4 de enero – Día Mundial del Braille

dm brailleEn noviembre de 2018, la Asamblea General decidió proclamar, mediante su RES 73/161, el 4 de enero como Día Mundial del Braille, para poner de manifiesto que facilitar el acceso a la escritura es un requisito crucial para que las personas con discapacidad visual disfruten plenamente de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Tras varias décadas de trabajo de la ONU en el campo de las discapacidades, se adoptó en 2006 la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad con el fin de promover los derechos y el bienestar de estas personas con la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

El braille es una representación táctil de símbolos alfabéticos y numéricos que utiliza seis puntos para representar cada letra y cada número, e incluso símbolos musicales, matemáticos y científicos. Este sistema de escritura lo usan las personas ciegas o con deficiencia visual para leer los mismos libros y publicaciones periódicas que los impresos para la lectura visual y garantizar la comunicación de información importante para ellas y otras personas y representa competencia, independencia e igualdad.

Asimismo, el braille es un medio de comunicación para las personas ciegas, como se refleja en el artículo 2 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, y puede ser pertinente en los contextos de la educación, la libertad de expresión y opinión y el acceso a la información y la comunicación escrita, así como en el contexto de la inclusión social para las personas ciegas, como se refleja en los artículos 21 y 24 de la Convención.

Se conoce también como cecografía y fue ideado a mediados del siglo XIX por el francés Louis Braille, que se quedó ciego debido a un accidente durante su niñez mientras jugaba en el taller de su padre.

Cuando tenía 13 años, el director de la Escuela de Ciegos y Sordos de París –donde estudiaba el joven Braille– le pidió que probara un sistema de lectoescritura táctil inventado por un militar llamado Charles Barbier de la Serre para transmitir órdenes a puestos de avanzada sin tener necesidad de delatar la posición durante las noches.

Louis Braille descubrió al cabo de un tiempo que el sistema era válido y lo reinventó utilizando un sistema de 8 puntos. Al cabo de unos años lo simplificó dejándolo en el sistema universalmente conocido y adoptado de 6 puntos.

El braille resulta interesante también por tratarse de un sistema de numeración binario que precedió a la aparición de la informática.

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