Los riesgos subestimados de la enfermedad cardiovascular
La enfermedad cardiovascular sigue siendo la causa número uno de fallecimientos prevenibles en los países industrializados. En dos informes recientes se hace hincapié en que esta es prevenible. En el primero se cuantifica el grado en que la confluencia de sólo tres factores de riesgo cardiovascular reducía la esperanza de vida de casi 5000 pacientes objeto de seguimiento en el estudio de Whitehall, del Reino Unido, que comenzó en la década de los sesentas. En un segundo estudio, realizado en China, se observó que un porcentaje extraordinario de muertes de chinos se debía en última instancia a hipertensión, — y esto provoca críticas de que las principales fuentes de financiación (p. ej., la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial y la Fundación Bill and Melinda Gates) se están enfocando erróneamente en las enfermedades infecciosas.
En cuatro estudios sobre opciones de tratamiento se comunican algunos avances importantes. En el primero, las directrices nacionales estadounidenses recomiendan un diurético como primera opción en el tratamiento antihipertensivo, pero ¿qué ocurre cuando se añade el diurético más tarde? En el segundo, mediante el análisis adicional de los datos del Anglo-Scandinavian Cardiac Outcomes Trial (ASCOT) se investigó si un segundo efecto del antagonismo beta adrenérgico — ralentización de la frecuencia cardiaca — podría ser útil en los pacientes hipertensos en comparación con los efectos del amlodipino. En el tercero, en Estados Unidos se ha autorizado un comprimido único, combinación doble en dosis fija de un antagonista de receptor de angiotensina (ARA) y del inhibidor directo de la renina, aliskireno; además, un nuevo inhibidor de la renina con una “estructura sintética simple” va a entrar en ensayos clínicos. En el cuarto estudio, un procedimiento de desnervación renal a través de un catéter puede ofrecer una alternativa para el tratamiento de la hipertensión resistente.
Por último, en otro informe, esta vez del Estudio sobre la Salud de los Médicos, enfocado a médicos estadounidenses del género masculino, aprueba los beneficios del consumo de alcohol “moderado”. En este informe, el alcohol redujo no sólo el riesgo de infarto de miocardio (IM), sino también el riesgo de toda cardiopatía coronaria, incluidas angina de pecho, revascularización coronaria quirúrgica e intervención coronaria percutánea.
La hipertensión más la hipercolesterolemia y el tabaquismo acortan 10 años la esperanza de vida de las personas de mediana edad.
Un estudio realizado en hombres de mediana edad en el Reino Unido que comenzó en 1967 demostró que la presentación de tres factores de riesgo cardiovascular — hipertensión arterial, hipercolesterolemia y tabaquismo — conllevaba una reducción de casi 10 años en la esperanza de vida en comparación con lo observado en los hombres que no tenían ninguno de estos factores de riesgo[1]. Los varones también tenían una elevación de tres tantos en la tasa de mortalidad de origen vascular y una elevación de dos tantos en la tasa de mortalidad por causas no vasculares. Estos cálculos se basaron en los datos de seguimiento a largo plazo del estudio de Whitehall, en el que se analizó inicialmente a 19.019 hombres de 40 a 69 años de edad entre 1967 y 1970. En el inicio, el 42% de los hombres eran fumadores activos, el 39% tenían hipertensión arterial y el 51% tenían hipercolesterolemia.
En el estudio financiado por la British Heart Foundation y el UK Medical Research Council, el Dr. Robert Clarke y el Dr. Jonathan Emberson, PhD (University of Oxford) y sus colaboradores en Londres, analizaron los datos de 4811 varones que participaron en el estudio inicial de Whitehall y el seguimiento en 1997. En esta muestra, la diferencia de la presión arterial media entre los clasificados bajo la categoría de presión arterial baja (presión arterial sistólica [PAS] < 140 mm Hg) y presión arterial elevada (PAS > 140 mm Hg) disminuyó en dos tercios entre los dos reconocimientos (diferencia de 30,6 mm Hg en 1967 frente a una diferencia de 8,3 mm Hg en 1997). Se observó una pauta similar en personas con concentraciones bajas y elevadas de colesterol (> 5 mmol/l frente a < 5 mmol/l) con una diferencia media de 1,86 mmol/l en 1967 frente a 0,49 mmol/l en 1997.
Una presión arterial elevada por contraposición a baja al inicio conllevó un cociente de riesgos instantáneos de 1,64 para la mortalidad de origen vascular y de 1,09 para la mortalidad por causas no vasculares, así como una esperanza de vida de 3,5 años más breve a los 50 años. La diferencia en la esperanza de vida para los hombres con los quintiles más bajos y más elevados de PAS fue 5,2 años. La hipercolesterolemia se acompañó de un cociente de riesgos instantáneos de 1,24 para la mortalidad de origen vascular y una esperanza de vida a un año más breve en comparación con los pacientes con colesterolemia baja. El tabaquismo activo al ingresar en el estudio se acompañó de cocientes de riesgos instantáneos de 1,57 para la mortalidad de origen vascular y de 2,07 para la mortalidad por causas no vasculares y de una diferencia promedio de 6,3 años en la esperanza de vida en comparación con ningún antecedente de tabaquismo.
En comparación con los hombres que no tenían ninguno de estos factores de riesgo, la presentación de los tres factores de riesgo al ingresar en el estudio se acompañó de una esperanza de vida a 10 años más breve a partir de los 50 (23,7 frente a 33,3 años). El cálculo de una calificación de riesgo basada en cuatro categorías de tabaquismo y las medidas continuadas de la presión arterial y de las concentraciones de colesterol, más la intolerancia a la glucosa, el grado de empleo y el índice de masa corporal, se acompañaron de una diferencia de 15,2 años (20,2 frente a 35,4 años) cuando se compararon los quintiles más elevados y más bajos.
Los investigadores señalan que estos resultados “brindan apoyo a las políticas de salud pública dirigidas a lograr cambios moderados en los principales factores de riesgo en toda la población para alcanzar mejoras en la esperanza de vida”. Señalan que: “Las estrategias de salud pública continuada para disminuir los grados medios de los tres principales factores de riesgo cardiovascular, aunadas al tratamiento farmacológico más intensivo en los subgrupos con “riesgo elevado” podrían dar por resultado más mejoras en la esperanza de vida”.
Al comentar sobre los hallazgos del estudio, el Dr. Prof. Peter Weissberg, director de la British Heart Foundation, que copatrocinó el estudio, conjeturó que aunque en él participaron sólo hombres, “no hay motivo por el cual los hallazgos no sean aplicables a las mujeres”. De parte del National Health Service, el NHS Choices dijo “que aunque los hallazgos no sorprenderán a la mayoría de las personas, el estudio tiene fortalezas por cuanto brinda un cálculo de la magnitud de este riesgo”.
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(Fuente: medcenter.com)
Prueban fármaco para la disminución del peso corporal
Un novedoso fármaco, compuesto por principios activos contra la migraña y la epilepsia, fue probado en pacientes obesos con una disminución del peso corporal de hasta 10 por ciento, publica la revista The Lancet.
El medicamento, aprobado por la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), es una combinación de fentermina, indicado contra la obesidad y el topiramato, para el tratamiento de la epilepsia y la prevención de migrañas.
También mostró una mejora en los pacientes con riesgo cardiovascular y diabetes, una reducción de la presión arterial, los niveles totales de colesterol, de triglicéridos y de hemoglobina A1C
Unos dos mil 500 pacientes participaron en el ensayo, que abarcó 56 semanas e involucró a más de 90 clínicas estadounidenses.
Los pacientes que ingirieron una dosis diaria del medicamento lograron bajar hasta 10 por ciento de su peso corporal y aquellos que tomaron el placebo sólo experimentó 1,2 por ciento de pérdida de su peso corporal, explican los autores en su artículo.
El fármaco actúa en el incremento de la producción de norepinefrina, químico cerebral que influye en el hambre y la sensación de saciedad. También podría tener un efecto independiente en el control de la glucosa, señaló en el artículo Kishore Gadde, uno de los autores.
(Fuente: Prensa Latina)
El 34 % de los mayores de 17 años en Chile tiene hipertensión
Antiguamente la sal era un producto escaso y muy valorado, incluso se usaba como moneda de cambio. La sal es el nombre popular que se utiliza para referirnos al cloruro de sodio (NaCl).
Éste es esencial para la vida debido a que es uno de los elementos más preponderantes en la sangre y en los líquidos extracelulares de nuestro organismo, ya que mantiene el equilibrio entre los diversos y variados líquidos corporales, regula la hidratación de todas las células, facilita la absorción de algunos nutrientes, regula la presión arterial junto a otro mineral que es el cloruro.
La sal se utiliza para darle sabor a las comidas y también sirve para conservar alimentos. Está presente en los alimentos en forma natural, por lo que es fundamental aprender a moderar su uso: “No todo lo que lleva sal tiene que tener sabor a salado, comenta Elvira Yañez, jefa del servicio de nutrición del Hospital Clínico Universidad de Chile. Hoy en día los alimentos dulces contienen altas cantidades de sodio, además de todos los productos procesados, que es muy difícil detectar el sabor como tal, incluso los productos como los cereales de desayuno contienen cantidades considerables de sal”.
En la actualidad este mineral está presente en los hábitos alimentarios de las mayoría de las personas, y el consumo es cada vez más alto lo que ha generado altos índices de hipertensión arterial, que es uno de los principales factores de riesgo asociados a enfermedades cardiovasculares, las que ocupan el primer lugar de muertes en Chile.
En nuestro país, el 34% de las personas mayores de 17 años tiene hipertensión, cifra que va en aumento con el paso de los años y entre 45 y 64 años el 54% tiene hipertensión.
La población chilena tiene un consumo de 9,8 gramos de sal /diario (según encuesta de salud 2009), que es doble de lo que recomienda la Organización Mundial de Salud (OMS) que es 5 gramos. Últimamente este tema ha generado alerta de los especialistas dado el alto consumo de sal en la población chilena por lo cual prioriza las intervenciones gubernamentales para implementar estrategias para la reducción del consumo de sal en Chile y lograr de esta forma un gran impacto en la salud de la población.
Medidas que debemos considerar para disminuir el consumo de sal
•Leer las etiquetas de los alimentos.
•Reducir el uso de la sal.
•No abusar el consumo de alimentos con alto contenido de sal.
•Preferir los alimentos naturales a los precocinados y envasados.
•Usar otro tipo de condimentos para dar sabor a las comidas tales como el orégano, perejil, pimentón, romero, limón, etc.
•Comer con moderación alimentos enlatados y congelados.
•Aumentar el consumo de frutas y verduras.
•Asegurarse en solicitar que las comidas de restaurantes no le adicionen sal de manera exagerada.
•Sacar el salero de la mesa.
•No añadir sal extra a las comidas prefiera los condimentos naturales para mejorar el sabor de las comidas.
•Controlar consumo de pan debido al alto contenido de sal. El pan tiene como promedio entre 1 y 1,5 gramos de sal, al consumir 2 unidades diarias ya habremos consumido más de la mitad de la cantidad que recomienda la OMS.
•Debemos considerar que los alimentos que consumimos tienen sal de manera intrínseca por lo cual como promedio debiera agregarse a las comidas un máximo de 3.5 gramos lo que equivale a una cucharadita de café rasa para no exceder los 5 gramos que recomienda la OMS.
Conocer los alimentos ricos en sal, tales como:
Alimentos enlatados
Alimentos congelados por su alto contenido en conservantes a base de sodio
Fiambres, embutidos
Caldos y sopas
Mariscos
Salsas elaboradas
Carnes ahumadas
Quesos
Galletas saladas y dulces
Productos de pastelerías
(Fuente: Terra.cl)
Estudio ROADMAP: Olmesartan reduce la microalbuminuria en diabéticos pero no los eventos.
El pasado día 10 de Marzo fue publicado en The New England Journal of Medicine el estudio ROADMAP (Olmesartan for the Delay or Prevention of Microalbuminuria in Type 2 Diabetes) del cual deben extraerse dos conclusiones fundamentales: 1) Olmesartan reduce de forma significativa la microalbuminuria en pacientes diabéticos sin reducir los eventos cardiovasculares y 2) en el grupo tratado con Olmesartan se produjo un incremento en la mortalidad de origen cardiovascular, en concreto por más casos de muerte súbita y en relación con infarto agudo de miocardio, atribuibles a un resucitado efecto “J” sobre la tensión arterial en pacientes con enfermedad coronaria previa.
En este primer flash abordaremos los datos globales del estudio y en el próximo, abordaremos los aspectos relacionados con el incremento de la mortalidad cardiovascular asociada a olmesartan en determinados subgrupos.
Como es bien conocido, la nefropatía diabética es una causa muy relevante de enfermedad renal terminal y su aparición y grado de afectación parece relacionarse con las cifras de tensión arterial. Actualmente, las guías de práctica clínica aconsejan que las cifras de tensión arterial en pacientes con diabetes y enfermedad renal deben reducirse por debajo de 130/80 mmHg. La microalbuminuria es un conocido predictor de nefropatía diabética y de enfermedad cardiovascular prematura.
Por este motivo, las guías de práctica clínica Europeas y Americanas recomiendan que los pacientes diabéticos sean sometidos a test periódicos de detección de microalbuminuria.
La hiperactividad del sistema renina-angiotensina parece estar implicada en el deterioro renal de los pacientes con nefropatía diabética y en aquellos otros con enfermedad renal crónica estadios 3 ó 4 con microalbuminuria o macroalbuminuria.
Los IECAs y los ARA II enlentecen el deterioro de la tasa de filtrado glomerular y reducen la tasa de excreción de albúmina, por lo que el tratamiento en estadios tempranos podría ser beneficioso. Así, los IECAs retrasan el comienzo de la microalbuminuria en pacientes con hipertensión arterial, DM tipo 2, normoalbuminuria y función renal normal.
Si estos beneficios se observan con los ARA II era algo por demostrar. Así, el estudio ROADMAP analizó si Olmesartan Medoxomil a dosis de 40 mg al día, en comparación con placebo, previene o retrasa el momento de la primera detección de microalbuminuria en 4447 pacientes con DM tipo 2 y al menos, un factor de riesgo cardiovascular y normoalbuminuria durante un seguimiento medio de 3.2 años.
Igualmente, se pretendía alcanzar en ambos grupos una tensión arterial <130/80 mmHg añadiendo los fármacos antihipertensivos necesarios siempre que no actuasen sobre el sistema renina-angiotensina.
El objetivo primario fue definido como el tiempo hasta la primera determinación de microalbuminuria. Como eventos secundarios fueron definidos los tiempos hasta la aparición de eventos renales o cardiovasculares.
El objetivo de tensión arterial <130/80 mmHg se alcanzó en el 80% de los pacientes que tomaban olmesartan y en el 71% de los asignados a placebo.
La tensión arterial fue 3.1/1.9 mmHg más baja en el grupo de olmesartan. Se desarrolló microalbuminuria en el 8.2% del grupo olmesartan (178 de 2160 pacientes) y en el 9.8% del grupo placebo (210 de 2139). El tiempo hasta la primera determinación de microalbuminuria se incrementó un 23% con olmesartan (HR, 0.77; 95% IC, 0.63 a 0.94; p=0.01).
La creatinina sérica se duplicó de forma similar en ambos grupos y en torno a un 1%. En el grupo olmesartan se observaron eventos cardiovasculares no fatales en 81 de 2232 pacientes (3.6%) y en el grupo placebo en 91 de 2215 (4.1%), sin diferencias estadísticamente significativas (p = 0.37). No obstante, sí se documentó en el grupo de tratamiento activo con olmesartan un mayor porcentaje de eventos cardiovascular fatales, 15 pacientes (0.7%) en comparación con 3 pacientes en el grupo placebo (0.1%) (p=0.01), una diferencia atribuible en parte a una mayor tasa de mortalidad cardiovascular entre los pacientes con enfermedad coronaria previa (11 de 564 pacientes [2.0%] vs 1 de 540 [0.2%], p=0.02).
Los autores concluyen que olmesartan se relaciona con un retraso en la aparición de microalbuminuria, incluso aunque las cifras alcanzadas de tensión arterial en ambos grupos fueron excelentes de acuerdo con las actuales recomendaciones (125.7/74.3 mmHg en el grupo olmesartan y 128.7/76.2 mmHg en el grupo placebo).
Es de especial consideración el incremento en las tasas de eventos cardiovasculares fatales con olmesartan entre aquellos pacientes con enfermedad coronaria previa, hallazgos que merecen comentarios específicos en noticia aparte. Surge de inmediato una pregunta: ¿En qué pacientes debe monitorizarse la microalbuminuria si de su tratamiento precoz no obtendremos beneficios cardiovasculares?
(Fuente: Cardioatrio)
Enfermedades cardiovasculares podrían detectarse precozmente durante el sueño
Investigadores de la Universidad de Gotemburgo, Suecia, han desarrollado un oxímetro de pulso que, cuando se engancha al dedo, puede detectar cambios en el corazón y la función de los vasos sanguíneos durante el sueño, lo que ayudará a identificar precozmente a los pacientes con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Como resultado, publicaron en Chest (doi:10.1378/chest.09-3029) un estudio piloto con 148 personas en el que muestran que más del 80% de los pacientes de alto riesgo fueron detectados por esta técnica de medición simple y sin riesgos.
En la investigación se utilizó una versión modificada del oxímetro de pulso que se utiliza actualmente para detectar varios trastornos del sueño, como la apnea. Este método se basa en la medición de la saturación del oxígeno, lo que permite obtener datos de la onda de pulso, la aceleración, el tiempo de propagación, la oscilación y la respiración.
“Mediante un modelo diseñado para analizar estos componentes, se puede evaluar el riesgo de enfermedad cardiovascular”, asegura Ludger Grote, profesor asociado del Centro de Trastornos del Sueño y la vigilancia en la Academia Sahlgrenska y autor de este hallazgo.
El método puede dar lugar a la identificación más rápida y más fácil de los pacientes con alto riesgo de enfermedad cardiovascular. Se espera que también se pueda utilizar para evaluar los efectos del tratamiento en la enfermedad cardiovascular, y cómo la pérdida de peso y el ejercicio pueden ayudar a prevenir problemas.
El equipo está desarrollando prototipos de los dispositivos portátiles futuros que podrían ser utilizados clínicamente. Antes de que puedan ponerse en uso, serán necesarios estudios que confirmen los resultados obtenidos hasta el presente.
Nota: Los usuarios del dominio *.sld.cu, tienen acceso al texto completo de este artículo en Hinari CHEST: Oximeter-Based Autonomic State Indicator Algorithm for Cardiovascular Risk Assessment.
February 2011 vol. 139 no. 2 253-259.
(Fuente: Jano)







![Glosario: hipertensión [Hipertensión arterial en la atención primaria de salud. 2009]](http://temas.sld.cu/hipertension/files/2016/04/Glosario-e1541006177950.jpg)



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