Comparación de las muertes de la gripe pandémica y la estacional. Pandemia (H1N1) 2009. Nota informativa Nro. 20
Ginebra, 22 de diciembre de 2009. Los esfuerzos por valorar la gravedad de la pandemia de influenza H1N1 en ocasiones compara la cantidad de fallecimientos confirmados con los estimados para la influenza estacional, ya sea a nivel nacional o internacional. Estas comparaciones no son confiables por varias razones y pueden llevar al engaño.
Las cifras de fallecimientos atribuidos a la influenza estacional son estimados; se utilizan modelos estadísticos diseñados para calcular la llamada mortalidad excesiva que ocurre durante el periodo en que circulan ampliamente los virus de la influenza en una población dada.
Estimados que emplean la mortalidad por todas las causas
Los modelos emplean datos, según registran los certificados de muerte y los registros médicos, que indican la mortalidad provocada por todas las causas y compara el número de fallecimientos durante la epidemia de influenza estacional con datos básicos sobre muertes durante el resto del año. Se asume que las infecciones con virus de la influenza contribuyen al “exceso de mortalidad” observado en el transcurso de la temporada de influenza.
Durante las epidemias de influenza estacional, cerca del 90% de las muertes ocurren en ancianos frágiles que a menudo sufren de una o más condiciones médicas crónicas. Si bien la influenza puede empeorar estas condiciones y contribuir a la muerte de la persona, no se realiza la comprobación de la presencia de los virus de la influenza y por lo general se atribuyen las muertes a una condición médica subyacente.
Los métodos para estimar la mortalidad excesiva se introdujeron en el siglo XIX a fin de captar estas muertes asociadas a la influenza que de otra manera se perderían. Esos estimados han ayudado a contrarrestar las afirmaciones de que la influenza es una dolencia leve que rara vez mata.
Muertes confirmadas por el laboratorio
Por el contrario, las cifras de muertes por influenza pandémica, según son notificadas por las autoridades nacionales y tabuladas por la OMS, representan muertes confirmadas por laboratorio y no estimados. Por diversas razones, estas cifras no ofrecen un cuadro verdadero de la mortalidad durante la pandemia, lo que resulta incuestionablemente mayor que lo indicado por los casos confirmados en laboratorio.
La influenza pandémica imita a menudo los signos y síntomas de muchas otras enfermedades infecciosas comunes por lo que los doctores a menudo no sospechan la infección por el virus H1N1 y no realizan pruebas. Esto es particularmente válido en países en vías de desarrollo donde los fallecimientos por enfermedades respiratorias incluida la neumonía son hechos comunes. Además, las comprobaciones de rutina de la influenza pandémica son costosas y exigentes y están lejos del alcance de muchísimos países.
Cuando la comprobación confirma la infección por H1N1 en pacientes aquejados de padecimientos médicos subyacentes, muchos doctores registran estas muertes como consecuencia de la condición médica del enfermo y no del virus de la influenza. Estos casos también se pierden en las estadísticas oficiales.
Como recientes estudios han mostrado, algunas pruebas dirigidas a comprobar la infección por H1N1 no son completamente fiables y los falsos negativos constituyen un problema frecuente. Los resultados precisos de las pruebas dependen además de cómo y cuando se tomaron las muestras. Aun en los hospitales mejor equipados, los médicos han informado que han visto pacientes con perfiles de distintivos y virtualmente idénticos de la enfermedad y sin embargo solo algunos han dado positivos en las pruebas
Por otra parte, en un gran número de países en desarrollo, los sistemas de registro vitales son deficientes o no existen, lo que significa que la mayoría de las muertes ni se investigan ni se certifican en cuanto a la causa provocante.
Grupos etarios más jóvenes
Las comparaciones de las muertes por influenza pandémica y estacional no miden con precisión el impacto de la pandemia por otras razones. Si la comparamos con la influenza estacional, el virus H1N1 afecta a un grupo etario mucho más joven en todas las categorías, que son aquellos que se infestan, se hospitalizan, requieren cuidados intensivos y mueren con más frecuencia.
La OMS continúa valorando el impacto de la pandemia de influenza como moderado. La valoración precisa de la mortalidad y de las tasas de mortalidad se producirá probablemente solo uno o dos años después que la pandemia haya llegado a su punto culminante y se basará en métodos similares a los utilizados para calcular el exceso de mortalidad durante las epidemias de influenza estacional.
Fuente: WHO | Comparing deaths from pandemic and seasonal influenza. Disponible en: http://www.who.int/csr/disease/swineflu/notes/briefing_20091222/en/index.html [Accedido Diciembre 28, 2009].
Publicado: dic 28th, 2009.