¿Qué es la catarata congénita?
Hablamos de catarata congénita cuando un niño nace con catarata, es decir, que nace con el cristalino opaco y por lo tanto no le permite ver. La cataratas comprometen la visión si son totales, o centrales y de tamaño importante como para cubrir el área pupilar (área central del ojo a través de la cual entra la luz).
Pueden ser unilaterales o bilaterales, ir acompañadas o no de otras anomalías oculares ( córnea, retina..) y frecuentemente son hereditarias. Aunque también existen otras causas como infecciones intrauterinas, síndromes cromosómicos, enfermedades metabólicas y renales. El oftalmólogo conjuntamente con el pediatra deberán descartar dichas posibilidades.
¿Por qué se produce?
El envejecimiento es la principal causa de catarata, ya que con los años nuestro cristalino se vuelve más opaco. Sin embargo, existen otros factores ajenos a la edad, como traumatismos, enfermedades oculares o del organismo, consumo de ciertos fármacos o condicionantes genéticos. En el caso de la catarata congénita se presenta desde el nacimiento.
¿Cómo se puede prevenir?
Las cataratas hereditarias o las que surgen por causa de otras patologías oculares asociadas, no se pueden prevenir. Hay que tener en cuenta que las revisiones oftalmológicas son de gran importancia, ya que en las primeras semanas de vida el niño desarrolla su capacidad visual correctamente y una detección temprana es clave para poder aplicar un tratamiento correctivo a tiempo. Por eso, se recomienda una primera exploración ocular tras el nacimiento para descartar la catarata y otras anomalías congénitas de la visión.
Las cataratas congénitas con frecuencia se presentan como parte de los siguientes defectos de nacimiento:
- Síndrome de condrodisplasia
- Rubéola congénita
- Síndrome de Conradi-Hünermann
- Síndrome de Down (trisomía 21)
- Síndrome de displasia ectodérmica
- Cataratas congénitas hereditarias
- Galactosemia
- Síndrome de Hallerman-Streiff
- Síndrome de Lowe
- Síndrome de Marinesco-Sjögren
- Síndrome de Pierre-Robin
- Trisomía 13
Los síntomas pueden incluir:
- Un bebé parece no estar visualmente consciente del mundo a su alrededor (si las cataratas se presentan en ambos ojos).
- Opacidad gris o blanca de la pupila (la cual es normalmente negra).
- En las fotos, falta el brillo de la pupila del “ojo rojo” o es diferente en ambos ojos.
- Movimientos oculares rápidos inusuales (nistagmo).
Si las cataratas congénitas son leves y no afectan la visión es posible que no requieran tratamiento, especialmente si están en ambos ojos.
Las cataratas que van de moderadas a graves y que afectan la visión o las cataratas que están solo en un ojo requerirán tratamiento con cirugía de extirpación de cataratas. En la mayoría de cirugías por cataratas (no congénitas), se coloca en el ojo un lente intraocular (LIO) artificial. El uso de LIO en los bebés es polémico. Sin este lente, el bebé tendrá que usar lentes de contacto.
A menudo es necesario colocar un parche para forzar al niño a usar el ojo más débil con el fin de prevenir la ambliopía.
También puede ser necesario tratar al bebé por el trastorno hereditario que está ocasionando las cataratas.
Fuentes: