Estrecha relación entre el consumo de sal y la hipertensión arterial.
Estrecha relación entre el consumo de sal y la hipertensión arterial.
La sal es un elemento que hay que tener muy en cuenta cuando hablamos de hipertensión. Son diversos los estudios que han demostrado la relación directa entre el consumo de sodio (sal) y las cifras de tensión arterial. Por este motivo la doctora Joima Panisello, especialista en medicina interna y directora de la Fundación para el Fomento de la Salud, recomienda disminuir el consumo de sal en cualquier estrategia de control de la hipertensión.
Sensibilidades Ante la Sal
No todos los pacientes responderán igual ante la retirada de la sal de las comidas. Existen personas que son sal sensibles y otras que son sal resistentes, es decir, que aunque reduzcan de forma drástica su consumo la evidencia de ello será menor. Las personas sal sensibles acostumbran a ser las de mayor edad, las que sufren sobrepeso y los diabéticos de tipo 2. Este perfil de pacientes son a los que más les conviene reducir las cantidades de sal, aunque el control de su consumo será beneficioso para cualquiera, sea sal sensible o sal resistente.
Qué Pautas Seguir en un Paciente Hipertenso
Cuando se realiza la intervención de un paciente hipertenso lo que se recomienda es que esta sea intensiva, estructurada y con unos objetivos claros. Siguiendo las instrucciones del médico y de la consulta de enfermería, cada persona debe adaptar ese decálogo y escoger las posibilidades que más le gusten y mejor se adecuen a su forma de ser. Medidas como retirar el salero de la mesa o sustituir la sal por pimienta o hierbas aromáticas son una buena opción. También se pueden descubrir nuevas formas de cocción que facilitarán la reducción de sodio, como cocer la verdura al vapor en vez de hervirla.
Sal Oculta
Es importante también reconocer la sal oculta en determinados alimentos, como ocurre con los sucedáneos del pan como los bastoncitos. Los embutidos son también una fuente de sal así que hay que escogerlos bajos en sodio y comerlos bajo control, es decir, en la proporción adecuada. Por otra parte, debemos tomar por costumbre leer las etiquetas de los productos. Cualquier alimento que contenga más de 100 mg de sal por 100g de alimento comestible es demasiado rico en sal y debería suprimirse de la dieta.
(Fuente: www.vivirmejor.es)
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