Comunicación de riesgos
La comunicación de riesgo, se refiere al intercambio en tiempo real, de información, recomendaciones y opiniones, entre expertos y/o funcionarios y personas que se enfrentan a una amenaza (riesgo) para su sobrevivencia, su salud o su bienestar económico o social.
Esta intervención da gran importancia al diálogo con las poblaciones afectadas pues el objetivo final es que toda persona expuesta a un riesgo sea capaz de tomar decisiones informadas ante una emergencia o desastre y mitigar los riesgos de la amenaza (riesgo), como el brote de una enfermedad, mediante las medidas y acciones de protección y prevención.
En emergencias de salud pública, la comunicación de riesgos se constituye en una acción esencial para salvar vidas. Las personas tienen derecho a saber cómo proteger su salud teniendo la responsabilidad de tomar decisiones informadas para protegerse a sí mismas, a sus seres queridos y a quienes les rodean.
La comunicación de riesgo sólo funciona cuando hay una comunicación basada en la confianza entre los que saben (expertos), los responsables (autoridades) y los afectados. Sin confianza, es poco probable que las personas sigan las recomendaciones brindadas. Escuchar y comprender las creencias, preocupaciones y percepciones de la gente es tan importante como proporcionarles evidencias y orientación.
Principios de la comunicación de riesgo
- Comunique al público de forma rápida y frecuente
- Comunique con transparencia y honestidad
- Comunique aún en medio de la incertidumbre
- Muestre empatía, solidaridad y comprensión
- Involucre a las comunidades
- Use una aproximación integral
- Comunique con una sola voz: coordine con socios y otros actores
- Escuche y responda a las preocupaciones del público
- Contribuya a la construcción y apropiación de las capacidades nacionales