La medición del índice tobillo-brazo (ITB) es un método sencillo para detectar la presencia de arteriosclerosis en miembros inferiores. Un valor inferior a 0,9 o superior a 1,4 se asocia con un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y/o muerte por cualquier causa. A pesar de ello, su implantación en la práctica clínica es escasa. Se realizó un estudio para determinar la prevalencia de un ITB patológico en una población en prevención primaria clasificada según su riesgo vascular calculado por la función de Framingham recomendada por el National Cholesterol Education Program en su documento Adult Treatment Panel III. Participaron en el estudio 1.001 sujetos sin enfermedad vascular conocida atendidos en atención primaria. A todos ellos se les estimó el riesgo vascular y se les midió el ITB.
Sus resultados fueron que en prevención primaria, uno de cada 10 sujetos con riesgo intermedio y uno de cada 6 con riesgo elevado presentan un ITB patológico. En estos sujetos están indicadas las medidas preventivas enérgicas y la antiagregación. [Medicina Clínica, volume 124, issue 17, may 2005, pages 641-644]
(Fuente: www.sciencedirect.com)
La hipertensión es el punto común en la mayoría de los venezolanos que sufre un infarto.
Ocho de cada diez personas a las que ataca algún accidente cardiovascular supera los límites convenientes de tensión arterial.
“El factor de riesgo cardiovascular número 1 en Venezuela es la hipertensión, por lo que es fundamental combatirla”, explicaron, en un seminario medico, Julio Acosta y Luis López Gómez, directivos del Colegio Venezolano del Endotelio y de la Fundación de Educación Médica.
Y tan sencillo que es controlarla. Medírsela no demora más de dos minutos, en la farmacia o en la casa con el tensiómetro. Por lo general, con mejorar los hábitos alimenticios y hacer un poco más de ejercicio suelen disminuir los niveles de tensión arterial y, si no se logra así, existe una amplia variedad de fármacos que ayudan a lograr el objetivo.
Dos de los grandes males de los hipertensos son que algunos no saben que lo son y que otros abandonan el tratamiento con fármacos -tanto para controlar la tensión como para mejorar la función del endotelio, que es clave para la buena salud cardiovascular- debido al costo, a que los consideran ineficaces y a que les generan desagradables efectos secundarios.
“Pero, antes de hacerlo, deben consultar al médico porque existen avances que aumentan la eficacia sobre el endotelio y disminuyen los efectos colaterales”, explicaron los especialistas, quienes añadieron que “existen nuevas moléculas , como nebicard y amlospina, que evita la hinchazón de las articulaciones inferiores, por ejemplo”.
El paciente cardiovascular típico es, según describen los médicos, “sesentón, obeso y sedentario”. Sin embargo, esto no significa que los jóvenes no sufran de cardiopatías o que deban esperar hasta esa edad para prevenirlas. Los factores de riesgo se controlan desde la juventud
Además de la hipertensión, la obesidad y el hábito de fumar causan daño al endotelio, que es el tejido que recubre el interior de todos los vasos sanguíneos, incluido el corazón. Sin embargo, estos no son los únicos factores de riesgo. Otros elementos son genéticos y estos no pueden evitarse, sólo controlarse y retrasar su aparición.
“Para reducir la hipertensión, pacientes y médicos deben establecer metas. Para lograrlas, muchas veces las personas que requieren medicamentos deben tomar dos o tres de diferentes tipos porque los factores de riesgo son de distintos orígenes”, expresaron.
La hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa, que sólo manifiesta síntomas cuando es tarde para tomar previsiones. Ignorar que se sufre de esto, le permite avanzar y empeorar por falta de tratamiento.
Según el último anuario de mortalidad del Ministerio de Salud, las enfermedades cardiovasculares causaron 20,6% de las muertes de 2008, lo que significa el primer lugar después de hechos de violencia y superando los decesos provocados por cáncer.
No es sólo en Venezuela. Los males cardiovasculares también son los grandes verdugos de la población mundial. Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que 17 millones 100 mil personas fallecen cada año por enfermedades cardiovasculares, especialmente por infarto al miocardio -igual que en Venezuela- y accidentes cerebrovasculares.
Para 2015, la misma Organización Mundial de la Salud estima que morirán cerca de veinte millones de personas por enfermedades cardiovasculares. Por su parte, la revista médica The Lancet publicó un estudio que calculaba que, en 2025, cerca de 1.560 millones de adultos sufrirán hipertensión.
(Fuente El Universal)
La psiquiatra Doris Gutiérrez advirtió que los enfermos de trastorno bipolar, cuya población se estima en tres millones en México, tienen más del doble de riesgo de desarrollar diabetes mellitus, obesidad e hipertensión arterial, al grado de provocarles una muerte prematura.“Una persona con trastorno bipolar tiene hasta 58% más riesgo de padecer cualquiera de estas tres enfermedades que el resto de la población en general, es decir esta cifra representa más de doble de riesgo que cualquier otra persona”, expuso.
En entrevista, la especialista de la Clínica de Trastorno Bipolar del Instituto Nacional de Psiquiatría ‘Ramón de la Fuente’ de la Secretaría de Salud (SSA) explicó que entre las principales causas de mortalidad en personas con esta dolencia está el suicidio y le siguen las enfermedades cardiovasculares debido a que llevan una vida muy sedentaria adquieren malos hábitos alimenticios, sobre todo cuando están en episodios depresivos de la enfermedad, lo que es más peligroso pues tienden a suicidarse.
La bipolaridad, comentó, propicia que se eleve la carga económica para el sector salud, pues además de atender la enfermedad a estas personas se les debe apoyar para controlar las enfermedades crónico-degenerativas como diabetes mellitus e hipertensión arterial, para evitar que desarrollen padecimientos cardiovasculares como embolias, infartos cerebrales o en el corazón.
Indicó que las personas bipolares presentan cambios bruscos de comportamiento en los que se pasa de la euforia a la depresión y de esto a un alto nivel de irritabilidad, y es considerado un trastorno mental ya que no se pueden determinar los orígenes con exactitud, pues hay factores genéticos y ambientales que pueden detonarla.
“Requiere de tratamiento psiquiátrico y medicamentos para su control, así como de una terapia educativa familiar, para la mejor atención y comprensión del paciente”, dijo.
Es difícil que un paciente acepte la enfermedad y lleve un tratamiento, lo cual le representa un alto riesgo de mortalidad pues en sus episodios de depresión tienen un alto nivel de ideas suicidas; pero además este estado los lleva a una vida sedentaria y alimentarse mal.
Explicó que la población con enfermedad bipolar que no se trata tiene riesgo de mortalidad muy alto, además de que reduce en 10 años su vida en comparación con la gente que, aunque sufra de diabetes, obesidad e hipertensión, no tiene trastorno bipolar.
Dijo que una persona bipolar controlada con medicamentos y atención psiquiátrica puede tener una vida normal, estudiar, trabajar, hacerse cargo de su familia, “no podemos cambiar los genes, pero sí mitigar los efectos que podamos tener sobre nuestra salud en general”.
Reconoció que la labor de los psiquiatras es alertar a la población con bipolaridad para que se atienda.
(Fuente: Notimex)
Los investigadores del University of Rochester Medical Center (URMC), Rochester, Nueva York, han observado que los niños con hipertensión primaria tienen muchas más posibilidades de presentar discapacidades del aprendizaje que sus compañeros normotensos, tengan o no tengan trastorno por hiperactividad con déficit de atención.
El investigador principal Dr. Marc Lande y sus colaboradores informaron en el estudio publicado en la Pediatrics: «Estos resultados proporcionan pruebas adicionales de la relación emergente entre la hipertensión primaria y los problemas neurocognitivos en los niños».
Se ha sabido que los adultos con hipertensión tienen calificaciones más bajas en las pruebas neurocognitivas que los adultos normotensos, sobre todo en los campos de la atención, la memoria de trabajo y la función ejecutiva.
Así mismo, estudios previos realizados por el grupo del Dr. Lande demostraron que los niños con elevación de la presión arterial tenían más posibilidades de presentar problemas de atención, en la memoria de trabajo y en las calificaciones de la función ejecutiva juzgadas por los progenitores.
Sin embargo, excluyeron intencionalmente a los niños con un antecedente de discapacidades del aprendizaje o de trastorno por hiperactividad con déficit de atención de estos estudios previos, que impedían hacer las correlaciones entre la hipertensión y los problemas académicos.
Este último estudio incluyó a 201 niños de 10 a 18 años de edad que durante un periodo de tres años se habían remitido por hipertensión arterial a una clínica de hipertensión pediátrica del Golisano Children’s Hospital del URMC en Rochester. De estos niños, 100 tenían en efecto hipertensión y 101 no la padecían.
Los investigadores definieron la hipertensión como las cifras de presión arterial sistólica o diastólica correspondientes al centil 95 o por encima del mismo en la consulta clínica inicial y la confirmación subsiguiente de la hipertensión persistente fuera del ámbito clínico.
De los 201 niños, a 37 (18%) se les había diagnosticado una discapacidad del aprendizaje. En comparación con los niños sin hipertensión, los que tenían hipertensión tenían significativamente más posibilidades de presentar discapacidades del aprendizaje (28% frente a 9%; p < 0,001).
En el análisis multifactorial ajustado con respecto a edad, género sexual, obesidad y posición socioeconómica baja, las posibilidades de discapacidades del aprendizaje fueron casi cuatro veces mayores para los niños hipertensos que para los normotensos (oportunidad relativa: 4,1; intervalo de confianza: 1,8 a 9,4). Los resultados fueron similares independientemente de que el niño también recibiese tratamiento del trastorno por hiperactividad con déficit de atención.
El Dr. Lande dijo a Medscape Medical News: «Pese al hecho de que casi 4% de los niños y adolescentes estadounidenses tienen hipertensión, los estudios muestran que en la mayoría de los casos no se establece el diagnóstico». «Cabe esperar que las investigaciones como la nuestra permitirán tomar más en cuenta y por tanto establecer un mejor diagnóstico y tratar los problemas de aprendizaje relacionados».
La coinvestigadora Dra. Heather R. Adams, PhD, también del URMC, añadió: «La hipertensión es un problema creciente en los niños». «Los médicos juegan un papel muy importante no sólo en el tratamiento inmediato y la prevención de la hipertensión, sino también para mejorar la salud a largo plazo de los niños y para detectar los problemas de aprendizaje que pueden tener una repercusión cotidiana en el desempeño escolar de los niños».
El Dr. Adams dijo que se necesitan más pruebas para establecer las directrices clínicas que faciliten la evaluación cognitiva de los niños con hipertensión. Afirmó: «Esperamos que la continuación de nuestra investigación nos brinde información que tarde o temprano sirva para complementar tales directrices».
Añadió que una de las metas del siguiente estudio, que ya se están realizando, es evaluar más a fondo la interrelación entre la hipertensión y la función ejecutiva, en concreto.
(Fuente: Medscape)
Un dispositivo que destruye los nervios que conducen a los riñones redujo de manera segura la presión arterial en personas con hipertensión arterial resistente al tratamiento, lo que ofrece una opción a millones de pacientes que no pueden controlar su condición, dijeron expertos recientemente.
El dispositivo, fabricado por la empresa privada Ardian Inc. con sede en California, disminuyó la lectura superior de la presión sanguínea en un promedio de 32 puntos después de seis meses, comparado con ningún cambio observado en los pacientes que recibieron las mejores medicinas disponibles.
“Hay muchas preguntas, pero es muy emocionante”, dijo la doctora Suzanne Otaril, de la Universidad de Alabama en Birmingham, quien revisó los resultados presentados en la reunión de la Asociación Estadounidense del Corazón, en Chicago.
El tratamiento funciona “silenciando” los nervios que llegan y salen de los riñones, que juegan un papel central en el sistema nervioso simpático, la respuesta del organismo que puede incrementar el ritmo cardíaco y la presión arterial.
Los procedimientos que interrumpen quirúrgicamente estos nervios habían demostrado reducir la hipertensión arterial hace décadas, pero fueron abandonados con la llegada de nuevos fármacos de uso extendido que apuntan al sistema renina-angiotensina, que regula la presión sanguínea y la retención de líquido.
“Estos medicamentos son buenos pero no perfectos”, dijo el doctor Murray Esler, del Instituto del Corazón y la Diabetes Baker IDI en Melbourne, Australia, cuyos hallazgos fueron publicados en la edición en internet de la revista The Lancet.
“Podemos ver esto porque fracasaron en los pacientes de este ensayo. Todos consumen fármacos de ese tipo”, añadió.
La hipertensión arterial, o el esfuerzo excesivo de la sangre para moverse por las paredes de los vasos, es el principal factor de riesgo de muerte prematura en todo el mundo.
La lectura superior de la presión sanguínea debe ubicarse en 120 para considerarse normal. Luego de 140 se la clasifica como hipertensión arterial.
El tratamiento usa un catéter que se inserta en la ingle y a través de los vasos sanguíneos alcanza la arteria que conduce a los riñones. Una vez en el lugar, el dispositivo aplica pequeños toques de radiofrecuencia para destruir los nervios que recubren el vaso. El dispositivo rota para asegurar que ninguna zona reciba demasiada energía.
En el estudio, cerca de la mitad de 106 pacientes fueron seleccionados al azar para someterse al procedimiento, además de seguir con el tratamiento con sus medicamentos. La otra mitad solo tomo la medicación.
Luego de seis meses, la presión arterial entre los que realizaron el tratamiento bajó 32 puntos en la lectura superior y 12 en la inferior, lo que llevó a muchos a ubicarse en el rango normal y abandonar el de hipertensión arterial. En el grupo de control no se registraron cambios.
“Fue un gran efecto”, indicó Esler. “Y parece ser seguro. Los efectos colaterales del ensayo fueron casi cero”, añadió.
Sin embargo, no se trata de una cura. “La mayoría del grupo aún continúa medicado, pero su presión arterial es 30 puntos menor”, destacó Esler. “No están curados. Si se prueba esto en hipertensos leves, quizá se los pueda curar. Eso es un sueño, pero estamos pensando en ello”, agregó.
El tratamiento fue aprobado en Europa y el presidente ejecutivo de Ardian, Andrew Cleeland, dijo que la empresa está en conversaciones con la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) para realizar un ensayo de estadio avanzado en el país, el cual empezaría el año próximo.
(Fuente: Reuters)







![Glosario: hipertensión [Hipertensión arterial en la atención primaria de salud. 2009]](http://temas.sld.cu/hipertension/files/2016/04/Glosario-e1541006177950.jpg)



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