38,5), y en la población por protocolo el aumento con nebivolol fue 26,4% (13,4-39,4) y con HCTZ 32,1% (18,4-45,7).
La no-inferioridad del nebivolol no fue confirmada ni descartada. La distancia de claudicación absoluta a las 24 semanas aumentó con ambos tratamientos, sin diferencia significativa (nebivolol 15,8±33,2% versus HCTZ 20,2±46,6%). En ambos grupos el índice tobillo-brazo aumentó levemente.
Se concluye que los aumentos de la DCI, la distancia de claudicación absoluta y el índice tobillo-brazo producidos por nebivolol no tuvieron efectos negativos en pacientes con EAP, y en consecuencia puede usarse en sujetos hipertensos con riesgo vascular elevado sin disminuir su capacidad para caminar.
(Fuente: J Hypertens, 29 (7):1448-1456; 2011.)
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