Resumen 2008

Al mismo tiempo, la epidemia ha elevado la conciencia mundial sobre las disparidades en materia de sanidad y catalizó una acción sin precedentes para hacer frente a algunos de los obstáculos más graves al desarrollo en el mundo.

Ninguna enfermedad en la historia ha impulsado una movilización comparable de recursos políticos, financieros y humanos, y ningún desafío al desarrollo ha originado un nivel tan sólido de liderazgo y pertenencia por parte de las comunidades y los países más gravemente afectados.

En gran parte debido al impacto del VIH, las personas de todo el mundo se han vuelto menos dispuestas a tolerar las desigualdades en la situación sanitaria y económica que por mucho tiempo no se han abordado.

El aumento 6 veces mayor en el financiamiento destinado a actividades relacionadas con el VIH en países de ingresos bajos y medianos durante esta década comienza a producir resultados. Por primera vez desde que lo que ahora conocemos como sida se reconoció hace 27 años, se pueden advertir señales de un considerable progreso en la respuesta al VIH. El número anual de defunciones por sida ha descendido en los últimos dos años de 2,2 millones [1,9 millones-2,6 millones] en 2005 a 2,0 millones [1,8 millones-2,3 millones] en 2007, en parte como consecuencia del importante aumento en el acceso al tratamiento del VIH producido en los últimos años.

Desde que el VIH fue reconocido por primera vez, los enfoques y las metodologías para vigilar la epidemia y la respuesta se han perfeccionado en forma continua. Como consecuencia, el mundo está mejor preparado que nunca para estimar la prevalencia del VIH o la tasa de nuevas infecciones por el VIH, para determinar el alcance de la cobertura de los programas, para caracterizar y evaluar las respuestas nacionales y para medir el nivel de financiamiento asignado a programas sobre VIH en países de ingresos bajos y medianos.

Hallazgos clave

  • El porcentaje mundial de personas que viven con el VIH se ha estabilizado desde el año 2000
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