Terapia de reemplazo con testosterona y cáncer de próstata: ¿la caída de un paradigma?
Por casi seis décadas ha sido parte de la cultura médica en general, que los niveles altos de testosterona incrementan el riesgo de padecer o agravar un cáncer de próstata. Esta creencia se ha derivado fundamentalmente de la bien documentada regresión del cáncer de próstata luego de la castración médica o quirúrgica. Sin embargo, no existe evidencia científica que apoye la idea de que niveles altos de testosterona están asociados con un incremento del riesgo de cáncer de próstata. Más aún, los hombres con hipogonadismo tienen una tasa substancialmente alta de cáncer de próstata detectado por biopsia,
lo que sugiere que los niveles bajos de testosterona no tienen un efecto protector en el desarrollo de cáncer de próstata y, además, la tasa de cáncer de próstata es más alta en los pacientes de edades avanzadas cuando sus niveles hormonales son más bajos. Estos argumentos tienden a demostrar que no existiría un incremento del riesgo de padecer un cáncer de próstata asociado a la terapia de reemplazo con testosterona.
Sección: Publicaciones extranjeras. Publicado el: may 25th, 2015
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