Cuidado de la salud mental durante el brote de la enfermedad del virus del Ébola en Sierra Leona

Situación

Se informó de un aumento de los problemas de salud mental y de tipo psicosocial durante el brote de la enfermedad del virus del Ébola en los años 2014 y 2015 en Sierra Leona.

Enfoque

Como parte de la respuesta de emergencia, se presentaron los planes para crear unidades de salud mental dentro del marco hospitalario existente. Se estableció un servicio de salud mental y de apoyo psicosocial dirigido por enfermeras, con un servicio de enlace hospitalario y una clínica ambulatoria, en el hospital gubernamental más grande del país. Una enfermera de salud mental formó a enfermeras sin especialización en primeros auxilios psicológicos, identificación de casos y vías de derivación. El personal de salud asistió a talleres de bienestar mental sobre cómo lidiar con el estigma y el estrés.

Marco regional

La provisión de servicios de salud mental en Sierra Leona es deficiente, con un hospital psiquiátrico especializado para atender a la población de 7 millones.

Cambios importantes

Entre marzo de 2015 y febrero de 2016, la clínica atendió a 143 pacientes, de los cuales 20 habían sobrevivido o tenían familiares afectados por la enfermedad del virus del Ébola. La mitad de los pacientes (71) sufrieron trastornos o depresiones leves, trastornos de ansiedad y duelo o problemas sociales, mientras que 30 pacientes presentaron una psicosis que requirió medicación. Catorce enfermeras no especializadas recibieron formación en sensibilización sobre salud mental. Más de 100 médicos, enfermeras y personal auxiliar participaron en talleres de bienestar.

Lecciones aprendidas

Un enfoque dirigido por enfermeras dentro de un entorno no especializado fue un modelo de éxito para ofrecer servicios de salud mental y apoyo psicosocial durante el brote de Ébola en Sierra Leona. El fuerte liderazgo y las sólidas colaboraciones fueron esenciales para constituir un servicio de éxito. La falta de medicamentos psicotrópicos asequibles, los recursos humanos limitados y las débiles estructuras de bienestar social siguen presentando un desafío.

Fuente: OMS