Las manos que hacen desaparecer el cólera
La movilización comunitaria y las manos son clave para prevenir enfermedades. Lo comprobé hace un par de años, cuando vivía en República Centroafricana.
Una veintena de personas había muerto en el primer brote de cólera que afectaba a ese país desde el año 2011. Tenía como origen el río Ubangui, que es la frontera natural entre la República Centroafricana y la República Democrática del Congo.
Las comunidades que habitan en esa zona no tienen apenas acceso a agua potable, por lo que utilizan el agua del río para beber, cocinar y lavarse, lo que incrementa las posibilidades de contraer enfermedades relacionadas con el agua como el cólera.
En Bangui, la capital, la gente estaba muy asustada. En la oficina pusimos bidones de agua para lavarnos las manos cada vez que entrábamos a trabajar, para prevenir la infección. El cólera se puede prevenir en gran medida con una buena higiene, pero si ésta es inexistente puede ser fatal.
Un lunes por la mañana, salimos con un equipo de Oxfam hacia la Isla de Bongossoua, enfrente de Bangui, dónde se habían detectado ya 10 casos de cólera. Organizamos la expedición en cuanto supimos del brote, y llegamos hasta la isla en piragua.
Yo acompañaba al equipo de promoción de higiene, liderado por Junior Ngbenzi, un centroafricano que, además de buen técnico, tiene una capacidad para conectar con la gente de forma asombrosa.
Junior explicando a la comunidad las buenas prácticas de higiene. Foto: Julia Serramitjana / Oxfam Intermón
Fue llegar a la isla y empezar a convocar a la gente. En pocos minutos ya había medio centenar de personas a su alrededor. También estaban los técnicos de dos de las organizaciones socias centroafricanas con las que trabajábamos en ese momento: APSUD e IRAD.
Tras hablar con las autoridades locales, Junior y los técnicos instalaron los bidones, cloraron el agua que había en ellos e hicieron una demostración de cómo había que usarlos. Uno de los niños se ofreció voluntario para que Junior le mostrara cuál era la forma correcta de lavarse las manos y el resto le siguió, como si fuera un juego. Algo tan sencillo puede salvar la vida de muchas personas.
Un niño de la aldea se presta a mostrar la forma correcta de lavarse las manos. Foto: Julia Serramitjana / Oxfam Intermón
Las buenas prácticas de higiene son fundamentales. Los niños y niñas pequeños, especialmente los menores de cinco años, son particularmente vulnerables a esta enfermedad. Las personas que trabajan en la promoción de la higiene son conscientes de ello y por eso mostraban cómo deben hacerlo correctamente de forma divertida y atractiva para ellos.
En el mundo, cada hora mueren 40 niños y niñas menores de 5 años por diarrea causada por agua sucia, un saneamiento inadecuado y la falta de higiene. Prácticamente la mitad de ellas se podrían evitar con solo lavarse las manos.
Antes de emprender el camino de vuelta a través del río, dejamos el material que habíamos llevado con la piragua: bidones, jabón y cloro. Otro equipo llevaría en otra piragua infraestructura para proporcionar agua potable, letrinas y kits de higiene. Ahora era la comunidad quien iba a gestionarlo.
Volví a la isla al cabo de unas semanas. El cambio era espectacular. Las letrinas estaban construidas, había bidones con solución de cloro instalados en varios puntos y, lo más importante, la comunidad era consciente de la importancia de la higiene. Ahora podían cuidarse y tener agua limpia.
Y el cólera ya había desaparecido.
diciembre 28/ 2018. (Blog Planeta Solidario)
dic 28th, 2018. En: Noticias.
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