Tratamiento combinado de la hipertensión arterial podría reducir la mortalidad por Ictus un 80%.
El tratamiento combinado de la hipertensión arterial puede reducir la mortalidad por Ictus en un 80 por ciento, según ha informado el presidente de la Asociación Canaria para la Prevención del Riesgo Cardiovascular (Ascarica) Nicolás Maffiotte.
Más de 200 médicos y enfermeros de Atención Primaria se dieron cita en el Casino de Santa Cruz de Tenerife para participar en las quintas Jornadas organizadas por Ascarica.
En su intervención, el presidente de Ascarica, Nicolás Maffiotte destacó la importancia de estas jornadas que permiten actualizar la formación de los profesionales sanitarios para una mejor actuación preventiva al respecto de la Prevención del Riesgo Vascular, al tiempo que recordó que “la prevención es la mejor forma de actuar contra las enfermedades cardiovasculares”.
Así, y como ejemplo de esta afirmación, explicó que “el tratamiento combinado de la hipertensión arterial puede reducir la mortalidad por Ictus en un 80%”; una cifra que delata la importancia que tienen los sanitarios de Atención Primaria en la detección y posterior tratamiento de pacientes con riesgo de accidente cardiovascular.
El primer día de jornada abarcó aspectos como el de las nuevas asociaciones de fármacos y su utilidad práctica en el tratamiento de la hipertensión; tema que expuso el doctor Josep Redón Mas, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital clínico Universitario de Valencia y actual Officer al Large de la ESH (Asociación Europea de Hipertensión).
Luego, el doctor José Luis Llisterri Caro, Coordinador Nacional del Grupo de HTA de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) explicó con datos el grado de control que se está alcanzando sobre la hipertensión. Así, adelantó datos referidos al estudio PESCAP 2010 (Control de la presión arterial en la población hipertensa española atendida en atención primaria) que, frente a los datos obtenidos en 2006 y 2002, son muy positivos.
Así, mientras en 2002 el resultado del estudio evidenciaba que el 36% de la población que acude a la consulta de Atención Primaria tiene una tensión menor del 140/90; y en 2006, la cifra era del 41%; en 2010, este estudio (en el que han colaborado 12.900 pacientes en toda España) evidencia que ese porcentaje ha aumentado hasta el 61%. Aunque todavía no se han detallado los resultados para Canarias, sí destacó Llisterri que en este estudio PESCAP 2010 han colaborado 630 pacientes canarios y 132 médicos de Atención Primaria de todo el Archipiélago.
Más tarde, también se abordó el tema de las arritmias y su repercusión sobre el riesgo cardiovascular por parte del doctor Rafael Romero Garrido. Se hizo una incursión sobre los nuevos paradigmas en el tratamiento de las dislipemias con las aportaciones del doctor Francisco Pérez Jiménez y se presentaron análisis y conclusiones, por parte del doctor Pedro Pablo Gómez Fernández sobre la repercusión que tiene en la clínica del riesgo cardiovascular la presión arterial central.
(Fuente: europapress)
Hipertensión y colesterol: fuera de control en EE.UU.
Cada 39 segundos, un adulto muere a causa de una enfermedad cardiovascular como un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. Las enfermedades cardiovasculares cobran la vida de más de 800,000 adultos cada año y 150,000 de ellos tienen menos de 65 años.
Para el mes del corazón en EE. UU., la edición de febrero de CDC Vital Signs™ se centró en las enfermedades cardiovasculares y en lo que podemos hacer para controlar mejor la hipertensión y el colesterol, disminuyendo la cantidad de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades cardiovasculares en Estados Unidos.
Datos destacados del informe
* Las enfermedades cardiovasculares causan la muerte de más de 800,000 adultos en EE. UU.
cada año. De los cuales, 150,000 tienen menos de 65 años.
* 68 millones de estadounidenses adultos padecen de hipertensión.
* 71 millones de estadounidenses adultos padecen de colesterol LDL alto.
* Aproximadamente 2 de 3 adultos con colesterol LDL alto y casi la mitad de adultos hipertensos no
tienen controlada su afección.
* Tener un seguro médico no es suficiente para lograr el control
* Es necesario introducir mejoras en la forma en que se brindan los servicios de salud en EE.UU.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en EE. UU. Las dos causas principales de enfermedades cardiovasculares, como una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular, son la hipertensión y el colesterol, las cuales son comunes, mortales y prevenibles. 68 millones de estadounidenses adultos son hipertensos y 71 millones tienen colesterol alto. Una cantidad mucho menor de personas tienen controladas estas afecciones, aun teniendo un seguro médico. De hecho, más del 80% de las personas que no tienen controlada la hipertensión o el colesterol ya tenían seguro médico, demostrando que para la mayoría de los pacientes, el seguro médico no es suficiente para tener el control. Los servicios clínicos que diagnostican o ayudan a controlar la presión arterial alta o el colesterol no están disponibles para todas las personas que los necesitan. Es necesario introducir mejoras en la manera en que se ofrecen los cuidados de salud, a fin de tener mayor control.
Se hace un llamado a:
Los legisladores en todos los niveles para que desarrollen programas y políticas que aumenten las estrategias efectivas de prevención y el manejo de enfermedades crónicas, además de políticas líderes que reduzcan la sal y eliminen las grasas trans artificiales en el suministro de alimentos del país.
Los proveedores de atención médica para que trabajen con sus pacientes en el control de estas afecciones en forma permanente. Además, estos proveedores deben utilizar tecnologías y pautas actuales para que los pacientes reciban el seguimiento médico que necesitan y ellos obtengan comentarios sobre su desempeño.
Las personas para que hagan elecciones de estilos de vida saludables, como mantener una dieta saludable, hacer actividad física diaria y no fumar. Las personas también deben seguir las indicaciones de sus médicos y cumplir con los medicamentos para controlar la presión sanguínea y el colesterol.
(Fuente: CDC)
Geography, Race, Gender Affect Hypertension Risk
The risk of developing hypertension may depend on where in the United States a person lives as well as his or her gender and race, according to a study.
Researchers found that individuals living in Birmingham, Ala., had a higher 20-year incidence of hypertension (33.6%) than those residing in Chicago (23.4%), Minneapolis (19%), and Oakland, Calif. (27.4%), a team led by Deborah A. Levine, MD, MPH, Assistant Professor of Medicine at the University of Michigan in Ann Arbor, reported in Hypertension (published online ahead of print).
Compared with Birmingham residents, those in Chicago, Minneapolis, and Oakland had a 28%, 40%, and 27% decreased risk of hypertension, respectively, after adjusting for age, race, gender, body mass index, family history, education, uric acid level, physical activity and other potential confounders.
The study also revealed that blacks, especially black women, have a greater risk of hypertension than whites. In a fully adjusted model, hypertension was 46% more likely to develop in black women than black men, Dr. Levine’s group reported. In addition, compared with black men, white men and white women were at 30% and 29% lower risk.
The study included 3,436 individuals aged 18-30 years when they were enrolled in the longitudinal community-based Coronary Artery Risk Development in Young Adults (CARDIA) study in 1985-1986. The patients had a mean age of about 45 years after 20 years of follow-up.
“Geography and demography have strong, independent effects [on hypertension risk] that persist after adjustment for many hypertension risk factors,” the authors concluded.
Their findings suggest that hypertension incidence may contribute to geographic and racial differences in mortality from cardiovascular disease, including stroke, they noted.
Dr. Levine and her colleagues observed that potential causes of geographic differences in hypertension include “socioeconomic factors not captured by adjustment for education, dietary or lifestyle factors, or environmental-gene interactions.”
Racial differences in hypertension incidence “may result from racial differences in sympathetic reactivity to stress, salt sensitivity, cumulative effects of psychosocial factors and stress, responsiveness of the renin-angiotensin-aldosterone system, dietary or lifestyle factors, or environmental-gene interactions.”
(Fuente: Renal Urology News)
Reducing Salt Benefits Teens Later On
From the February 2011 Issue of Renal And Urology News—Teenagers who reduce their daily salt intake by a seemingly small amount can markedly reduce their likelihood of hypertension in young adulthood, according to data reported at the American Heart Association Scientific Sessions.
Additionally, the decreased risk of hypertension can be expected to extend into middle age provided that teenagers maintain their dietary salt reduction as they age.
Kirsten Bibbins-Domingo, MD, associate professor of medicine, epidemiology and biostatistics at the University of California in San Francisco, and colleagues used computer modeling analysis to quantify the benefits of a daily 3-gram decrease (approximately half a teaspoon) in dietary salt consumed by American teenagers.
The data showed that decreased dietary salt among teens also leads to lower rates of cardiovascular disease (CVD) and death as teens reach young adulthood and middle age.
In the United States, teenagers consume 9.2 grams per day of salt (or 3,800 mg per day of sodium), more than any other age group. The American Heart Association recommends that Americans consume less than 5.8 grams per day of salt, or fewer than 2,300 mg sodium. Not surprisingly, the major source of dietary salt in teens is processed and prepared foods.
Reducing daily salt intake by 3 grams would reduce the number of hypertensive adolescents and young adults by 44%-63%, said Dr. Bibbins-Domingo, Co-Director of the UCSF Center for Vulnerable Populations. In absolute numbers, the reduction would translate into 380,000 to 550,000 fewer hypertensives among individuals aged 12-24 years.
If the teenagers continue to ingest no more than 3 grams of salt a day, this would lead to 30%-43% (2.7 million to 3.9 million) fewer hypertensive adults aged 35-50 years of age.
In an earlier study, Dr. Bibbins-Domingo and her team projected that a 3-gram decrease in salt reduction in adults would result in a population-wide decrease in the yearly number of new cases of coronary heart disease by 120,000 and deaths from CVD by 100,000. The cardiovascular benefits of dietary salt reduction were similar to those achieved with reductions in cigarette smoking, obesity, and cholesterol levels.
The investigators wanted to extend their research to include teenagers given the excess amount of salt consumed by U.S. teenagers coupled with the fact that the teenage years are the time in which health behaviors are established for life. Moreover, 3%-5% of American teenagers already have hypertension, and hypertension in young adult years is highly correlated with hypertension later in life, she added.
The researchers projected that a 3-gram decrease in daily salt intake among teenagers would result in:
* 7%-12%, or 120,000 to 210,000, fewer coronary heart disease events
* 8%-14%, or 36,000 to 64,000, fewer myocardial infarctions
* 5%-8%, or 16,000 to 28,000, fewer strokes
* 5%-9%, or 69,000 to 120,000, fewer deaths from any cause.
Reducing salt intake by 3 grams per day reduced systolic blood pressure by only 1 mm, Dr. Bibbins-Domingo observed. However, small effects over a teenager’s lifetime and over the entire population “end up having a major impact on cardiovascular health,” she said.
“The message to doctors is to remember that cardiovascular risk can start early and that excess salt can be a major contributor, and that means that doctors need to discuss with their patients the importance of limiting salt intake in the diet,” she said.
(Fuente: Renal Urology News)
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