Medicina física y rehabilitación

Los especialistas de Medicina Física y Rehabilitación ayudan a restaurar el movimiento y la capacidad funcional en personas con limitaciones por enfermedades o lesiones, diagnostican y tratan una variedad de enfermedades que afectan al cerebro, la médula espinal, los nervios y el sistema musculoesquelético, y proporcionan opciones de tratamiento y recuperación que reflejan las necesidades, capacidades y objetivos únicos de cada paciente.

La restauración del funcionamiento significa ayudar a recobrar las mejores opciones para tener calidad de vida, retener la mayor capacidad muscular posible, volver a entrenar las vías mentales y, en términos generales, alcanzar una mejor capacidad posible según las características específicas de la afección que ha limitado al paciente.

La medicina de rehabilitación está diseñada para satisfacer las necesidades específicas de cada persona; por lo tanto, cada programa es diferente. Algunos componentes generales del tratamiento de los programas de rehabilitación incluyen lo siguiente:

  • Tratar la enfermedad de base y prevenir las complicaciones
  • Tratar la discapacidad y mejorar la capacidad funcional
  • Proporcionar herramientas de adaptación y modificar el entorno
  • Enseñarles a la persona y a la familia cambios en el estilo de vida, y ayudarlos a que se adapten a ellos

La rehabilitación satisfactoria depende de muchos factores:

  • La naturaleza y la gravedad de la enfermedad, del trastorno o de la lesión
  • El tipo y el grado de cualquier deficiencia y discapacidad resultantes
  • El estado de salud general de la persona
  • El apoyo de la familia

Las áreas que cubren los programas de rehabilitación pueden incluir las siguientes:

  • Habilidades de cuidado personal, incluidas las actividades de la vida diaria: Comer, asearse, bañarse, vestirse, ir al baño y actividad sexual.
  • Cuidado físico: Necesidades alimentarias, medicamentos y cuidado de la piel.
  • Habilidades de movilidad: Caminar, trasladarse y empujar una silla de ruedas sin ayuda.
  • Atención respiratoria: Cuidado del respirador, si es necesario; tratamientos para la respiración y ejercicios para promover el funcionamiento pulmonar.
  • Habilidades de comunicación: Hablar, escribir y métodos alternativos de comunicación.
  • Habilidades cognitivas: Memoria, concentración, sentido de la realidad, solución de problemas y habilidades organizativas
  • Habilidades de socialización: Interactuar con otras personas en la casa o en la comunidad.
  • Capacitación vocacional: Habilidades laborales.
  • Tratamiento del dolor: Medicamentos y métodos alternativos para el control del dolor.
  • Terapia psicológica: Identificar problemas relacionados con el razonamiento, el comportamiento y las emociones, y determinar soluciones.
  • Apoyo de la familia: Ayuda para adaptarse a cambios en el estilo de vida, los problemas financieros y la planificación del alta.
  • Educación: Información y capacitación para los pacientes y sus familiares sobre la afección, la atención médica y las técnicas de adaptación

Fuente: Brigham and Women’s Hospital.  Biblioteca de Salud del Adulto. Medicina Física y Rehabilitación