A propósito del día mundial del Asma

La primera mención del término Asma se le reconoce a Hipócrates, el padre de la medicina griega y la primera descripción detallada de esta enfermedad se le atribuye al  médico romano Areteo de Capadocia (siglo II dC) quien señalaba la importancia de escuchar atentamente al enfermo y observar todos sus cambios. En su libro ¨ Sobre las causas y síntomas de las enfermedades crónicas ¨ escribió: «Si la enfermedad empeora gradualmente, las mejillas enrojecen, los ojos aparecen protuberantes, como por estrangulación; se aprecia una crepitación mientras se pasea, la enfermedad es aún peor en el sueño. El enfermo experimenta un deseo de mas aire, y mas fresco, buscan de forma anhelante el aire libre,…Pálidos en apariencia, excepto las mejillas, que estan enrojecidas, experimentan un sudor sobre la frente y las clavículas; tos incesante y laboriosa, pequeñas expectoraciones finas, frías, pareciendo pequeñas eflorescencias de espuma… »

Las primeras evidencias de la relación del Asma con factores ambientales se deben a Gerolano Cardano, matemático, médico y filósofo italiano,  quien indicó un cambio de almohadas de plumas por otras de seda al arzobispo escocés John Hamilton; y al médico belga Johann Baptista Val Helmont (1577-1644) quien constató la influencia del clima sobre su dificultad respiratoria, la que presentaba en Bruselas y desaparecía cuando residía en Oxford.

El primer médico que dedicó un tratado completo al Asma fue Maimónides, quien  estando en Egipto, fue consultado para tratar al hijo asmático del sultan Saladino (1138- 1193) Aquí se dirigió a los enfermos indicándole las causas, los remedios, aspectos generales de la alimentación, el ejercicio, el sueño, el descanso y la terapéutica, señalando la influencia del medio ambiente y el clima en las crisis de Asma.  El fumar cigarrillos, consumir zumos de plantas, frutas como uvas y manzanas, flebotomías o sangrías y cauterizaciones fueron tratamientos para esta afección respiratoria durante muchos años.

En 1698 el médico inglés John Floyer (1649-1734) quien era asmático, publicó el Tratado del Asma. Aunque señaló la importancia en esta enfermedad de la herencia, el ambiente, el clima, los factores ocupacionales y el humo del tabaco y enfatizó en la importancia de las crisis nocturnas de broncoespasmo, las que atribuyó a la contractura de las fibras musculares bronquiales, no aportó de manera favorable en el tratamiento de la enfermedad.
Y así siguieron figuras importantes en el conocimiento y descripción de esta enfermedad como Ramazzini con el Asma de los panaderos,  Hoffmann con su concepto de inflamación, Laennec con su invención del estetoscopio y John Hutchinson con la invención del espirómetro, Jean Martín Charcot, Henry H. Salter, Backley, Rackemann, Paul Erlich y los eosinófilos,  entre otros.

El siglo pasado tambien fue trascendental para las enfermedades alérgicas y el Asma, Richet y Portier con la descripción de la anafilaxia, Von Pirquet y el término de la alergia, Samuel James Meltzer, Coca y Cooke, Noon y Freeman, el descubrimiento de la IgE, la identificación de los ácaros y así muchos logros mas hasta la aparición de la primera guía para la atención y tratamiento de esta enfermedad (GINA), a la cual han seguido numerosas guías y programas de control en diferentes países.

La iniciativa global para el Asma (GINA), fue lanzada en 1993 para trabajar con los profesionales de la salud y los gobiernos para reducir la prevalencia , la morbilidad y la mortalidad por Asma, diseminando información sobre la enfermedad, preparando actualizaciones científicas sobre tratamiento y su prevención y promocionando la colaboración internacional en la investigación de la enfermedad. Las guías GINA se actualizan frecuentemente y estan disponibles en línea en su sitio en internet, con información para profesionales sanitarios y pacientes. Es tambien la organizadora de la celebración del día mundial del Asma, campaña que busca concienzar a la población,  a los profesionales sanitarios y los gobiernos sobre la importancia de dedicar esfuerzos y recursos al control de esta enfermedad.

En los últimos años,  aunque se ha avanzado en el conocimiento de los mecanismos etiopatogénicos de la enfermedad y  se han desarrollado múltiples medicamentos útiles para revertir los procesos característicos de inflamación y broncoespasmo y se investigan en novedosos productos dirigidos a factores biológicos implicados en su patogénesis, el Asma sigue siendo un problema de salud mundial que afecta a millones de personas en el mundo.  Los costes económicos son elevados para los pacientes, su  familia y la sociedad, y peor, lo que representa en términos de calidad de vida, años de vida potencialmente perdidos y sufrimiento humano son aún mayores.

A nivel mundial la prevalencia del Asma, y otras afecciones alérgicas sigue en ascenso. El control de estas enfermedades es insuficiente. Estudios han demostrado que la mayoría de los pacientes con Asma no tienen control de su enfermedad y son varios los factores implicados. Para la mayoría de  los profesionales que tratan la enfermedad la causa fundamental es la falta de educación del paciente asmático respecto a su padecimiento, mas aún estando convencidos que es una enfermedad crónica, que con un cumplimiento del tratamiento de mantenimiento,  de prevención de sus crisis y una adecuada supervisión del autocontrol y automanejo, el paciente puede llevar una vida normal.

Nuestro país cuenta con un privilegiado sistema nacional de salud que incluye preparados recursos humanos y materiales suficientes, distribuidos a lo largo de todo el país,  accesible y gratuito a toda la población.
Y qué hacer entonces para mejorar la atención de los pacientes con Asma, a propósito de este día mundial del Asma 2013 que se celebrará este 7 de mayo?

- Dedicar tiempo a la educación del paciente asmático sobre su enfermedad, uso de inhaladores, tipos de tratamiento e importancia de su cumplimiento,
– No exponerse al humo del tabaco
– Evitar  factores desencadenantes
– Tratamiento de las comorbilidades
– Rehabilitación y fisioterapia respiratoria
– Fomentar la práctica de buenos hábitos nutricionales, comidas sin productos químicos,  evitando tambien aquellos conocidos como agravantes o desencadenantes de las crisis
–  Orientar sobre medidas de control ambiental, explicando la importancia de su cumplimiento
–  Involucrar al paciente en su control y automanejo
–  Proveer a los pacientes y sus familiares planes de acción por escrito
–  Difundir conocimientos por diferentes medios, sobre esta enfermedad y su tratamiento integral

Bibliografía
–    Rosa Muñoz, Antonio Valero, Joan Bartra, César Picado. Grandes hitos en la lucha contra el Asma. Mra ediciones, SI.2007
–    José A Negrín Villavicencio. Asma bronquial. Aspectos básicos para un tratamiento integral según la etapa clínica. Editorial Ciencias Médicas.2004
–     José M Zubeldia, María L Baeza, Ignacio Jáuregui, Carlos J Senent. Libro de las enfermedades alérgicas de la fundación BBVA. 2012