Epilepsia, trastornos convulsivos y conducción

0

El conductor epiléptico tiene un riesgo potencial de accidente, tanto por la posibilidad de pérdida de conciencia, como por los efectos de la medicación consumida. De hecho, se ha observado mayor incidencia de accidentes de tráfico entre conductores epilépticos que entre los controles.
Los factores asociados con mayor riesgo de accidente son: edad joven, varón, soltero, ausencia de tratamiento antiepiléptico, historia previa de convulsiones múltiples, abuso de drogas o alcohol, trastornos psiquiátricos, convulsiones focales complejas o generalizadas. La edad de comienzo de las convulsiones, la frecuencia de éstas, las anomalías en el EEG, y los trastornos médicos también se han demostrado como factores de riesgo. El control de las convulsiones, así como el antecedente de una única convulsión, supone un menor riesgo de accidente.

(…)

¿Qué disminuirá el riesgo de sufrir un accidente?

– Conocer bien la enfermedad.
– Conocer los efectos secundarios de los medicamentos que utilizan.
– Saber reconocer los primeros síntomas de una descompensación y como subsanarlos.
– Evitar las situaciones desencadenantes.
– Extremar las precauciones o incluso no conducir en la fase aguda de la enfermedad, de descompensación o del inicio de un tratamiento, ya que es cuando existe mayor riesgo.
– Ante los primeros síntomas de descompensación detenga el vehículo en lugar seguro y quite el contacto.
– No dejar nunca el tratamiento por su cuenta.
– Consultar a su médico antes de conducir, es el que mejor le asesorará y le indicará cuando puede hacerlo.
– El control y el consejo de los familiares son de máxima importancia.

Consejos:
– Mantenga un ritmo de sueño constante.
– Evite la conducción nocturna.
– Descanse lo suficiente antes de iniciar un viaje.
– Evite conducir durante períodos de tiempo prolongados sin interrupción.
– No tome alcohol ni drogas, es incompatible con la enfermedad, la medicación y la conducción.
– Conozca los efectos que pueden tener los medicamentos que toma sobre la conducción.
– Evite conducir en las primeras semanas de un nuevo tratamiento o tras un cambio en la dosis.
– No suspenda nunca el tratamiento por su cuenta, ni de forma brusca, ni sin el control médico preciso.
– No oculte las crisis a sus médicos, puede derivar en tratamientos inadecuados lo que aumenta el riesgo de padecer nuevos ataques y tener un accidente.
– Pregunte siempre a su médico (neurólogo) si puede conducir.
– El control y el consejo de familiares y amigos pueden prevenir los accidentes.

Fecha: #

Haga un comentario

Los campos con asteriscos (*) son obligatorios.