Hipertensión Arterial: Silente y peligrosa en Matanzas, Cuba
Hipertensión Arterial: Silente y peligrosa en Matanzas, Cuba
Catalogada como silente y muy peligrosa, la hipertensión arterial es la enfermedad no transmisible de mayor prevalencia a nivel mundial. De igual manera se comporta en Cuba y, particularmente, en la provincia de Matanzas. Se trata del aumento de la presión arterial de forma crónica. Un padecimiento que se muestra asintomático durante mucho tiempo, capaz de desencadenar complicaciones severas.
Entre otros males, puede ser la causa de cardiopatía isquémica, infarto de miocardio, trastornos cerebrovasculares e insuficiencia renal.
Pesquisas realizadas en el país revelan en nuestra provincia una cifra significativa de pacientes dispensarizados por el Médico de la Familia.
Que más de cien mil personas de este territorio figuren en dicha categoría, significa que tres de cada 10 matanceros son hipertensos.
Las cifras, que en algún momento alcanzaron hasta un 36 por ciento, resultan más contundentes si se tiene en cuenta a quienes portan la dolencia sin saberlo.
Desde 1998, Cuba desarrolla un programa dirigido en específico a la hipertensión arterial, pues además de su actuación propia como enfermedad representa un factor de riesgo para otras, incluidas las principales causas de muerte en la nación.
Su objetivo fundamental radica en estabilizar a los diagnosticados, que su presión mínima (diastólica) esté por debajo de 90 y la máxima (sistólica) de 140. Ello evitará complicaciones.
Cada año se registran nuevos casos y pese a las limitaciones del país, el número de pacientes controlados supera, incluso, al de naciones del primer mundo como Estados Unidos.
Es un padecimiento para toda la vida, aunque vale precisar que una persona se declara hipertensa cuando luego de haberle tomado la presión en condiciones apropiadas en tres días, esta se muestra elevada.
La hipertensión tiene origen desconocido en la mayoría de los casos y en un por ciento muy reducido se debe a causas físicas. Y aunque casi no tiene cura, sí puede controlarse.
Seguir el tratamiento regular de por vida, según los especialistas, tendrá una repercusión favorable. Mas, la experiencia demuestra que no siempre sucede así. Atenolol, Captopril, Clortalidona, Enalapril, Hidroclorotiazida, Metildopa y Nifedipino, son los fármacos más empleados que, por supuesto, se indican según lo requiera el aquejado. Muchas veces se descuida el ciclo o se alude a su rechazo por la aparición de determinados síntomas.
También es importante cumplir las medidas higiénico-dietéticas, entre ellas, conservar el peso corporal adecuado, no fumar ni abusar del consumo de sal, no ingerir más de 15 mililitros de alcohol, realizar ejercicios físicos y mantener una alimentación saludable. Así como la asistencia oportuna y sistemática al médico.
Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, las cuales endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y ello dificulta el paso de la sangre a través de las mismas. De ahí que con el avance de la edad el organismo sea más vulnerable.
En 1677 se aludió por vez primera a la enfermedad, pero no fue hasta 1761 que Stephen Hales, químico y naturalista inglés, realizó una medición intravascular de la presión arterial.
Para ello introdujo una cápsula en la vena del cuello de un caballo, observó la altura alcanzada por la sangre en la misma y la fuerza que esta ejercía sobre la pared de la arteria.
Cincuenta años después, Poiseuille modificó el tubo de Hales simulando una V, y colocó mercurio en su interior. Luego en 1834, un médico francés diseñó un equipo en forma de columna, mas todas estas mediciones eran intra-arteriales. En 1836, Riva Rocci creó el manguito neumático para la compresión de la pared de la arteria, comenzando así la toma de la tensión arterial a determinados pacientes. En la primera década del siglo pasado esta medición se convierte en parte integral del examen físico del paciente.
El 17 de mayo se celebra cada año el Día Mundial de la Hipertensión Arterial y a raíz de la fecha cada municipio del territorio matancero desarrolla un programa de actividades dirigido, en lo fundamental, a la divulgación sobre la enfermedad.
Se trata de acciones de información y educación en espacios públicos, centros asistenciales y laborales, a la vez que se efectúan pesquisas masivas y toma de tensión arterial a usuarios de las instituciones de salud y trabajadores. También se ejecutan jornadas científicas, conferencias con especialistas y se intensifican estudios comparativos entre pacientes controlados y no controlados.
Es importante que la población tome conciencia de los riesgos producidos por la hipertensión. En ello resulta muy valiosa la ayuda de los promotores, enfermeras, activistas, asistentes, y todos los que de una u otra manera puedan influir.
(Fuente: www.giron.co.cu)
Comentarios recientes