Por: Lisa Manning MBChB , Yoichiro Hirakawa MD, Hisatomi Arima PhD, Xia Wang MMed, Prof John Chalmers MD, Prof Jiguang Wang PhD, Prof Richard Lindley MD, Emma Heeley PhD, Candice Delcourt MD, Prof Bruce Neal MD, Prof Pablo Lavados MD, Prof Stephen M Davis MD, Prof Christophe Tzourio MD j k, Prof Yining Huang MD, Prof Christian Stapf MD, Prof Mark Woodward PhD, Prof Peter M Rothwell FMedSci, Prof Thompson G Robinson MD y Prof Craig S Anderson MD. The Lancet Neurology, Volume 13, Issue 4, Pages 364 – 373, April 2014
Stroke is a major cause of premature death and disability. The most serious and least treatable form—acute intracerebral haemorrhage—affects more than 1 million people each year worldwide.1 High blood pressure is a risk factor for stroke, particularly for both incident and recurrent intracerebral haemorrhage, but it also predicts a poor outcome when present in the first 24 h after the onset of intracerebral haemorrhage.2—4 Thus, early intensive control of blood pressure could be a safe and effective treatment for this disorder.5, 6 INTERACT2 showed improved functional outcomes with little risk for patients with intracerebral haemorrhage who received target-driven, early, intensive treatment to reduce blood pressure
Según un nuevo estudio, alrededor de 5.8 millones de adultos estadounidenses quizá ya no tengan que recibir recetas de medicamentos para tratar la hipertensión, de acuerdo con unas directrices recién revisadas.
En febrero, el Octavo Comité Nacional Conjunto publicó unas controversiales directrices que relajaban las metas de la presión arterial en los adultos a partir de los 60 años de 140/90 a 150/90. Las directrices también redujeron las metas de presión arterial para los adultos con diabetes y enfermedad renal.
En este estudio, los investigadores usaron datos recolectados de más de 16,000 estadounidenses entre 2005 y 2010 para evaluar el impacto de las directrices revisadas.
La proporción de adultos considerados elegibles para antihipertensivos se reduciría de alrededor del 41 al 32 por ciento, concluyeron los autores en el estudio publicado en la edición en línea del 29 de marzo de la revista Journal of the American Medical Association y presentado el sábado en la reunión anual del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology) en Washington, D.C.
Los investigadores también dijeron que 13.5 millones de adultos (la mayoría mayores de 60) que se consideraba que tenían una presión arterial mal controlada ahora se considerarían como que tienen una presión arterial gestionada de forma adecuada. Esto incluye a 5.8 millones de adultos que ya no necesitarían pastillas antihipertensivas.
“Las nuevas directrices no abordan si se debe seguir considerando que estos adultos sufren de hipertensión. Pero ya no necesitarían medicamentos para reducir su presión arterial”, apuntó la autora líder del estudio, Ann Marie Navar-Boggan, miembro de cardiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, en un comunicado de prensa de la Duke.
Uno de cada cuatro adultos mayores de 60 años actualmente recibe tratamiento para la hipertensión, según los investigadores.
“Estos adultos serían elegibles para unos medicamentos para la presión arterial menos intensivos según las nuevas directrices, sobre todo si experimentan efectos secundarios”, apuntó Navar-Boggan. “Pero muchos expertos temen que aumentar los niveles de presión arterial en esos adultos podría resultar nocivo”.
Incluso bajo las nuevas directrices, unos 28 millones de adultos estadounidenses siguen teniendo hipertensión sin controlar, y más de la mitad no recibe tratamiento, lamentó Navar-Boggan, quien anotó que la hipertensión sin controlar es un factor de riesgo del ataque cardiaco y el accidente cerebrovascular.
(FUENTE: Duke Medicine, news release)
Por: Teresa Gijón-Condeab, Auxiliadora Gracianib y José R. Banegas. Rev Esp Cardiol. 2014;67:270-6. – Vol. 67 Núm.04 DOI:10.1016.
Se ha publicado recientemente la prevalencia de hipertensión resistente pero no existen estudios específicos sobre su demografía. Este estudio tiene como objetivo analizar la demografía y las características clínicas de la hipertensión resistente en una amplia muestra de pacientes en atención primaria. De cada 4 pacientes con hipertensión resistente, 1 es > 80 años. La hipertensión resistente está asociada a la enfermedad cardiovascular, al varón < 50 años y la mujer > 80. La prevalencia de enfermedad cardiovascular en el anciano con hipertensión resistente es elevada.
Por: Tomáš Seeman y Jiri Gilík. American Journal of Hypertension, March, 2013, Volume 26, Issue 7 Pp. 939-945.
Treatment of hypertension (HT) is of great important for prevention of cardiovascular and renal diseases; patients with uncontrolled HT have higher prevalence of hypertensive target organ damage such as left ventricular hypertrophy, cardiovascular morbidity and mortality, and chronic kidney diseases (CKDs) than patients with controlled HT.1–3 In adults, the control of HT achieved by antihypertensive drugs is often inadequate. Short-term therapy can decrease blood pressure (BP) to less than the 95th percentile in only about 50% of children. The aim of our study was to investigate the long-term control of hypertension (HT) in children using ambulatory BP monitoring (ABPM). This first pediatric study focusing on long-term control of HT using ABPM showed that long-term control of HT is better than short-term control, but still only one-third of children achieve the new BP goals. The low control of HT might be improved by more intensive therapy.
Aproximadamente entre dos y ocho de cada 100 embarazos se complican con una preeclampsia
Aproximadamente entre dos y ocho de cada 100 embarazos se complican con una preeclampsia y entre el 05,% y el 1% de los casos lo hace antes de las 34 semanas), y puede comprometer la vida de la madre y del bebé.
De hecho, es responsable de unas 50 000 muertes al año en todo el mundo. Con el objetivo de evitarlas, en los últimos tiempos se ha intensificado el desarrollo de investigaciones en busca de biomarcadores capaces de predecir la enfermedad antes de que sus síntomas se presenten. La última publicación en este sentido acaba de ver la luz en las páginas de la revista PLoS ONE (DOI: 10.1371/journal.pone.0091923).
Aunque aún se desconoce su origen, se sabe que la placentación defectuosa en la primera mitad de la gestación juega un papel clave, sobre todo en las formas más graves de preeclampsia. Esta patología suele aparecer en el tercer trimestre de la gestación y se caracteriza clínicamente por la aparición de hipertensión y eliminación de proteínas por la orina (proteinuria), aunque su forma de presentación no es homogénea en todos los casos.
Su curación únicamente es posible mediante la finalización del embarazo, decisión que, aseguran los expertos, no siempre es fácil de tomar, máxime cuando el feto está aún lejos de alcanzar su madurez. Sin embargo, si no se trata la embarazada puede desarrollar complicaciones de la preeclampsia, como la eclampsia (situación grave en la que aparecen convulsiones), lesiones renales o hepáticas.
Para intentar ahondar más en el origen de la enfermedad y conseguir identificarla de forma precoz, un equipo de investigadores del Centro de Investigación Molecular (CEMIR) y de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) de Noruega han analizado la orina y la sangre de 10 gestantes con preeclampsia, otras 10 con embarazos normales y 10 mujeres más que no estaban embarazadas.
“Vimos una clara diferencia en el metabolismo de las que tenían preeclampsia”, remarca Marie Austdal, una de las firmantes del estudio. Es “muy similar al de las personas con enfermedad cardiovascular o procesos inflamatorios”. Concretamente, nueve metabolitos fueron significativamente distintos. Las mujeres con preeclampsia “mostraban mayores niveles de lipoproteínas de baja o muy baja densidad y menores niveles de lipoproteínas de alta densidad, en comparación con el resto de las participantes”.
Alteraciones metabólicas que Austdal y sus colegas observaron entre la semana 17 y 20 de gestación, antes de que las participantes tuvieran síntomas, lo que significa que sí sería posible adelantarse en el diagnóstico y a partir de aquí intentar incluso prevenirlo.
La experiencia española
Un “interesante trabajo”, apunta José Luis Bartha, jefe de servicio del Hospital Universitario La Paz (Madrid) y catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, “que se enmarca entre otros muchos estudios que se están desarrollando en esta línea”. Sobre todo para anticiparse a las preeclampsias más graves, que son la segunda causa de mortalidad entre las gestantes e incrementan la morbilidad tanto en las madres como en sus hijos.
A largo plazo, argumenta Bartha, las mujeres que han pasado por una preeclampsia “tienen más riesgo de hipertensión crónica, infarto, ictus, diabetes, obesidad…”. Y en los niños, “existen más probabilidades de diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares”.
Concretamente, el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid está coordinando un estudio multicéntrico con otros siete hospitales de España (entre ellos, La Paz de Madrid o la Fe de Valencia) para implantar en la clínica rutinaria una estrategia de detección precoz, usando una serie de biomarcadores en sangre asociados con la presencia de placenta anómala (relacionada con esta enfermedad), entre la semana 24 y 26. “Es una estrategia distinta a la practicada por el grupo noruego, pero con el mismo objetivo”, explica Alberto Galindo, jefe de la Unidad de Medicina Fetal del Hospital 12 de Octubre y profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid. La alteración de los biomarcadores que nosotros estudiamos puede incluso preceder a las alteraciones metabólicas al ser expresión directa de la disfunción placentaria”.
Cuando una mujer embarazada presenta factores de riesgo como hipertensión crónica, diabetes, índice de masa corporal por encima de 35, “sabemos que sus probabilidades de desarrollar preeclampsia se multiplican por diez, en comparación con el resto de gestantes”, explica el doctor Galindo.
En estas mujeres y en aquellas cuya ecografía doppler de las 20 semanas (se le hace a todas las mujeres) “muestra alteración en la circulación de la sangre en las arterias uterinas, realizamos un seguimiento más estrecho”. Entre la semana 24 y 26, argumenta este especialista, “hacemos determinaciones periódicas de biomarcadores placentarios para ver quién va a sufrir preeclampsia”.
Cuando las alteraciones continúan, “aunque a estas alturas ya no es posible evitar la preeclampsia”, aclara el especialista, “está demostrado que una vigilancia más estrecha mejora los resultados maternales y fetales”. Al diagnosticar de forma precoz esta situación (con frecuencia se acompaña de un retraso del crecimiento del feto), “podemos elegir previamente el centro que mejores condiciones tiene para tratar a un niño con bajo peso al nacer y a una madre que puede tener graves complicaciones por la preeclampsia. Esta decisión mejora, sin duda, “las expectativas”.
Aspirina en mujeres con riesgo
Existen dos estudios que aseguran que en mujeres con riesgo, la administración de la aspirina durante el primer trismestre podría evitar hasta el 30% de las preeclampsias más graves. “Nosotros lo estamos haciendo en las mujeres con factores de riesgo (embarazo múltiple, diabetes, antecedentes familiares…)”, señala Galindo.
Para aprovechar los beneficios que puede facilitar la aspirina, en este sentido, hay centros que se están planteando pasar la ecografía doppler de la semana 20 a la 12. Así se adelantaría el diagnóstico precoz en mujeres sin factores de riesgo que desconocen su situación precisamente hasta dicha prueba. Sin embargo, subraya el especialista del 12 de Octubre, “la predicción de esta prueba a las 12 semanas es peor”.
Trabajos como el español e investigaciones como la publicada en PLoS ONE ayudan a conocer mejor por qué se produce la preeclampsia, que aún es un enigma, cómo predecirla de forma precoz e incluso abre las puertas a una posible prevención.
Austdal M, Skrastad RB, Gundersen AS, Austgulen R, Iversen AC, Bathen TF.Metabolomic biomarkers in serum and urine in women with preeclampsia.PLoS One. 2014 Mar 17;9(3):e91923.
(Fuente: Boletínaldía—Diario Médico)







![Glosario: hipertensión [Hipertensión arterial en la atención primaria de salud. 2009]](http://temas.sld.cu/hipertension/files/2016/04/Glosario-e1541006177950.jpg)



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