En esta sección les exponemos algunos artículos publicados sobre la hipertensión arterial.
De varias Revistas
Por: Ljiljana Lukic , Nebojsa M. Lalic, Natasa Rajkovic, Aleksandra Jotic, Katarina Lalic, Tanja Milicic, Jelena P. Seferovic, Marija Macesic y Jelena Stanarcic Gajovic. Int. J. Environ. Res. Public Health 2014, 11(4), 3586-3598.
Decreased renal function in hypertensive emergencies
Por: U Derhaschnig, C Testori, E Riedmueller, E L Hobl, F B Mayr y B Jilma. Journal of Human Hypertension (2014) 28, 427–431.
El uso de los beta-bloqueadores y el Eighth Joint National Committee
Por: Alberto Morales Salinas. Revista Finlay de enfermedadades no transmisibles, vol. 4, núm. 1 (2014).
Blood pressure variability assessed by home measurements: a systematic review
Por: George S Stergiou, Angeliki Ntineri, Anastasios Kollias, Takayoshi Ohkubo, Yutaka Imai y Gianfranco Parati. Hypertension Research (2014) 37, 565–572.
Accumulating evidence suggests that day-by-day blood pressure (BP) variability assessed using self-measurements by patients at home (HBPV) provides useful information beyond that of average home BP. This systematic review summarizes the current evidence on day-by-day HBPV. A systematic literature search (PubMed) revealed 22 eligible articles. Independent prognostic value of day-by-day HBPV for cardiovascular events and total mortality was demonstrated in two outcome studies, whereas novel indices of variability had minimal or no independent prognostic ability.
La presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP), que es el tratamiento más prescrito en casos del síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS), resultó ser más útil en la reducción de la presión arterial que otros tratamientos como los suplementos de oxígeno nocturno o un tratamiento educativo de control, según un estudio realizado por el Hospital Brigham y de Mujeres de Boston (Estados Unidos) y publicado en “New England Journal of Medicine“.
“Otros estudios que se hicieron previamente demostraron que una disminución de la presión arterial de esta magnitud se asociaba con un 20 % menos de probabilidad de morir de ictus y una reducción del 15 % en mortalidad cardiovascular”, ha explicado Daniel Gottlieb, médico-científico en la Unidad de Trastornos del Sueño y Circadianos del Hospital Brigham y de Mujeres de Boston.
Los investigadores realizaron un ensayo clínico dirigido por cuatro centros médicos con financiación de la Ley de Recuperación y Reinversión estadounidense. Este equipo de científicos estudió a pacientes con enfermedades coronarias o con múltiples factores de riesgo de enfermedad coronaria por la apnea obstructiva del sueño, realizándoles cuestionarios y pruebas del sueño. Además, los investigadores midieron la presión arterial de los sujetos durante 24 horas antes y después del tratamiento, que duró 12 semanas.
En este ensayo participaron 318 pacientes con edades comprendidas entre los 45 y los 75 años, que padecían al menos una apnea obstructiva del sueño moderadamente grave y que habían recibido aleatoriamente educación sobre higiene del sueño y sobre un estilo de vida saludable y además de eso, un tratamiento con CPAP o un tratamiento nocturno con oxígeno.
La CPAP resultó más efectiva en la reducción de la presión arterial que el tratamiento nocturno de oxígeno complementario o el tratamiento educativo de control. Los efectos de la CPAP fueron mejores por la noche, y fueron mayores en la presión arterial diastólica que en la sistólica.
“Este estudio proporciona una oportunidad para desarrollar tratamientos alternativos individualizados”, ha señalado James Kiley, director de la Unidad de Enfermedades Pulmonares, perteneciente al conjunto de Institutos Nacionales de la Salud.
(Fuente:Diario Médico)
Por: Jiang He, MD, PhD; Yonghong Zhang, MD, PhD; Tan Xu, MD, PhD; Qi Zhao, MD, PhD; Dali Wang, MD; Chung-Shiuan Chen, MS; Weijun Tong, MD; Changjie Liu, MD; Tian Xu, MD; Zhong Ju, MD; Yanbo Peng, MD; et al. JAMA. 2014;311(5):479-489. doi:10.1001.
Stroke is the second leading cause of death and the leading cause of serious, long-term disability worldwide.1 Clinical trials have documented that lowering blood pressure reduces the risk of stroke in hypertensive and normotensive patients with a history of stroke or transient ischemic attack. Although the benefit of lowering blood pressure for primary and secondary prevention of stroke has been established, the effect of immediate antihypertensive treatment in patients with acute ischemic stroke and elevated blood pressure is uncertain. Elevated blood pressure is common during acute ischemic stroke.
Relation of raw and cooked vegetable consumption to blood pressure: the INTERMAP study
Por: J M Geleijnse. Journal of Human Hypertension (2014) 28, 343–344.
Elevated blood pressure (BP) is the leading cause of premature death and disability worldwide. Individuals are usually characterized as ‘normotensive’ or ‘hypertensive’ based on the cut-off level of 140/90mmHg; however, there is no such thing as a threshold for the effect of BP on disease risk. Already from systolic BP levels of 115?mm?Hg upward, there is a gradual increase in the risk for cardiovascular diseases (CVD) and mortality. Overall, in middle-aged populations, a 2-mm?Hg higher systolic BP is associated with a 6–8% higher risk of stroke and 4–5% higher risk of coronary heart disease.
Hypertension in Obese Type 2 Diabetes Patients is Associated with Increases in Insulin Resistance and IL-6 Cytokine Levels: Potential Targets for an Efficient Preventive Intervention






![Glosario: hipertensión [Hipertensión arterial en la atención primaria de salud. 2009]](http://temas.sld.cu/hipertension/files/2016/04/Glosario-e1541006177950.jpg)



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