Martha Rueda Cabrera: Fuerza mayor para dejar de fumar

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Martha Rueda redNombre: Martha Rueda Cabrera
Edad: 23
Lugar de procedencia: Santiago de Cuba

A escondidas de sus padres comenzaron sus primeras experiencias. A los 15 años – me dijo.

Sí, y muy asustada en los inicios viendo a los amigos y compañeros de la escuela que también se iniciaban…

«Cuando entré a la Universidad, me sentí libre de la vigilancia de mis padres y demás familiares, vivía en otro municipio, por supuesto que la beca universitaria fue mi “libertad” … Para ese entonces con 17 años. Estudiaba, por supuesto tenía buenas notas, salía de paseo con las amistades, vinieron los amores, que, dicho sea de paso, algunos me rechazaron por no soportar mi adicción».

«La libertad a la cual me refiero es la de estar fuera de casa y por el simple hecho de sentirme a gusto al consumir cigarrillos sin la presión de la familia, además de la aceptación al grupo de compañeros que también lo hacían era para mí un verdadero placer, y por supuesto no tenía ninguna otra percepción que eso de sentirme bien y a mis anchas… Pero en estos momentos me doy cuenta de que aquella iniciación era el comienzo de mi esclavitud al consumo…»

«Ya era parte de mi vida consumir diariamente una cajetilla …»

Así me confirmó Martha Rueda Cabrera, socióloga, quien labora en el Departamento Provincial de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades en Santiago de Cuba.

«Nunca vi el peligro, aunque a medidas que transcurría el tiempo sí notaba que mis rendimientos en la educación física mermaban; noté en ocasiones que me faltaba el aire al respirar, fatiga, no tenía las habilidades iguales a las de mis compañeros… Ya, al estar en 5to año de la carrera me casé y fumé menos, consumía alrededor de 5 cigarrillos al día».

«Comencé a darme cuenta de que mis rendimientos en la asignatura de educación física disminuían, que mi carácter fue cambiando pues me irritaba con frecuencia ante simples situaciones de la vida. Además, ya habían pasado unos cuantos años y pienso ahora que ya estaba madurando mi carácter, y me daba cuenta que algo no estaba bien en mi comportamiento habitual y fui disminuyendo el número de cigarrillos.»

¿Qué sentías?

«Placer. Que me desestresaba sobre todo en período de examen. Intenté dejar de fumar, pero luego sentía que me irritaba, impaciencia, y cuando volvía a coger el cigarrillo apreciaba placer y todo volvía a la normalidad. El mal humor lo percibía cuando dejaba de fumar durante dos o tres días aproximadamente, pero al ponerme el cigarrillo a boca era como sentir alivio y satisfacción.»

¿Y ahora?

«He tratado de fumar menos, mi esposo desde un inicio trató por todas las vías de persuadirme, y cuando me veía malhumorada evitaba hablarme pues mi carácter cambió. Al paso del tiempo comencé a ver las consecuencias de lo dañino de mi actuar, de los efectos que ya sentía con mi salud debido a las afectaciones respiratorias que tenía a repetición. Al principio no me percataba de las consecuencias y decía que de algo había que morir, o sea justificaba la adicción.»

«En el transcurso del tiempo, me daba cuenta de todas las afectaciones familiares, la de mi salud, y las relaciones matrimoniales, y poco a poco fui ordenando mi mente … Acudí al médico de la familia para que me orientara, pues estaba hasta cierto punto desorientada, ahora percibo que fueron momentos de muchas ideas encontradas. Pero fui aceptando poco a poco los consejos brindados.»

«En estos momentos, con la noticia que me dio el médico, fue el detonante para decir NO y dejar de fumar… Estoy embarazada. Esos primeros días fueron muy estresantes, temblaba, tenía ardor en la garganta, irritabilidad, me deprimía con facilidad; estas reacciones me duraron aproximadamente una semana. Ya pensaba más en lo que vendría después…»

«Por supuesto que el médico me explicó todos los riesgos que puedo tener con mi gestación si continuaba fumando. Además de los consejos de mi madre y demás familiares, y también he leído mucho sobre el tema del embarazo y los riesgos del tabaquismo, y por eso digo que es una fuerza mayor para dejar de fumar.»

«Ahora, con los 3 meses de embarazo, el rechazo al cigarro es tremendo» -así dijo Martha, – quien me reafirma que ya ha interiorizado el mal y de pensar en las consecuencias que le traería a la salud de su bebé el humo del cigarro, nunca más lo haría.

Por: Lic. Clara Rosales Oliva
Periodista de Departamento Promoción y Educación para la Salud
Santiago de Cuba

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