Los grandes peligros de un enemigo tan pequeño
El Aedes aegypti es uno de los más pequeños enemigos del hombre, pero las consecuencias de su picadura son muy grandes; máxime al paso de un vendaval como el de los últimos días que disparó las estadísticas de lluvias y el riesgo de infestación. El doctor Andrés Villar Bahamonde, director del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología de la Dirección Salud, esclarece para Guerrillero cual es el escenario actual al concluir en mayo el ciclo intensivo contra la plaga.
“La situación epidemiológica que presenta hoy nuestra provincia, relacionada con las arbovirosis transmitidas por el mosquito Aedes aegypti, causante fundamental del dengue, el zika, el chikungunya y la fiebre amarilla, exige responsabilidad en los hogares y por parte de los administrativos de centros laborales.
“En este ciclo de trabajo que debe culminar el dos de junio, tenemos incrementos significativos de la focalidad en dos áreas de Salud del municipio Pinar del Río: los consejos populares Capitán San Luis y Hermanos Barcón, a expensas del trabajo del policlínico Turcios Lima y el Raúl Sánchez, enfocado este en el Cuba Libre y el Celso Maragoto.
“En la semana del siete al 13 de mayo realizamos un trabajo con más de 3 000 estudiantes de Medicina y de las diferentes tecnologías de la Salud. Fue una pesquisa activa a los núcleos poblacionales de Pinar del Río, Consolación del Sur, San Luis y San Juan y Martínez, en la búsqueda de pacientes con síndrome febril, ojos rojos y lesiones de la piel. Esto arrojó que el porcentaje de población con sintomatología era mínimo.
“Es útil aclarar que el país no reporta casos confirmados de chikungunya desde el año 2014; aunque circula en las Américas, por lo que cuando enviamos análisis del dengue al centro de investigaciones del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, también lo incluimos en el test.
“Tampoco enfermos de fiebre amarilla, pero sí hay registros de otros países como Brasil y Guyana, donde es evidente el incremento de este virus altamente letal.
“Desde el 2016 no existe transmisión de dengue, no obstante, es importante el trabajo sistemático que se hace contra el vector, que es el transmisor y está circulando en Pinar del Rio.
“La provincia tampoco ha tenido transmisión de zika en lo que va de 2018 en ninguna de las áreas de Salud. Estas enfermedades están bajo control por la vigilancia intensiva que se realiza por los médicos y enfermeros de la familia, donde todo paciente con manifestaciones referidas es remitido a nuestros hospitales.
“Los adultos son ingresados en el ‘León Cuervo Rubio’, los niños en el pediátrico Pepe Portilla y las embarazadas en el bloque ginecobstétrico del ‘Abel Santamaría’.
“Sin embargo, sí se ha comprobado la introducción del zika por visitantes, venidos de otras provincias, o por los nuestros, cuando viajan a las mismas, pero no hay transmisión como tal.
“Los pacientes detectados, fueron tratados y curados con prontitud, pero tenemos que aclarar que esta enfermedad, en el 80 por ciento de los casos, ocurre de manera asintomática y el enfermo no siente nada. Solo hay un 20 por ciento que muestra fiebres, dolores articulares, ojos rojos y lesiones en la piel.
“Por lo anterior, podemos demostrar que no hay un comprometimiento con el zika para la salud de los pinareños, porque de los 572 casos estudiados individualmente en nuestro registro, solo aparecieron 41, número que significa solo el 0,09 de reactividad”.
El doctor Villar expone que las lluvias recientes son una alerta a trabajar con mucha eficiencia para eliminar todos los recipientes artificiales en los hogares y su exterior. Agrega que el calentamiento solar produce la oclusión de los huevos residuales del mosquito y hay que enfrentarlo con medidas, tanto de los organismos como de la población.
Este último ciclo de los operarios de Salud con el apoyo de los organismos del Gobierno tuvo el hándicap de la lluvia, que no permitió la eficacia necesaria, porque, aunque se trabajó, la necesidad se incrementa, lo exige la persistencia del clima del verano.