Esquema de vacunación vigente
A diferencia de lo que ocurría en épocas previas, actualmente el servicio de vacunación (Esquema de Vacunación) se encuentra presente en todos los centros de salud del país, esto ha requerido un gran esfuerzo, no únicamente por parte de las autoridades del sector, sino por parte de todos y cada uno de los miembros que conforman los equipos de salud.
En la actualidad se está revisando el Programa Nacional de Inmunización (PNI) con el propósito de apoyar a todo el personal de salud que en el país desarrolla actividades de vacunación y vigilancia epidemiológica de las enfermedades inmunoprevenibles.
Antes de 1959 se reportaban anualmente en Cuba alrededor de 500 fallecidos y varias decenas de miles de casos por enfermedades prevenibles por vacunas. Desde el inicio del PNI en 1962, hasta los momentos actuales se han aplicado más de 300 millones de dosis de 10 vacunas simples o combinadas dirigidas a la prevención de 13 enfermedades (Poliomielitis, difteria, tétanos, tosferina, sarampión, rubéola, parotiditis, hepatitis B, meningitis meningocócica tipo B y C, meningitis Haemophilus influenzae tipo b y fiebre tifoidea) y una forma clínica severa (Meningitis tuberculosa en menores de 1 año).
Mostraremos el impacto obtenido con la vacunación en nuestro país, así como en trabajos posteriores más información relacionada con el tema de gran interés para nuestros puericultores. Además de prepararnos pues en los próximos meses comienza la campaña antipolio y no debe quedar un niño cubano sin recibir esta vacuna que como sabemos es por campaña.
El impacto de la vacunación sobre las enfermedades prevenibles por vacunas se ha manifestado en diferentes formas:
- Eliminación de enfermedades: Poliomielitis en 1962, difteria en 1979, sarampión en 1993, tosferina en 1994, rubéola en 2004 y la parotiditis en el 2010.
- Eliminación de formas clínicas severas: Tétanos neonatal y meningitis tuberculosa en menores de un año, desde 1972.
- Eliminación de las complicaciones más graves: Síndrome de rubéola congénita y meningo-encefalitis post-parotiditis desde 1989.
- Reducción de las tasas de morbilidad a cifras que dejen de constituir un problema de salud (tasas inferiores a 0,1 x 100,000 hab.), como en el caso del tétanos.
- Reducción de la morbilidad y la mortalidad en más del 95% de la meniningitis meningococica, la hepatitis B, la meningitis por Haemophilus influenzae tipo b y la fiebre tifoidea desde 1988, 1992 y 1999.
Esquema vacunación actualizado del 2018