Insuficiencia renal crónica (IRC), consejos para la conducción

Insuficiencia renal crónica (IRC), consejos para la conducción
La Insuficiencia Renal Crónica (IRC), es una enfermedad por la que se va perdiendo lentamente la función de los riñones, que se encargan de eliminar los desechos y el exceso de agua del cuerpo. Su mal funcionamiento afecta a la mayoría de las funciones y sistemas del cuerpo, aumentando también la probabilidad de padecer, hipertensión arterial, bajo nivel de glóbulos rojos, anemias o influir en la salud de los huesos. La prevalencia en España en adultos es del 9.16%

Sus primeros síntomas son bastante comunes como fatiga, malestar general, inapetencia, Dolores de cabeza, Náuseas o Pérdida de peso. Una vez avanzada la enfermedad, encontramos:

Dificultades respiratorias
Dolor de huesos
Entumecimientoo hinchazón en las manos y los pies y calambres.
Vómitos, anorexia.
Alteración del color de la piel.
Debilidad muscular.
Problemas de concentración y de sueño por encefalopatía, irritabilidad, delirio, estupor y coma al final.
Hipo frecuente, sed y halitosis.
Susceptibilidad a hematomaso sangre en las heces.
Los trastornos asociados a la evolución paulatina del IRC pueden afectar la capacidad de conducción de quienes lo sufren, bien por algunos de sus síntomas como la hinchazón o entumecimiento de las extremidades, el dolor, o los vómitos, que sin duda afectan al control del vehículo, bien por los problemas físicos o por falta de concentración y fatiga, que disminuyen los reflejos y dificultan la toma de decisiones.

El tratamiento sustitutivo en estos casos pasa por la hemodiálisis- depuración extracorpórea de la sangre se suele realizar 3 veces por semana, entre las complicaciones que pueden surgir son la hipotensión arterial, calambres, o signos de desequilibrio de hemodiálisis, por ejemplo: cefalea, nauseas, vómitos y, en contadas ocasiones, pueden aparecer crisis convulsivas.

También se puede ser candidato a trasplante de riñón si las condiciones de aceptación son las idóneas, que conllevará un tratamiento inmunosupresor de por vida.

En cuanto a los consejos que le debemos dar al paciente si esta en hemodiálisis se le recomienda no iniciar la conducción hasta 8-10 horas después de recibir el tratamiento, y en cuanto a los pacientes que sufren un trasplante renal no deberían conducir hasta pasados 6 meses después de la intervención, siendo además necesario un informe favorable del nefrólogo.